Las emisiones de nuestras grandes antenas de comunicaciones ya han llegado a otras estrellas. Si alguien las ha escuchado, podría haber pronto una respuesta.
Puede que el momento de recibir el primer mensaje extraterrestre esté más cerca de lo que pensamos CREADA CON BING POR JOSÉ MANUEL NIEVES, CON TECNOLOGÍA DALL-E
Puede que ya no tengamos que esperar tanto para recibir el primer mensaje de ET. De hecho, podría llegar a la Tierra tan pronto como en 2029. Esa es la extraordinaria conclusión de Reilly Derrick y Howard Isaacson, de las universidades de California en Berkeley y Los Ángeles, que en un artículo recién aparecido en ‘Publications of the Astronomical Society of the Pacific’ han determinado hasta qué estrellas han podido llegar ya nuestras emisiones de radio más potentes y cuándo, en caso de ser escuchadas, podríamos recibir las primeras respuestas en nuestro planeta.
En su artículo, los investigadores explican que desde 1972 se utiliza un sistema de poderosas antenas de radio, llamado ‘Red de Espacio Profundo’, para rastrear y comunicar con nuestras naves más lejanas. «Tras haber dejado la heliosfera -escriben Derrick e Isaacson-, la Voyager 1 y la Voyager 2 continúan viajando por el espacio interestelar. Las naves espaciales Pioneer 10, Pioneer 11 y New Horizons también están en vías de pasar la heliopausa. Estas naves espaciales se han comunicado con las antenas de radio de la Red de Espacio Profundo para descargar datos científicos y de telemetría. Las transmisiones hacia el exterior de las antenas de la Red viajan a la nave espacial y más allá, hacia el espacio interestelar«.
Según los autores, estas transmisiones han encontrado ya, y encontrarán en el futuro, otras estrellas, de modo que alguna vida inteligente podría haberlas escuchado.
Para saber quién y desde dónde habrían podido oírnos, los investigadores trazaron los caminos seguidos por esas cinco naves espaciales, las más distantes jamás enviadas al espacio, así como las señales que se les enviaron a través de la Red de Espacio Profundo durante sus viajes. Después utilizaron el catálogo Gaia en nuestro vecindario estelar y determinaron a cuáles de esos sistemas podrían llegar nuestras señales, y cuándo.
Llegada a cuatro estrellas
De este modo, descubrieron que las señales de radio de la Red ya han alcanzado cuatro estrellas de nuestros alrededores. Y que desde una de ellas, que está justo en el camino de las señales enviadas a la Pioneer 10, habrían tenido incluso el tiempo de enviar una respuesta, que eventualmente llegaría a la Tierra en 2029. Dos posibles respuestas extraterrestres más, procedentes de dos sistemas solares alcanzados por las señales de la Voyager 2, podrían llegarnos algo más tarde, en 2031 y 2033.
Lo cierto es que no sabemos si esas cuatro estrellas tienen planetas en órbita, o si podrían albergar vida, ya que son mucho más débiles que nuestro propio Sol, lo que hace que cualquier posible exoplaneta sea más difícil de detectar. Sin embargo, dice Isaacson, la estadística nos enseña que los planetas parecen ser muy comunes alrededor de las estrellas, y la mayoría de ellos está aún por descubrir.
Entre las numerosas estrategias ideadas hasta ahora para tratar de descubrir si no estamos solos, resulta difícil saber cuál nos permitirá por fin detectar una inteligencia fuera de la Tierra. Puede que la herramienta proporcionada por Derrick e Isaacson sea la que finalmente nos saque de nuestro aislamiento cósmico. O puede que no, quién sabe. Por ahora, lo más importante es no dejar de intentarlo.
Fuente: ABC