Cualquier persona escéptica con una base científica de conocimientos, así como muchos creyentes, no se calentarían la cabeza por el tema, sea que una u otra postura tengan razón, ya que consideran que la Biblia es un texto religioso y no científico, y no se supone que exprese verdades científicas sobre el mundo (a pesar de que, bien mirado, si la Biblia fuera en verdad un libro inspirado por Dios, el Señor de los Ejércitos podría haber tenido la amabilidad de escribir sobre la vacunación, los antibióticos o la talla de lentes ópticos, y le hubiera hecho un tanto más llevadera la vida a sus súbditos israelitas, por no hablar de nosotros). Pero para los fundamentalistas de la Biblia, el tema es mortalmente serio. Precisamente tengo a la vista dos libritos de los Testigos de Jehová ("La vida, ¿cómo se presentó aquí? ¿por evolución, o por creación?", y "La Biblia, ¿la palabra de Dios, o palabra del hombre?"), que afirman la exactitud de la Biblia en su sentido más literal. Y ambos librillos defienden (entre otros gruesos errores lógicos y fácticos) que la Biblia proclama una Tierra redonda ("La vida..." pags. 200-202, y "La Biblia..." pags. 99-100, si tiene un ejemplar no se moleste en consultar el otro porque dicen lo mismo casi textualmente). Así es que vale la pena indagar un poco en el particular, para confirmar o refutar el texto bíblico - en lo que se refiere al tema presente, claro está.

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