El Evento del Río Curucá: El Tunguska Brasileño

Por Mariano Andrés Peter

 

Así quedo el bosque siberiano en la región de Tunguska luego de la explosión

Para hallar registros de grandes explosiones de objetos espaciales en la Tierra no es necesario retroceder miles o millones de años en el pasado. En los últimos cien años se han producido al menos un puñado de explosiones de gran poder que afortunadamente han sido en sitios muy remotos, aislados y casi despoblados del planeta.

El incidente de Tunguska

El primero y más conocido de estos incidentes ocurrió en Siberia, Rusia, muy cerca del río Tunguska el 30 de Junio de 1908. Aún se desconoce la naturaleza del objeto que provocó la  explosión equivalente a 40 megatones (un megatón equivale a un millón de toneladas de TNT, la bomba atómica lanzada en Hiroshima, Japón, era de 13 kilotones, es decir, de 13 mil toneladas de TNT).
Las teorías incluyen una explosión de antimateria, una prueba nuclear, una prueba del rayo de la muerte de Nicola Tesla, el impacto con un mini agujero negro, el choque de una nave espacial extraterrestre y la colisión de un pequeño asteroide o cometa. Si bien ninguna de estas teorías se ha podido confirmar, la que cuenta con mayor consenso y aceptación es la del impacto atmosférico de un objeto de entre 50 a 100 metros de diámetro desprendido de un asteroide o cometa que barrió con más de dos mil hectáreas de taiga (bosque siberiano) y que fue detectado por sismógrafos en toda Rusia, Asia y Europa. Si el objeto se hubiera demorado 4 hs. y 47 minutos, habría estallado sobre la ciudad de San Petersburgo, causando cientos de miles de víctimas fatales. Oficialmente solo hubo un muerto por este acontecimiento.
Según las crónicas de la época, el polvo de la explosión reflejaba tanta luz solar que la gente podía leer de noche en Londres a más de 10 mil km de distancia.

Otras explosiones en años recientes

El día 9 de Noviembre de 1997 un satélite de reconocimiento militar de los Estados Unidos captó la explosión de un gran meteoro sobre Groenlandia. La potencia explosiva fue calculada en 100 kilotones.

El 6 de Junio de 2002 otra gran explosión aérea de 26 kilotones fue detectada sobre el Mar Mediterráneo Oriental, en una zona entre Libia, Grecia y Creta. Por haberse producido sobre el mar, no quedaron rastros del evento.

El 25 de Septiembre de 2002 otro objeto estalló cerca de Tunguska, en la región de Irkutsk, Rusia. Según trascendió se habrían hallado, al igual que en Tunguska, importantes niveles de radiación residual y enfermedades vinculadas a la radiación.
Se enviaron dos expediciones rusas al lugar de los hechos y se concluyó que se trató de un fragmento cometario compuesto de metales pesados que entraron en fisión al penetrar en la atmósfera terrestre.
Este evento fue detectado por un satélite militar de los Estados Unidos y por varias estaciones sismológicas.
El físico Andrey Olkhovatov calculó que el impacto habría liberado una energía de 5 kilotones. La información sobre el acontecimiento tardó una semana en aparecer en los medios de comunicación. Al igual que en el evento del Mediterráneo Oriental, este objeto tampoco fue detectado durante su aproximación a la Tierra.

 

Imágen del meteoro que surcó el cielo de Estados Unidos y Canadá en 1972

No podemos dejar de recordar además que el 10 de Agosto de 1972 un gran bólido de 5 metros apróximadamente, rebotó en la atmósfera superior a plena luz del día sobre el oeste de Wyoming y Montana, Estados Unidos, para luego alejarse de la Tierra por encima de Canadá. Si este objeto hubiera estallado como en los casos anteriores, habría liberado una energía equivalente a la de la bomba atómica lanzada en Hiroshima en 1945.

Precisión terminológica

Se llama meteoroide a cualquier fragmento desprendido de otro cuerpo celeste de mayor tamaño como ser planeta, satélite, asteroide o cometa.
Cuando el meteoroide ingresa a la atmósfera de un planeta, pasa a llamarse meteoro. Si el meteoro es pequeño, efímero y poco luminoso se denomina estrella fugaz. Por el contrario, si es de gran tamaño y con un brillo igual o superior al del planeta Venus, se lo denomina bólido o bola de fuego. Los bólidos suelen producir sonidos de variada intensidad al atravesar la atmósfera.
Cuando el meteoro logra atravesar la atmósfera sin destruirse completamente y cae al suelo, se llama meteorito.

Meteoritos hallados por la AEA en Col. Berduc, Entre Ríos en 2008

Importancia del hallazgo de meteoritos

Según los especialistas como la Dra. Guadalupe Cordero, el interés por saber donde caen los fragmentos de los meteoros radica en que “contienen datos acerca de la formación de nuestro Sistema Solar. Además, en éstos se han encontrado compuestos orgánicos como la guanina, material del ADN; tal vez los meteoritos los trajeron a la Tierra”, explica la investigadora, quien ha publicado mas de una decena de artículos en revistas internacionales y ha impartido conferencias y talleres para niños y público en general. También ha realizado estancias de investigación en la Universidad de Brown, en Estados Unidos, y en la Complutense de Madrid.

Mariano Andrés Peter, coordinador del Observatorio de Oro Verde – AEA

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