Eclipses, Cometas y otros Fenómenos Celestes

Por Mariano Andrés Peter 

 

 

 Imágen de un eclipse de Luna

Los eclipses de Sol y de Luna, los cometas, las conjunciones y otros fenómenos celestes, son verdaderos espectáculos que nunca dejarán de maravillar y asombrar a grandes y chicos.
A continuación caracterizaremos a cada uno de estos fenómenos astronómicos y  veremos cuales son las maneras más convenientes y seguras de poder observarlos y disfrutarlos.

 

 

 

 

Imágen de una conjunción entre Júpiter y Saturno

Todos los años suelen producirse conjunciones, algunas de las cuales pueden ser muy interesantes de observar. Las más bellas son las que involucran a la Luna con algún planeta o estrella brillante, o las que se producen entre planetas muy brillantes como Júpiter y Venus. Otras conjunciones llamativas son las que se dan entre varios planetas, tres o más. En algunos casos la conjunción puede resultar en ocultación, cuando por ej. la Luna bloquea totalmente la visión del otro objeto celeste en cuestión.

TRÁNSITO: Es un fenómeno que puede ser considerado como un eclipse o conjunción entre el Sol y cualquiera de los dos planetas más interiores, Mercurio y Venus.En muy raras ocasiones, Mercurio pasa por delante del disco solar. Este recorrido puede durar algunas horas (cuatro o cinco horas). Si bien puede confundirse con una mancha solar, al cabo de varios minutos podremos notar el desplazamiento del planeta.Los tránsitos de Venus se producen de a pares, con ocho años de diferencia. Las observaciones hechas por los antiguos de los tránsitos de Venus sirvieron para calcular la distancia entre ese planeta y la Tierra como así también por extensión, la escala del sistema solar. Además, el científico ruso Mikhail Lomonosov pudo descubrir que Venus tiene atmósfera durante el tránsito de 1761. Pudo apreciar que el planeta presentaba un halo a medida que se desplazaba por delante de la cara resplandeciente del Sol. Para observar un tránsito se debe contar con un telescopio, pero al igual que los eclipses solares, LOS TRÁNSITOS JAMÁS SE DEBEN VER SIN LOS FILTROS SOLARES CORRESPONDIENTES.

LUNA AZUL: De acuerdo con el folclore moderno, una Luna Azul es la segunda Luna llena durante un mes calendario. Normalmente los meses tienen solamente una Luna llena, pero ocasionalmente se cuela una segunda. Las Lunas llenas están separadas por 29 días, mientras que la mayoría de los meses tienen 30 o 31 días de duración; así que es posible ubicar dos Lunas llenas en un mismo mes. Esto sucede, en promedio, cada dos años y medio.
Este fenómeno en realidad no tiene nada que ver con el color de la Luna. La segunda Luna llena en un mismo mes es del mismo color blanco perlado con zonas más grises que durante el resto del año. La confusión viene en realidad del año 1883 cuando se produjo una de las explosiones volcánicas más grandes de la historia, la del monte Krakatoa en Indonesia. Los científicos comparan su estallido con el de una bomba nuclear de 100 megatones. A 600 kilómetros de distancia, la gente escuchó un ruido tan fuerte como el de un cañonazo. Columnas de cenizas se elevaron hasta los mismos límites de la atmósfera terrestre.

 

Nuestro satélite natural, la Luna

Algunas de las nubes de ceniza estaban llenas de partículas de aproximadamente un micrón (una millonésima de metro) de diámetro, el tamaño justo como para filtrar fuertemente la luz roja, mientras que permite que pasen otros colores. Los haces de luz blanca de la Luna que pasaban a través de las nubes emergían de color azul, y algunas veces de color verde. Durante varios meses nuestro satélite natural pudo ser observado en distintas partes del mundo de color azulado o verdoso. Si bien no está clara la conexión con este acontecimiento catastrófico, desde entonces la segunda Luna llena en el mismo mes, se llama Luna azul.

LLUVIAS DE METEOROS: Las lluvias de meteoros (más conocidas como lluvias de estrellas fugaces), son los fenómenos celestes más comunes y también los más fáciles de observar ya que no se requiere de ningún instrumento de observación como telescopios o binoculares, solo hace falta ubicarse en un sitio oscuro, alejado de las luces de la ciudad, sin árboles u otros objetos que puedan interferir con la visión  y eso sí, mucha paciencia. Pueden pasar quizás un par de horas en las que no observemos nada pero en cuestión de diez minutos podemos llegar a deleitarnos con unos cuantos meteoros luminosos. Tal vez inclusive hasta podamos presenciar la caída de un bólido muy luminoso, que emita algún sonido y presente una estela prominente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.