Cariclo mide 250 kilómetros de diámetro, está entre Saturno y Urano y tiene dos finos y densos aros hechos de hielo de agua y rocas
El asteroide o miniplaneta Cariclo, situado entre Saturno y Urano, a unos 2.000 millones de kilómetros del Sol, tiene dos finos y densos anillos a su alrededor, como los de Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Es el objeto celeste más pequeño que se conoce con esta característica y ha sido toda una sorpresa para el equipo internacional de astrónomos que observaron el año pasado el asteroide con ocho telescopios ubicados en Chile, Brasil, Argentina y Uruguay.
No saben cómo se formarían estos anillos, pero la mejor hipótesis es que son producto de una colisión tal vez de minilunas en su entorno que generó un disco de escombros de rocas y, sobre todo, pedazos de hielo de agua. Los astrónomos, de momento, han bautizado los anillos Oiapoque y Chu, dos ríos del Norte de Brasil, pero están pendientes de la confirmación por parte de la Unión Astronómica Internacional que regula la nomenclatura de objetos celestes. El líder del equipo es el científico brasileño Felipe Braga Rivas.
La observación de Cariclo se planificó al detalle para el tres de junio del año pasado, cuando los astrónomos sabían que el miniplaneta se cruzaría por delante de una estrella lejana (UCAC4 248-1088672) en la línea de visión desde la Tierra. Los diferentes observatorios se coordinaron para hacer las mediciones de la ligerísima atenuación de la luz de la estrella cuando el asteroide pasara por delante, lo que se denomina ocultación. Pero hallaron algo inesperado: unos pocos segundos antes y después de la caída del brillo aparente de la estrella al interponerse Cariclo, hubo dos ligeras atenuaciones de dicho brillo, lo que indicaba que algo más estaba ocultando la luz. Al comparar los datos de los diferentes telescopios lograron reconstruir no solo la forma y el tamaño, sino también la forma, anchura, orientación y otras propiedades de los anillos, informa el Observatorio Europeo Austral (ESO), cuyo observatorio en La Silla ha sido central en este descubrimiento. Los anillos de Urano y los de Neptuno se descubrieron de forma similar, por ocultación, en 1977 y 1984, respectivamente.
“Estábamos muy sesgados por la idea de que los eventos breves de ocultación se debieran a material que Cariclo pudiera expulsar en chorros, como los cometas”, señala José Luis Ortiz, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y uno de los líderes del equipo. “Tras dar muchas vueltas a los datos”, recuerda, “me di cuenta de que estábamos detectando material que se distribuía en una elipse alrededor de Cariclo, formando un anillo como el de Saturno. En ese momento todo empezó a aclararse y no solo encajaron todas las piezas del rompecabezas, sino que pudimos explicar otros fenómenos extraños que se habían observado años antes”.
Los dos anillos de Cariclo (técnicamente Centaur 10199) miden de ancho siete kilómetros uno y tres otro, separados por una franja vacía de nueve kilómetros, y tienen radios orbitales de 391 y 405 kilómetros, respectivamente. Su configuración se podría explicar por la presencia de una miniluna alrededor del asteroide que no se han descubierto. “No estábamos buscando anillos y no creíamos siquiera que un cuerpo pequeño como este los tuviera, por lo que el hallazgo y la asombrosa cantidad de detalles que hemos visto en el sistema llegó como una auténtica sorpresa”, comenta Braga-Ribas (investigador del Observatorio Nacional/MCTI de Río de Janeiro) en un comunicado del ESO. El hallazgo se publica esta semana en la revista Nature.
Cariclo es mayor objeto conocido de la familia de los llamados centauros y puede ser un miniplaneta desplazado del cinturón de Kuiper. Los centauros son cuerpos pequeños con órbitas inestables que se cruzan a menudo con las de los grandes planetas. En el hallazgo de los anillos a su alrededor ha jugado un papel central una cámara especial diseñada en el Instituto Niels Bohr danés e instalada en un telescopio en La Silla. “La cámara tiene una altísima resolución que explotamos para buscar exoplanetas, pero también para otros proyectos, como este de Cariclo”, explica Uffe Grae Jorgensen, astrónomo del instituto y uno de los autores del descubrimiento del miniplaneta con anillos.
Fuente: El País