Distribución galáctica en el tiempo. (Foto: Eric Huff, the SDSS-III team, the South Pole Telescope team. Gráfico de Zosia Rostomian)

(NCYT) Hasta entonces, el universo se había estado expandiendo a una velocidad cada vez menor, debido, esencialmente, al efecto de la atracción gravitatoria ejercida mutuamente por todas las concentraciones de materia existentes en él. Sin embargo, cuando la expansión del universo separó lo suficiente esas acumulaciones de materia, la Energía Oscura, una misteriosa fuerza de la que no se sabe casi nada, comenzó a ejercer una influencia mayor que la de la gravedad. Y, en aquel momento crucial de ese enigmático pulso entre colosos, la expansión del universo comenzó a acelerarse.

Un equipo de científicos del Laboratorio Nacional estadounidense Lawrence Berkeley, trabajando dentro de la Iniciativa de Inspección Espectroscópica de Oscilación Bariónica (BOSS por sus siglas en inglés) y sus colegas del tercer rastreo del proyecto SDSS (Sloan Digital Sky Survey) ha obtenido las mediciones más precisas realizadas hasta la fecha sobre cuánto tiempo había transcurrido desde el Big Bang cuando la expansión del universo comenzó a acelerarse.

El grupo de David Schlegel de la División de Física del citado laboratorio en Berkeley, e investigador principal de la iniciativa BOSS, ha conseguido aclarar que la época en que la Energía Oscura pasó a ejercer un papel dominante en la expansión del universo fue hace unos seis mil millones de años, y esto abre nuevas perspectivas para llevar a cabo experimentos que quizá permitan descubrir qué es la Energía Oscura y por qué acelera la expansión del universo.

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