El sitio de colisión, en el lado de sombra permanente del cráter, no ha recibido luz del Sol en miles de millones de años, y los científicos pudieron analizar el polvo, el vapor y las rocas levantadas por el impacto cuando estos se elevaron por encima del borde de Cabeus y absorbieron la luz.
Esto permitió la medición espectrográfica, es decir el análisis de la luz absorbida en diferentes longitudes de ondas que revela diferentes compuestos, y los científicos vieron las señales de agua bajo luz infrarroja y ultravioleta.
El sitio de colisión, en el lado de sombra permanente del cráter, no ha recibido luz del Sol en miles de millones de años, y los científicos pudieron analizar el polvo, el vapor y las rocas levantadas por el impacto cuando estos se elevaron por encima del borde de Cabeus y absorbieron la luz.
Esto permitió la medición espectrográfica, es decir el análisis de la luz absorbida en diferentes longitudes de ondas que revela diferentes compuestos, y los científicos vieron las señales de agua bajo luz infrarroja y ultravioleta.
"Vemos la prueba de la presencia de agua en dos instrumentos", dijo Colaprete. "Y eso es lo que nos da tanta certeza sobre nuestras conclusiones", aclaró.
La NASA, que espera enviar astronautas a la Luna hacia el 2020, tiene planes para el establecimiento de una base habitada por humanos de forma permanente en la superficie lunar y que sirva como punto de escala en viajes espaciales más largos.
El hallazgo de volúmenes de hielo en la Luna que puedan proveer de agua a los residentes humanos es un avance sustancial en el proyecto para el sustento de una base lunar.
El hielo podría usarse para obtener agua potable y también como fuente de hidrógeno para el combustible de los cohetes.
Sobre la base de sus mediciones, el equipo de Colaprete calculó que había a la vista de sus instrumentos unos 100 litros de agua.
Los científicos han especulado por años en el sentido de que los cráteres con sombra permanente en el polo sur de la Luna podrían contener agua helada en la superficie porque ello explicaría la presencia de cantidades significativas de hidrógeno en esas regiones.
Si el agua que se formó o se depositó data de miles de millones de años "estos depósitos polares helados podrían dar claves sobre la historia y evolución del sistema solar", señaló la NASA.
La presencia de agua en la Luna ya la había detectado un instrumento construido por la NASA y enviado en 2001 a bordo de la sonda de India, Chandrayaan-1, pero se encontró en pequeñas cantidades y vinculada al polvo de la superficie lunar.
Colaprete añadió que no solo se vio agua en la nube de materiales levantadas por la colisión. "Hay muchas cosas allí", dijo.
El impacto de la sonda se observó mediante su nave hermana, el Orbitador de Reconocimiento Lunar, como asimismo con otros telescopios espaciales y desde la Tierra.
Fuente: EFE