La cápsula de SpaceX salió disparada y cayó al océano en la simulación de un fallo en el lanzamiento que implicó la destrucción de un cohete en pleno vuelo.
La cápsula Crew Dragon de SpaceX ha superado la gran prueba final antes de ser utilizada para transportar a los astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS) en sustitución de las naves Soyuz rusas. La compañía aeroespacial de Elon Musk ha llevado a cabo este domingo en el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral, Florida (EE.UU.), un importante test para probar que la nave es capaz de escapar y salir indemne en caso de un fallo durante el lanzamiento. Para ello, ha destruido en pleno vuelo el cohete Falcon 9 en el que viajaba acoplada con dos muñecos a bordo. Como estaba previsto, la cápsula se ha separado y ha desplegado unos paracaídas para caer con seguridad en el océano, donde será rescatada.
La prueba para simular un escenario de aborto en vuelo se había programado originalmente para mediados de 2019, pero se retrasó después de que una cápsula explotara en abril en un banco de pruebas justo antes de disparar sus propulsores de aborto de lanzamiento, lo que desencadenó una larga investigación. Ayer sábado se intentó llevar a cabo, aunque el mal tiempo y el fuerte oleaje obligaron a cancelarla hasta esta tarde. Esta vez sí fue posible. Los propulsores del cohete Falcon 9 se apagaron sobre el océano menos de dos minutos después del despegue en un fallo simulado que provocó que la cápsula fuera expulsada. Sus motores Super Draco se dispararon a velocidades supersónicas de hasta 2.400 kph.
Cuatro paracaídas
La cápsula desplegó cuatro paracaídas para frenar su descenso al agua y se precipitó a 32 km de la costa de Cabo Cañaveral. A bordo llevaba dos muñecos con forma humana en asientos equipados con sensores de movimiento para recopilar datos sobre la fuerza ejercida, para conocer el efecto que la aceleración provocaría en el cuerpo de los astronautas reales durante el aborto. Según informa Reuters, cada etapa de la prueba provocó fuertes aplausos de los miembros de SpaceX que vieron las imágenes desde tierra.
Jim Bridenstine, actual administrador de la NASA. felicitó a la agencia y a SpaceX por el éxito de la prueba. «Esta prueba crítica nos pone a punto de lanzar una vez más a los astronautas estadounidenses en cohetes estadounidenses desde suelo estadounidense. Las operaciones de recuperación de la nave espacial están en marcha», señaló.
Llevará humanos este año
En efecto, el test de este domingo es crucial para permitir que la Crew Dragon transporte a humanos a la estación espacial, algo que la NASA espera ocurra este mismo año. La agencia espacial otorgó 4.200 millones a Boeing y 2.500 millones a SpaceX en 2014 para desarrollar por separado sistemas de cápsulas tripulables que lleven a los astronautas al espacio desde EE.UU. El motivo es que desde que su programa de transbordadores espaciales terminara en 2011, la agencia espacial ha tenido que confiar en las naves espaciales rusas para sus viajes a la estación espacial. Si los responsables de SpaceX confirman que la prueba ha salido bien, las Soyuz rusas pueden tener los días contados.
Fuente: ABC