Detectada el 25 de diciembre, la roca del tamaño de un autobús pasó rozando la Tierra este jueves.
Los astrónomos no lo detectaron hasta la noche de Navidad, apenas tres días antes de que pasara «rozando» la Tierra. Si su trayectoria le hubiera llevado a chocar contra nosotros, nadie habría podido hacer nada por evitarlo.
Su escueto nombre es 2017 YZ4, y es solo uno de los 17.506 NEOs conocidos (Objetos Cercanos a la Tierra) que «zumban» continuamente alrededor de nuestro mundo. Eso sí, este vagabundo espacial en concreto no fue localizado hasta el pasado 25 de diciembre por científicos del Observatorio de Vigilancia del Monte Lemmon, en Arizona. Y cuando lo vieron por primera vez, ya lo teníamos encima.
2017 YZ4 tiene unos 15 metros de longitud, más o menos el tamaño de un autobús, y pasó junto a nosotros, a solo 224.000 km. de distancia (más cerca de lo que está la Luna) el 28 de diciembre. Toda una «inocentada cósmica».
La roca se mueve a una velocidad de 34.000 km. por hora, 16 veces más deprisa que una bala (solo tardaría unos diez minutos en cubrir la distancia entre Londres y Nueva York), y si hubiera caído en una zona poblada habría podido causar serios daños. Como mínimo, parecidos a los que provocó el meteorito de Chelyabinsk, que en febrero de 2013 estalló justo encima de esa localidad rusa causando más de mil heridos.
«Se trata -afirma Lindley Johnson, oficial de Defensa Planetaria de la NASA en Washington- del primer asteroide, que sepamos, que roza la Tierra a una distancia inferior a la de la Luna desde los dos que pasaron, con solo media hora de intervalo, el pasado 21 de noviembre».
Pero no es un caso aislado. En efecto, 2017 YZ4 es solo uno de los 52 asteroides que nos han visitado, solo durante este año, a una distancia inferior a la de la Luna.
«A 25 de diciembre -explica Johnson a la revista Newsweek-, había 17.506 NEOs en órbita alrededor del Sol capaces de acercarse a nuestro planeta: 17.400 de ellos son asteroides y 106, cometas».
Aunque pueden parecer muchos, los astrónomos creen que la cifra apenas representa un pequeño porcentaje de los NEOs que, efectivamente, están «ahí fuera». La prueba es el enorme número de ellos que pasan a engrosar, cada año, la lista. En palabras de Johnson, «solo este año, hemos descubierto 1.966 nuevos Objetos Cercanos a la Tierra. En 2016 descubrimos 1.887 y, en 2015, otros 1.566».
Una pesadilla
«Los asteroides cercanos a la Tierra nunca son ‘nuevos’ -afirma Johnson-. Han estado allí durante muchos milenios, aunque todavía no los hemos descubierto todos». Los que conocemos, según el científico, solo son la punta del iceberg.
Si 2017 YZ4 hubiera tenido un rumbo de colisión, solo habríamos tenido unas cuantas horas para reaccionar. Esa es la «pesadilla» con la que conviven a diario el cada vez mayor número de investigadores que escrutan el cielo en busca de posibles amenazas.
La tecnología actual permite detectar con tiempo suficiente (años, incluso décadas), a los asteroides peligrosos más grandes, los que tienen varios km. de longitud y que serían capaces de causar la extinción de la vida en la Tierra. El verdadero problema, sin embargo, está en los más pequeños, los que tienen menos de 50 metros, que son mucho más abundantes y que tienen el potencial suficiente para reducir a cenizas una ciudad entera.
Fuente: ABC