*Por Josep María Trigo
Este cometa periódico estará bien situado desde nuestras latitudes, surcando las constelaciones de Tauro y Auriga, aunque algo atenuado por la Luna Llena durante las navidades.
Trayectoria que muestra el desplazamiento aparente del cometa 46P/Wirtanen en el cielo desde el 11 al 30 de diciembre de 2018 (cortesía Comet Watch)
El cometa periódico 46P/Wirtanen fue descubierto por Carl A. Wirtanen desde el observatorio Lick en una placa fotográfica tomada en 1948. Setenta años después de su descubrimiento, este cometa que sigue una órbita con un período de revolución al Sol de 5.4 años, nos ofrece una nueva aproximación bien especial. Estos días el cometa 46P/ Wirtanen comienza a ser accesible a su observación desde nuestras latitudes y desde el pasado sábado es ya visible a simple vista. Se trata de un pequeño cometa de apenas 600 metros de diámetro que por muy poco no fue el visitado finalmente por la sonda Rosetta de la ESA. Los científicos de la misión habían apostado inicialmente por estudiar este cometa pero finalmente, por motivos de la ventana de lanzamiento, escogieron el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.
Esta vez no esperemos ver un cometa con una gran cola sino una ténue esfera nebulosa (véase Fig. 1) que se irá desplazando noche tras noche entre las constelaciones de Tauro y Auriga. Esa apariencia es debida a la llamada «coma» de gas que envuelve el diminuto núcleo cometario y que puede extenderse millones de kilómetros en su interacción con el espacio interplanetario. Tal envoltura se genera como consecuencia de la sublimación del hielo presente en el núcleo cometario que sería invisible a la distancia que lo contemplamos sino fuese por la interacción de ese gas desprendido con la luz solar.
Figura 1. Imagen del cometa 46P/Wirtanen de 7,8 minutos de exposición total tomada el pasado 8 de diciembre de 2018 desde el Observatorio de La Murta en Murcia. Se empleó un telescopio refractor Zenithstar de 105mm a f7 con un aplanador y cámara Sony A7S full frame. Con finalidad comparativa se muestra la Luna con la misma configuración óptica en el vértice inferior derecho. Por tanto, la coma del cometa ya abarca más de un grado aparente (Sensi Pastor y José A. de los Reyes/AstroMurcia)
En las próximas semanas el cometa irá ganando luminosidad relativa. Cabe tener en cuenta que el cometa se desplaza rápidamente entre las estrellas dado que pasa por el perihelio, punto de su órbita más próximo al Sol. Sin embargo, no lo apreciaremos como una rápida estrella fugaz (a pesar de ciertas películas poco versadas en el tema) sino que ese movimiento será distinguible si dibujamos o fotografiamos el cometa a lo largo de las horas respecto al fondo de las estrellas. En su máxima aproximación a la Tierra se encontrará a unos 11 millones de kilómetros.
Figura 2. Imagen de 9 minutos de exposición del falso núcleo del cometa 46P/Wirtanen obtenida por J.M. Trigo-Rodríguez desde el Observatorio Riells del Montseny (MPCB06) el pasado 7 de diciembre, empleando un telescopio LX200 a F:6.3 y una cámara ST8. Las estrellas presentan trazas discontínuas dado que se han apilado sobre el cometa en base a imágenes no consecutivas. La extraordinaria sensibilidad de la cámara CCD revela débiles detalles como la cola iónica y un posible chorro (jet) marcado por una flecha se aprecian en la imagen tratada con filtro Larson-Sekanina que se encuentra en el vértice inferior derecho
Cuando planifiquemos la observación del cometa cabe escoger una noche sin nubes y evitar la proximidad relativa en el cielo de la Luna. Podemos intentar localizarlo durante las navidades pero, dada la proximidad relativa en el firmamento de la Luna llena, se antoja algo dificil si no es empleando prismáticos (aunque el día de Navidad se encontrará casi rozando la brillante estrella Capella). Posteriormente, una vez la Luna tienda a alejarse y pase a cuarto menguante el 29 de diciembre, lo tendremos muy bien ubicado para observar a simple vista y tomar fotografias: cerca del cénit y fácil de encontrar para los no expertos en la materia puesto que puede poseer una luminosidad cercana a +1, como la de las estrellas más brillantes de su entorno. Como siempre se recomienda, no olvidemos la carta celeste (Figura 3) busquemos un lugar oscuro lo cual nos dará la excusa perfecta para pasar una noche en el campo, y empleemos unos prismáticos para rastrear su localización ayudados de la carta adjunta. Una vez situado en el cielo, hagamos por intentar verlo a simple vista.
En definitiva, durante las próximas semanas tendremos una magnífica oportunidad de contemplar un cometa. En torno a la medianoche lo encontraremos bien alto en el firmamento, próximo al meridiano (línea Norte-Sur) y atravesando constelaciones fáciles de distinguir, situadas justo sobre la conocida Orión. Su trayectoria aparente es bien favorable para ser visto y disfrutado incluso por los que se pueden considerar ajenos a la materia. Y lo mejor de todo para los ajenos a la astronomía, no necesitaremos un telescopio para verlo, sino unos simples prismáticos.
*Josep M. Trigo-Rodríguez
Científico titular del Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC) y del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC), e I.P. del Grupo de Meteoritos, Cuerpos Menores y Ciencias Planetarias del ICE-CSIC.