Cuando Domingo Faustino Sarmiento fue Presidente de la Nación inauguró en Córdoba, el primer Observatorio Astronómico de nuestro país. Esto sucedió el 24 de octubre de 1871 y a partir de ahí es la fecha en que se celebra el día de la astronomía argentina.Pocos años después, el 22 de noviembre de 1883, la ciudad de La Plata fundaba su propio observatorio astronómico que este año cumple 125 años de vida.
La astronomía se dicta a nivel universitario en las Universidades Nacionales de La Plata, Córdoba y San Juan donde también se hace investigación. El Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR) y el Instituto de Astronomía y Física del Espacio (IAFE) son algunos de los sitios argentinos donde la astronomía tiene cabida. El Complejo Astronómico El Leoncito (CASLEO) posee el telescopio más importante de nuestro país y depende de las tres universidades citadas y del CONICET .
Los astrónomos argentinos son partícipes de múltiples programas de investigación que los vinculan con grupos de otros países y con el acceso y uso de telescopios, instrumentos, satélites y proyectos internacionales en esta área.
Cuando Domingo Faustino Sarmiento fue Presidente de la Nación inauguró en Córdoba, el primer Observatorio Astronómico de nuestro país. Esto sucedió el 24 de octubre de 1871 y a partir de ahí es la fecha en que se celebra el día de la astronomía argentina. Pocos años después, el 22 de noviembre de 1883, la ciudad de La Plata fundaba su propio observatorio astronómico que este año cumple 125 años de vida.
La astronomía se dicta a nivel universitario en las Universidades Nacionales de La Plata, Córdoba y San Juan donde también se hace investigación. El Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR) y el Instituto de Astronomía y Física del Espacio (IAFE) son algunos de los sitios argentinos donde la astronomía tiene cabida. El Complejo Astronómico El Leoncito (CASLEO) posee el telescopio más importante de nuestro país y depende de las tres universidades citadas y del CONICET .
Los astrónomos argentinos son partícipes de múltiples programas de investigación que los vinculan con grupos de otros países y con el acceso y uso de telescopios, instrumentos, satélites y proyectos internacionales en esta área.
Las estrellas del Sur para el mundo
Cuando Domingo Faustino Sarmiento fue embajador en Estados Unidos, conoció a Benjamin Apthorp Gould, astrónomo norteamericano y que luego sería el primer director del Observatorio Nacional de Córdoba. Cada uno desde sus convicciones y anhelos sembró las semillas de la astronomía en nuestro país. Un país moderno deseaba Sarmiento; catalogar las estrellas del hemisferio Sur hasta entonces no registradas, impulsaba a Gould a aceptar venir a estas tierras lejanas.
Durante poco más de una década, astrónomos de todo el mundo recibieron los datos registrados en el Observatorio Nacional Argentino (como se lo llamaba por entonces) en publicaciones como:
«Uranometría argentina» (1879). Recibió la medalla de Oro de la Royal Astronomical Society en 1883, «Catálogo de las zonas estelares» (1884) con más de 70.000 estrellas,»Catálogo general argentino de 1886″, con más de 30.000 estrellas.
Gould también incorporó la fotografía astronómica. Poco después de su muerte, ocurrida en 1896, se editaría «Fotografías cordobesas».
Gould inició gestiones para que se desarrollara un programa de observaciones meteorológicas, lo cual culminó en 1872, con la creación de la Oficina Meteorológica Argentina, predecesora del actual Servicio Meteorológico Nacional. Fue su director y la sede estuvo en el Observatorio Astronómico de Córdoba.
En 1885 Gould se despidió de la Argentina para regresar a su país:»Usted señor Sarmiento me ha atribuido el honor de haber hecho algo en pro de este país querido. Permítame contestar que es usted y el país que han hecho todo para mí… usted ha sabido, lo que era el colmo de mi ambición, conseguir la oportunidad de estudiar el cielo austral».
Por su parte, Sarmiento le respondió que «recién ahora, y como movidos por el impulso dado desde el Observatorio de Córdoba, se habla en Europa de adoptar y generalizar el mismo procedimiento, aplicado con brillo doce años entre nosotros. Por el mismo método quedan fijadas las posiciones relativas de estrellas dobles, no sólo entre sí mismas, sino con relación al meridiano celeste. Desde que se emite la idea de que el movimiento es la ley universal, aun en las estrellas, se comprende de cuánta magnitud pueden ser los resultados de la fotografía celeste».