Colisión de burbujas en distintas etapas de la línea de análisis

En el ámbito de los conceptos científicos, la noción de multiverso es una de las más extrañas. Los astrónomos y físicos han considerado la posibilidad de que nuestro universo puede ser uno entre muchos. Las implicaciones de esto son algo difusas. Nada en la física impide que existan otros universos, pero tampoco ha ayudado a limitar su existencia, con lo que los científicos tienen entera libertad para hablar de las branas y de las burbujas. Muchas de estas ideas se han considerado como no comprobables, pero un artículo publicado en arXiv el mes pasado, considera los efectos de dos universos en colisión, así como la búsqueda de indicios de esa colisión de nuestro propio universo. Sorprendentemente, el equipo informa que pueden haber detectado no una huella de colisión, sino cuatro.

El equipo, dirigido por Stephen Feeney del University College de Londres, consideró una colisión entre universos burbuja. El equipo desarrolló una simulación basada en una formulación de una ecuación de campo de Einstein, conocida como espacio de Sitter. Esta solución a las ecuaciones de Einstein es esencialmente una descripción de cómo se comporta el espacio. A partir de la interacción entre estos espacios, determinaron un conjunto de efectos observables visibles en el fondo cósmico de microondas. Entre ellos, era necesario que las señales tuviesen simetría azimutal, es decir que se reflejasen en ambos lados del cielo. En segundo lugar, las señales debían tener forma circular.

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