Situados en el cúmulo de estrellas Híades, se encontraría diez veces más cerca que el agujero más próximo conocido hasta ahora.
Imagen del cúmulo estelar de las Híades – JOSE MTANOUS
Un equipo internacional de investigadores, entre ellos dos de la Universidad de Barcelona (UB), han encontrado indicios de la existencia de hasta tres agujeros negros en el cúmulo de las Híades, a tan solo 150 años luz. Si están en lo cierto, estos agujeros negros serían los más cercanos a la Tierra nunca detectados.
En el estudio, publicado en la revista ‘Monthly Notices of the Royal Astronomical Society’, el equipo de astrofísicos utilizó simulaciones que siguen el movimiento y la evolución de todas las estrellas de las Híades para reproducir su estado actual.
Las Híades forman un cúmulo abierto, un grupo débilmente unido de cientos de estrellas que comparten algunas propiedades como la edad y sus características químicas. Los resultados de la simulación se compararon con las posiciones y velocidades reales de las estrellas de las Híades, que ahora se conocen con precisión gracias a las observaciones realizadas por el satélite Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA).
«Nuestras simulaciones sólo pueden coincidir simultáneamente con la masa y el tamaño de las Híades si algunos agujeros negros están presentes en el centro del cúmulo a día de hoy (o hasta hace poco)», explica Stefano Torniamenti, investigador postdoctoral en la Universidad de Padua y primer autor del artículo.
Las propiedades observadas de las Híades se reproducen mejor mediante simulaciones con dos o tres agujeros negros en la actualidad, si bien las simulaciones donde todos los agujeros negros han sido expulsados recientemente (hace menos de 150 millones de años, aproximadamente el último cuarto de la edad del cúmulo) todavía pueden dar una buena coincidencia, porque la evolución del cúmulo no podría borrar las huellas de su anterior población de agujeros negros.
Dentro del cúmulo
Los nuevos resultados indican que los agujeros negros nacidos en las Híades todavía están dentro del cúmulo, o muy cerca del cúmulo. Esto les convierte en los agujeros negros más cercanos al Sol, mucho más cercanos que el candidato anterior (en concreto, el agujero negro Gaia BH1, que se encuentra a 1.500 años luz de la Tierra en la constelación de Ofiuco.
En los últimos años, la irrupción del telescopio espacial Gaia ha permitido por primera vez estudiar en detalle la posición y velocidad de las estrellas de cúmulos abiertos e identificar a cada estrella con confianza.
«Esta observación nos ayuda a entender cómo la presencia de agujeros negros afecta a la evolución de los cúmulos estelares y cómo a su vez los cúmulos estelares contribuyen a las fuentes de ondas gravitacionales», comenta Mark Gieles, miembro del Departamento de Física Cuántica y Astrofísica de la UB. «Estos resultados también nos dan una visión de cómo estos misteriosos objetos se distribuyen a lo largo de la galaxia».
Fuente: ABC