El cometa Halley fotografiado por la AEA en 1986 desde el Observatorio de Oro Verde

La humanidad ha vivido por siglos a la espera de estos supuestos mensajeros de la desgracia que, en los cielos no contaminados por la luz eléctrica, imponían su presencia majestuosa.
El descubrimiento del cometa 9P/Tempel fue el disparo inicial (después veremos que este cometa será el primero en recibir un disparo real de los humanos) para una de las más fantasiosas y menos conocidas novelas de Julio Verne, “Las aventuras de Héctor Servadac”, en la que un cometa roza la Tierra, arranca el norte de Argelia y se lleva consigo un grupo de personajes en su camino al espacio.
Nuestros cielos ya no nos dejan ver a los cometas en su esplendor, ya es difícil que inspiren este tipo de fantasías. Nuestro único consuelo es que de a poco vamos descubriendo sus secretos a través de las sondas espaciales que se han acercado a ellos.

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