Por Mariano Andrés Peter
Imágen de un eclipse de Luna
Los eclipses de Sol y de Luna, los cometas, las conjunciones y otros fenómenos celestes, son verdaderos espectáculos que nunca dejarán de maravillar y asombrar a grandes y chicos.
A continuación caracterizaremos a cada uno de estos fenómenos astronómicos y veremos cuales son las maneras más convenientes y seguras de poder observarlos y disfrutarlos.
Un meteoro atravesando el cielo nocturmo
Podemos tratar de filmarlos si contamos con el equipo y los conocimientos necesarios.
Es interesante además llevar un registro de los avistamientos que tengamos por hora.
No es necesario fijar toda la noche la vista en la constelación radiante, es decir aquella de donde parecen surgir todos los meteoros ya que si bien por lo general la mayoría de los avistamientos se producen en cercanías de la constelación radiante, muchos otros meteoros se pueden observar en sitios totalmente opuestos del cielo. Esta es la razón por la que se recomienda que sean dos o más personas las que participen de la observación, así se puede cubrir todo el cielo con la vista y todos los meteoros podrán ser registrados.
Ya dijimos que las luces de la ciudad son un problema a la hora de presenciar estos fenómenos celestiales. El resplandor del alumbrado público eclipsa generalmente a los meteoros menos luminosos. Otros factores que interfieren son el smog, la niebla, las nubes y también la Luna, sobre todo cuando se encuentra en su fase llena.
Meteoros quemándose en la atmósfera
Los cometas y algunos asteroides que tienen órbitas cercanas a la Tierra, dejan tras de sí un rastro, una especie de estela de partículas en suspención que se han desprendido debido al calor y al viento solar. A veces se desprenden fragmentos de tamaño considerable que luego podemos ver como bólidos al atravesar el cielo.
Cuando la Tierra en determinadas épocas del año atraviesa estas zonas de deshechos en suspención, estos golpean en la atmósfera a una velocidad aproximada a cien mil km por hora. A esa velocidad, por más que en la mayoría de los casos se trate de pequeñas partículas no más grandes que un grano de arena, la fricción con las capas superiores de la atmósfera produce un destello importante y siempre se desintegran sin llegar a tocar el suelo. Es lo que popularmente se conoce como una estrella fugaz. Si en cambio el objeto tiene dimensiones importantes y demora más en quemarse en su reentrada a la atmósfera produciendo un brillo muy intenso, sonido y una estela de gran longitud en el cielo, estamos en presencia de un bólido. A veces se pueden encontrar sus restos, los meteoritos.
Si el meteoro es muy luminoso se lo denomina bólido
Hay unas diez lluvias de meteoros importantes. Algunas son visibles únicamente desde el hemisferio norte y por lo tanto son casi imperceptibles desde nuestras latitudes.
Las cuatro lluvias principales que podemos apreciar desde Argentina son:
Oriónidas, Tauridas, Leoninas y Gemínidas. Estas lluvias tienen como radiantes a las constelaciones de Orión, Tauro, Leo y Géminis respectivamente. Son constelaciones fáciles de identificar en el cielo y en las cartas celestes.
A continuación mostramos una tabla de datos referidos a las diez lluvias principales de meteoros. En rojo, las cuatro que mejor se ven desde nuestra latitud.
Es importante agregar que, si bien estas lluvias pueden durar varios días, tienen un día en particular de máxima actividad al que llamamos apogeo.