Si hay un área de la ciencia que nunca parará de darnos sorpresas, ésa es la astronomía.
El Universo es inmenso, por lo que es lógico que esconda un gran número de objetos que poco a poco podremos ir descubriendo gracias a la paciencia y el avance de las técnicas de observación.
Éste es el caso de Niku, un objeto transneptuniano que ha sido recientemente descubierto gracias al Telescopio de Investigación Panorámica y Sistema de Respuesta Rápida, situado en Hawaii. Posee unas características muy poco usuales en comparación con otros cuerpos celestes similares, por lo que el siguiente paso para los astrónomos es tratar de discernir su origen; que, de momento, se halla envuelto en una interesante aura de misterio.
¿Qué sabemos del objeto transneptuniano Niku?
Un objeto transneptuniano es cualquier planeta menor (objeto más pequeño que un planeta sin ser un cometa) situado más allá de Neptuno.
Existen muchos cuerpos celestes en esta situación, pero Niku, como le han llamado sus descubridores, posee varias características muy peculiares que lo hacen totalmente diferentes a los demás.
Para empezar, mientras que la mayoría de objetos del Sistema solar se mueven en órbitas planas, el plano de Niku está inclinado de forma ascendente, 110º por encima del resto.
Además, se desplaza de forma retrógrada, en dirección contraria a la mayoría de objetos del Sistema Solar, aportando aún más peculiaridad a este planeta, que según sus observadores parece ser bastante pequeño, con un diámetro por debajo de los 200 km.
¿Cuál puede ser el origen de Niku?
Bautizado como Niku en honor al adjetivo chino “rebelde”, está claro que este objeto transneptuniano no se comporta como se supone que es debido; ¿pero por qué?
Los investigadores que han comenzado a estudiar el caso piensan que su radical cambio de movimiento debió deberse a una colisión anterior con otro objeto, o quizás a la interferencia del campo gravitatorio de algún cuerpo celeste cercano.
Por otro lado, es posible que no esté solo y que proceda de un conjunto mayor de objetos de movimiento retrógrado, como el curioso grupo de seis objetos alineados en el cinturón de Kuiper; que, según algunos científicos, pudieron ser colocados allí por la acción del hipotético planeta 9.
El siguiente paso será proceder a la revisión por pares del estudio, que de momento sólo puede leerse en arXiv.
Hasta entonces este equipo internacional de investigadores se mantienen cautos, a la espera de los resultados, pero su mente sigue dando vueltas a la posible procedencia de este objeto, que ha salido de su escondite dándonos una nueva prueba de todo lo que nos queda por saber sobre el Universo. ¿No es emocionante?
Fuente: Omicrono