El ejército de Estados Unidos guarda con recelo los experimentos que se están llevando a cabo en su interior y el objetivo concreto del programa.
El próximo 16 de Mayo el avión espacial del proyecto secreto del Pentágono bautizado como X-37B se pondrá en marcha para su sexta misión desde la plataforma de lanzamiento de Cabo Cañaveral. Se trata de un vehículo autónomo guiado mediante control remoto en el que se desarrollan ciertos «experimentos» que nunca han sido explicados en profundidad por el Gobierno estadounindense.
X-37B es un miniavión con energía solar construido por Boeing y desarrollado originalmente por la NASA para servir como banco de pruebas de tecnología para futuras naves espaciales reutilizables y para realizar experimentos operativos que pueden ser devueltos y examinados en tierra. Recuerda mucho a una versión en miniatura de un transbordador espacial, por lo que es popularmente conocido como «Baby-shuttle». La nave mide casi 9 metros de largo, 3 metros de altura y 4,5 de ancho. Dentro cabe, más o menos, lo que puede caber en una camioneta, si bien el espacio de carga útil ha sido ampliado para este último vuelo. Fue lanzado por primera vez en un cohete Falcon 9 el 7 de septiembre de 2017 y desde entonces ha completado cinco vuelos, el más largo el último, con 780 días en órbita.
«En la era actual de los electrones, los sistemas espaciales rastrean tormentas, localizan a automovilistas perdidos, marcan las transacciones de las tarjetas de crédito y monitorizan el cumplimiento de los tratados», afirma en un comunicado Barbara Barrett, secretaria de la Fuerza Aérea. «Demostrando la innovación del departamento, esta misión X-37B albergará más experimentos que cualquier viaje anterior. Este lanzamiento también demuestra la colaboración del departamento que empuja los límites de los equipos espaciales reutilizables».
Nueva carga, un satélite y experimentos con semillas
Sobre las pruebas concretas que se llevarán a cabo, aunque están clasificadas, se explica que «esta será la primera misión X-37B en utilizar un nuevo módulo de servicio para albergar experimentos». El módulo de servicio es un equipo adjunto a la popa del vehículo que permite que la capacidad de carga útil adicional se lleve a órbita. Además, la misión desplegará el FalconSat-8, «un pequeño satélite desarrollado por la Academia de la Fuerza Aérea de los EE. UU.», con el que se llevarán a cabo «varios experimentos en órbita», sin especificar cuáles.
«El FalconSat-8 es una plataforma educativa que transportará cinco cargas útiles experimentales para que la United States Air Force Academy pueda operar. Además, se incluirán dos experimentos de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio para estudiar los resultados de la radiación y otros efectos espaciales en una placa de muestra de materiales y semillas utilizadas para cultivar alimentos. Finalmente, el Laboratorio de Investigación Naval de EE. UU. transformará la energía solar en energía de microondas de radiofrecuencia que luego podría transmitirse al suelo», afirman en el comunicado.
«Un gran paso para el programa»
«Esta sexta misión es un gran paso para el programa X-37B», Randy Walden, Director y Oficial Ejecutivo de Programas del Departamento de la Oficina de Capacidades Rápidas de la Fuerza Aérea. «Esta será la primera misión X-37B en usar un módulo de servicio para albergar experimentos. La incorporación de un módulo de servicio en esta misión nos permite continuar expandiendo las capacidades de la nave espacial y albergar más experimentos que cualquiera de las misiones anteriores».
No está claro cuánto durará OTV-6, pero el precedente sugiere que la misión será larga. Cada vuelo de OTV ha batido los récords de duración del programa. Entre las cinco misiones X-37B anteriores se el prototipo espacial autónomo acumula 2.865 días en órbita, algo así como 7 años y 10 meses de pruebas fuera de la Tierra.
Fuente: ABC