A la zona se la conoce como Sutter's Mill por el antiguo aserradero propiedad de John Sutter y James W. Marshall, ubicado en la misma zona donde en 1848 se encontró la primera pepita de oro que marcó el inicio de la "fiebre del oro".

La caída del meteorito fue escuchada en las inmediaciones como un estruendo prolongado. Diversos fragmentos se esparcieron.

Merv de Haas y su familia, propietarios del terreno donde se halló un fragmento, han donado éste a la NASA.

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