La estación orbital Skylab

Por Juan Manuel Biagi 

 

 Logo de la estación orbital Skylab

El Proyecto Apollo Aplication Programme (AAP)

En 1965, la NASA potencio los estudios dedicados a la construcción de estaciones orbitales tripuladas y cambio la denominación Apollo-X por Apollo Aplication Programme (AAP). Un año mas tarde comenzó a considerarse el uso de la fase S-IV del cohete Saturn-I B como elemento adecuado para la construcción de un laboratorio.
El tanque de hidrogeno de dicha fase seria el lugar habitado por los astronautas, mientras que el tanque de oxigeno, el motor y la tobera quedarían totalmente inaccesibles, en la otra parte del cilindro se colocarían los sistemas de acoplamiento.

Por Juan Manuel Biagi 

 

 Logo de la estación orbital Skylab

El Proyecto Apollo Aplication Programme (AAP)

En 1965, la NASA potencio los estudios dedicados a la construcción de estaciones orbitales tripuladas y cambio la denominación Apollo-X por Apollo Aplication Programme (AAP). Un año mas tarde comenzó a considerarse el uso de la fase S-IV del cohete Saturn-I B como elemento adecuado para la construcción de un laboratorio.
El tanque de hidrogeno de dicha fase seria el lugar habitado por los astronautas, mientras que el tanque de oxigeno, el motor y la tobera quedarían totalmente inaccesibles, en la otra parte del cilindro se colocarían los sistemas de acoplamiento.

 

 Gráfico de Skylab

Pronto se supo que la estructura ideada no era la adecuada para realizar los experimentos propuestos. Se buscaba un diseño capaz de tener por lo menos dos equipos de instrumentos. Por una parte el Apollo Telescope Mount (ATM) que podría ser un modulo lunar remodelado donde se incluirían cuatro paneles solares y por otra parte el Mapping and Survey System (M-SS), alojado en otro modulo lunar.
Para que el laboratorio espacial (Workshop) admitiera a ambos equipos, se diseño un cuerpo nuevo denominado Multiple Docking Adapter (MDA) consistente en un cilindro dotado de mecanismos y compuertas que tenían como objetivo el atraque con otras capsulas, además tendría dos paneles solares para suministrar energía eléctrica al conjunto.
En 1967 se estableció un programa muy elaborado, en todos los lanzamientos se emplearía el Saturn-I B. Comenzaría con el lanzamiento de la capsula tripulada transportando el equipo destinado al experimento M-SS. Esta primera misión era denominada AAP-1, después de un periodo de 30 días de duración, el modulo de comando regresaría a la Tierra con los astronautas, luego se lanzaría la misión AAP-3 formado por una capsula Apollo y el ATM, uniéndose al Workshop en orbital, la misión tendría una duración de aproximadamente 60 días y varias misiones AAP de igual duración completarían la totalidad del programa en dos años.
A mediados de 1967 hubo un crecimiento en el programa AAP, fue entonces cuando se pensó en la utilización del Saturn-V para lanzar una estación espacial mayor, que incluso podría colocarse en orbita lunar, permitiendo funciones de alunizaje. Esta idea no dio resultado.
En 1968 los recortes en el presupuesto de la NASA para la investigación espacial afectaron considerablemente el proyecto AAP, esto obligo a hacer una reestructuración de las misiones hacia 1970.
El 24 de febrero de 1970 se anuncia oficialmente la remodelación del programa AAP que pasa a denominarse Skylab.

 

Otro gráfico que muestra la estructura interna de Skylab

Skylab

En 1971, una nueva reducción presupuestaria hace que se cancelen los vuelos espaciales Apollo-18, Apollo-19 y Apollo-17 se adelantaría a junio de 1972, Skylab quedaba para mayo de 1973.

El recorte del programa Apollo fue muy lamentada por los técnicos, pero sirvió para potenciar el proyecto Skylab, se disponía de dos cohetes Saturn-V, no utilizados que podrían emplearse como lanzadores del laboratorio orbital permitiendo, de esta forma, el empleo de todo el volumen interior de la fase S-IV B como lugar de equipos y estancia para el trabajo. A finales de 1971 se define por completo la estructura del laboratorio y se establecen las líneas de actuación e investigación más favorables. La construcción no sufrió contratiempos, desarrollándose como estaba previsto.
Los trabajos en el Skylab estaban divididos en varias áreas:
1- Área Técnica: Investigaría el comportamiento de los mecanismos espaciales en vuelos de larga duración.
2- Área Astronómica: Permitiría una muy buena observación de los objetos celestes fuera de la atmósfera, el Sol y el cometa Kohoutek serian los cuerpos celestes más estudiados.
3- Área Humana: Permitiría estudiar la capacidad de adaptación del cuerpo humano a espacios cerrados, aislados y sin gravedad, en los aspectos psicológicos y fisiológicos y su capacidad para manejar y mantener sistemas de alta complejidad del laboratorio, contribuyeron enormemente al conocimiento que el hombre tiene de si mismo y del entorno que lo rodea.
4- Área de Investigación Terrestre: Destinada al estudio de recursos terrestres (minería, hidrocarburos, cultivos agrícolas, etc.), investigación meteorológica, previsión de catástrofes naturales (volcanes, inundaciones, plagas, etc.).
También seria estudiado el comportamiento, en falta de gravedad de diversos animales, vegetales y pequeños ecosistemas y se analizarían los resultados obtenidos en la construcción de piezas, soldaduras en un medio ingrávido, producción de cristales, la manipulación de metales y otros materiales, las áreas Técnica y Humana deberían dar datos muy valiosos sobre proyectos de construcción de estaciones espaciales de enlace para la exploración del espacio en un futuro.

 

Imágen de Skylab en órbita

Astrónomos develan el origen de la vida

ASTRONOMOS DEVELAN ORIGENES CÓSMICOS DE LA VIDA.
12 de Febrero de 2009.
Los procesos que llevan la fundación para la vida en la Tierra, formación de
planetas y estrellas, la producción de complejas moléculas orgánicas en el
espacio interestelar, están mostrando sus secretos a los astrónomos, armados
con nuevas y poderosas herramientas de investigación. Estos describieron
estos puntos en el simposio "Cuna Cósmica de la Vida".

ASTRONOMOS DEVELAN ORIGENES CÓSMICOS DE LA VIDA.
12 de Febrero de 2009.
Los procesos que llevan la fundación para la vida en la Tierra, formación de
planetas y estrellas, la producción de complejas moléculas orgánicas en el
espacio interestelar, están mostrando sus secretos a los astrónomos, armados
con nuevas y poderosas herramientas de investigación. Estos describieron
estos puntos en el simposio "Cuna Cósmica de la Vida".

Los astrónomos han identificado ya más de 150 moléculas en el espacio
interestelar en los pasados 40 años, incluyendo compuestos orgánicos
complejos tales como azúcar y alcoholes. Otra llave son las imágenes
detalladas de "protocúmulos" de estrellas jóvenes y masivas, que revelan una
compleja mezcla de estrellas en diferentes etapas de su formación,
complicados movimientos de gases, y numerosas pistas químicas de las
condiciones físicas de estas cunas estelares.

Estos y otros hechos fueron tratados, con el fin principal de descubrir el
comportamiento tan complejo de la vida en nuestro entorno y más allá de
nuestro vecindario solar.

Más información en:
http://www.astronomy.com/asy/default.aspx?c=a&id=7915

Las estrellas en el Antiguo Egipto

 Por Gustavo Blettler

Las pirámides de Giza, Egipto
 

Egipto como toda cultura ancestral guardaba una estrecha relación con el cielo. Todo lo particular y exclusivo de su cultura también la proyectaban en la bóveda estrellada. 

Como siempre es conveniente comenzar por el principio, señalemos aquí que el año egipcio comenzaba con el orto helíaco de Sirio o el sepedeth como ellos lo definían. Es decir que el año se iniciaba cuando la brillante estrella Sirio aparecía por el este antes que el sol matinal. Los egipcios eligieron este momento ya que coincidía justamente con la crecida anual del Nilo.

 Por Gustavo Blettler

Las pirámides de Giza, Egipto
 

Egipto como toda cultura ancestral guardaba una estrecha relación con el cielo. Todo lo particular y exclusivo de su cultura también la proyectaban en la bóveda estrellada. 

Como siempre es conveniente comenzar por el principio, señalemos aquí que el año egipcio comenzaba con el orto helíaco de Sirio o el sepedeth como ellos lo definían. Es decir que el año se iniciaba cuando la brillante estrella Sirio aparecía por el este antes que el sol matinal. Los egipcios eligieron este momento ya que coincidía justamente con la crecida anual del Nilo.

 

Representación de Osiris (Orión) e Isis (Sirio)

Los egipcios eligieron este momento ya que coincidía justamente con la crecida anual del Nilo. Esta ocasión era esperada con enorme ansiedad por el pueblo, pues la magnitud de sus cosechas dependía del volumen de agua que desbordara del río. Por esta causa, la estrella Sirio se identificó con una de las diosas más importantes del panteón egipcio, la diosa Isis. Solo que en vez de representar un perro en el firmamento como nuestro Can Maioris, representaba una vaca.

Tampoco el gigante Orión era ajeno a los cielos del Nilo y con una figura más o menos parecida a la actual, recibía el nombre alternativo del dios Osiris, unas veces y Horus otras, según el “domo” o territorio desde donde se realizara la observación.

También la constelación de Bootes mantenía unos límites más o menos parecidos a los actuales, aunque los egipcios la bautizaron como Epet.

De este extraño mundo astronómico egipcio quedan hoy pocos rastros en el firmamento, ya que las constelaciones actuales tienen un origen fundamentalmente babilónico y griego. La única excepción que hoy podemos ver en el cielo de una constelación genuinamente egipcia es Ophiucus, que se ha mantenido fija en el espacio, como una ruina arqueológica o un dinosaurio celeste.  

Para esta milenaria cultura las estrellas eran dioses, en unos casos y almas de los difuntos, en otros. Y a tal extremo llegaba esta asociación que dentro de la Gran Pirámide, fueron especialmente ubicados unos ductos para conducir el alma del rey de la Cámara funeraria, donde descansaban sus restos, a la estrella Sirio, como medio directo de comunicación del alma inmortal del faraón con el cielo imperecedero.

Para este pueblo, los planetas en cambio – aparentemente –   no gozaron de una consideración especial; quizá su transito, continuo y errante por el firmamento despertaba suspicacias por su condición de móviles, cuando una de las características de lo inmortal e imperecedero es la inmovilidad.        

 

Zodíaco de Dendera

Los egipcios adornaron muchas tumbas con “techos astronómicos” como es el caso de la sepultura de Sethi I en el Valle de los Reyes. En este sepulcro se representaron constelaciones y dioses justo encima de la bóveda situada sobre el sarcófago real, lo que permitiría el ascenso mágico del alma del difunto rey y su liberación entre las estrellas.   

Muy cerca, en el Valle de las Reinas, en la tumba de Nefertari, también se representaron estrellas sobre el techo de la bóveda, solo que esta vez de manera uniforme y simbólica, sin formar constelaciones.

En Esna, una localidad donde se rendía culto a Cnum (el divino alfarero) se construyó un templo al dios donde fueron pintadas escenas astronómicas y un calendario que señalaba las principales festividades religiosas.

Finalmente en el templo de Dendera, se representó todo un zodíaco en una de las capillas del complejo. Actualmente esta bellísima obra de arte se encuentra en el Museo del Louvre en París, consecuencia de su descarada rapiña por parte de Napoleón. Actualmente solo una copia ocupa el lugar que corresponde al original robado por los franceses. Sobre un fondo azul pueden verse figuras de peces, cerdos, centauros, serpientes, cocodrilos y muchas figuras humanas, constituyendo el mejor ejemplo de cómo veían el cielo los antiguos egipcios.           

Gustavo Blettler, especialista en Arqueoastronomía – AEA

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Astronáutica: Historia de la Cohetería

Por Mariano Andrés Peter 

Los primeros pasos

Para conocer la génesis de la cohetería no alcanza con echar una corta mirada al período entre finales del siglo IXX y la década de los '50 en el siglo XX, que es cuando se produjo el gran desarrollo en esta materia. Hay que remontarse mucho más atrás en el tiempo, a épocas  realmente tan remotas que nos asombrarán.
El registro más antiguo de la construcción y prueba de un aparato volador impulsado a reacción data del año 360 a. C. en la antigua Grecia. Archytas de Tarentum (428 – 347 a. C.) fue un filósofo, matemático e inventor que construyó un aparato de madera con forma de paloma. Lo suspendió en el aire con un cable equilibrándolo con un contrapeso. Este aparato presentaba una serie de pequeños orificios en la parte de la cola por los que escapaba el aire comprimido permitiéndole de esta manera volar en círculos por estar unido al cable.
En el año 62 de nuestra era Herón de Alejandría invento el Aelopile, una esfera hueca y llena de agua que se calentaba y que debido a eso giraba alrededor de un eje por el vapor que salía despedido por dos conductos (toberas) opuestos e inclinados.

Por Mariano Andrés Peter 

Los primeros pasos

Para conocer la génesis de la cohetería no alcanza con echar una corta mirada al período entre finales del siglo IXX y la década de los '50 en el siglo XX, que es cuando se produjo el gran desarrollo en esta materia. Hay que remontarse mucho más atrás en el tiempo, a épocas  realmente tan remotas que nos asombrarán.
El registro más antiguo de la construcción y prueba de un aparato volador impulsado a reacción data del año 360 a. C. en la antigua Grecia. Archytas de Tarentum (428 – 347 a. C.) fue un filósofo, matemático e inventor que construyó un aparato de madera con forma de paloma. Lo suspendió en el aire con un cable equilibrándolo con un contrapeso. Este aparato presentaba una serie de pequeños orificios en la parte de la cola por los que escapaba el aire comprimido permitiéndole de esta manera volar en círculos por estar unido al cable.
En el año 62 de nuestra era Herón de Alejandría invento el Aelopile, una esfera hueca y llena de agua que se calentaba y que debido a eso giraba alrededor de un eje por el vapor que salía despedido por dos conductos (toberas) opuestos e inclinados.

China y los primeros cohetes como armas

Pero más allá de estos primeros experimentos en la antigua Grecia, fue en China donde comenzó el desarrollo de la cohetería con fines bélicos. En el año 228 se utilizó por primera vez la palabra "huo chien" que significa "flecha de fuego", una clara referencia a los primeros cohetes.
Estos cohetes primitivos fueron muy importantes como armas incendiarias y fueron usados tanto en batallas por tierra como navales.
En el año 850 encontramos el primer registro histórico de la utilización de la pólvora por parte de los chinos para sus magníficos fuegos artificiales. En el año 1000 un teniente de la guardia imperial de la dinastía Sung llamado Tang Fu construyo un huo chien más sofisticado y cuatro años más tarde, un tratado militar de Hsu Tung  hace referencia al "huo pao" que significa "proyectil de fuego". En 1044 por orden imperial apareció el libro Wu Ching Tsung  (colección de las más importantes técnicas militares). Fue escrito por Tseng Kung  Liang y en él se menciona reiteradamente la palabra huo pao. Más tarde se comenzó a utilizar la palabra "huo yao chien" que quiere decir "flecha de fuego rápida".
En 1232 encontramos el primer registro fidedigno de la utilización de estas flechas de fuego por parte de los chinos en la batalla de Khaifeng Fu. Las fuerzas de Ogodai, el tercer hijo de Gengis Khan, marcharon y sitiaron la ciudad capital de la provincia de Hunan. Los habitantes de esta ciudad comenzaron a lanzar flechas de fuego contra las tropas invasoras sembrando el pánico entre los mongoles y generando un gran número de bajas. Los registros históricos mencionan que no se utilizaron arcos para lanzar estas flechas de fuego, lo que sugiere que eran propulsadas por algún tipo de reacción química.
En 1240 los árabes comenzaron a utilizar la pólvora y los cohetes, probablemente mejorándolos como lo evidencia el asedio de Danietta en 1249.
En 1258 lo mongoles atacaron Bagdad, estas invasiones fueron las que permitieron la difusión de este invento. Así ocurrió en Corea, Japón, India y el Medio Oriente llegando luego a Europa.
Cuenta una leyenda que en el año 1500, un oficial chino llamado Wan Hoo habría intentado el primer vuelo tripulado a bordo de un cohete. El infortunado preparó una silla rodeada por una estructura de soporte de bambú. En la base dispuso dos grandes palos a los que unió 47 cohetes de pólvora. Un dispositivo especial los encendería simultáneamente. Llegado el momento, Wan Hoo se vaporizó junto al resto de su nave espacial, en medio de una gran explosión. Algunos historiadores creen que esta leyenda se popularizó entre los siglos XVII y XIX. 

 

Los cohetes en Occidente

La utilización de cohetes como armas en Occidente esta escasamente documentada pero hay algunos registros. Uno de ellos data del año 1395, es un manuscrito redactado por Konrad Keyser von Eichstädt donde las ilustraciones parecen representar cohetes.
En 1405 y siguiendo las enseñanzas de Konrad Keyser von Eichstädt, en Frankfurt se utilizará un cohete para elevar por el aire la forma de un gavilán.
En 1428 las tropas de Juana de Arco utilizaron cohetes en Órleans. En 1450, durante la liberación de Normandía, Dunois los usó en las batallas de Formigny y de Pont Audemar.  
No obstante ello, los cohetes caerán en desuso y serán reemplazados por la artillería. Durante el Renacimiento los cohetes vuelven a estar en las mentes de los genios de dicho período. En 1495 Leonardo Da Vinci proponía la utilización de cohetes disparados por cañones. Esta es la primera vez que se menciona la unión de estos dos elementos para lograr altitudes mayores a cinco km.
Intentando superar las limitaciones de los cohetes de pólvora convencionales, surgieron nuevas propuestas. Recientemente se descubrió un manuscrito en la ciudad rumana de Sibiu que fue escrito por Konrad Hass en 1529 y está redactado en alemán antiguo.
Konrad Hass era Jefe del Arsenal de Artillería de la ciudad y además trabajo mucho con cohetes.
Fue el inventor del cohete multi etapas, llegando a construir cohetes de hasta tres etapas en los que se implementó por vez primera un sistema de estabilización en vuelo que reemplazaba a las largas y tradicionales varas. También comenzó a soñar con la posibilidad de construir un gran cohete con ventanas en el que pudiera viajar un ser humano.
En 1668 el coronel Cristoph Friedrich von Geissler comenzó la construcción de poderosos cohetes experimentales de 22 y 54 kg con la intención de lanzar bombas a grandes distancias. Pero sería en 1687 cuando se establecieron las bases de la cohetería aplicada a la astronáutica, es decir el uso de cohetes para la conquista del espacio.
                            

 

Los cohetes y la conquista del espacio

Cuando Sir Isaac Newton enumera sus tres famosas leyes del movimiento y revoluciona nuestro futuro, queda explicado el por qué cuando un cohete lanza masa a gran velocidad (los gases de combustión), se mueve en dirección opuesta. Gracias a este genio avanzado a su tiempo, por fin sería posible realizar cálculos precisos del empuje necesario para volar hacia el espacio, venciendo la gravedad. 
En 1806 el experto pirotécnico francés Claude Fortuné Ruggieri, que había experimentado con el lanzamiento de ratones a bordo de sus cohetes, lograba enviar a una oveja a 200 metros de altitud en Marsella, logrando recuperarla con éxito gracias a un paracaídas.
En 1813 un matemático inglés llamado William Moore realizaba un trabajo para la Royal Military Academy. Dicho trabajo incluía cálculos sobre las trayectorias de los cohetes en el vacío y a través de la atmósfera, siguiendo la tercera ley de Newton. Moore se entretuvo también en calcular cual debería ser la potencia de un cohete para que este pudiera abandonar la definitivamente la gravedad terrestre. El resultado fue que, si no fuese por la resistencia del aire, una pieza de 10 kg podría acelerar a una velocidad tal que ya no le permitiría caer a tierra.
En 1839, Saint Venant y Wantzel realizaron varios experimentos relacionados con el flujo de aire que hicieron pasar por una serie de orificios produciendo un descenso en la presión. Gracias a ello pudieron derivar una de las ecuaciones fundamentales en la teoría de los cohetes. También observaron el fenómeno del flujo crítico.   
Al año siguiente, William Hale, otro ingeniero británico, comenzó sus estudios sobre los cohetes estabilizados por rotación. En 1844 patentó su invento, donde el cohete es hecho girar rápidamente sobre su eje, obteniendo un vuelo mucho más estable.
A mediados del siglo XIX hacen su aparición los primeros pioneros de la astronáutica moderna. En 1853, Nikolai Ivanovich Kibalchich, un científico nacido en Ucrania, será uno de los primeros en sugerir la utilización de cohetes para vuelos espaciales. En 1857 llega al mundo Konstantin Tsiolkovsky, quien se convertirá en el primer gran teórico del vuelo espacial, desarrollando por sí solo las bases del cohete a propulsión líquida.    
Sus aportes junto con la inspiración de autores como Julio Verne, conformarán los sueños de las futuras generaciones.
Mientras, habiendo perdido terreno frente a la artillería convencional, el viejo cohete de pólvora efectúa sus últimos despliegues militares. Un renovado futuro permitirá su retorno en forma de misil y de vehículo para la conquista del Cosmos.
 

 

Mariano Andrés Peter, coordinador del Observatorio de Oro Verde – AEA

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Secretos del programa espacial soviético

Por Mariano Andrés Peter

Yuri Gagarin y Sergei Korolyov, padre de los vuelos espaciales

Ser la principal potencia espacial le costo muchas vidas a la ex Unión Soviética. Hoy, después de la caída del régimen comunista, recién estamos empezando a conocer algunas historias de muertes, accidentes y ocultamiento.
El programa espacial soviético fue un programa espacial militarizado, donde el secretismo era absoluto por razones de seguridad nacional. Los cosmódromos eran también bases militares supersecretas y los cosmonautas eran todos pilotos de combate o pilotos de prueba de naves militares.

Por Mariano Andrés Peter

Yuri Gagarin y Sergei Korolyov, padre de los vuelos espaciales

Ser la principal potencia espacial le costo muchas vidas a la ex Unión Soviética. Hoy, después de la caída del régimen comunista, recién estamos empezando a conocer algunas historias de muertes, accidentes y ocultamiento.
El programa espacial soviético fue un programa espacial militarizado, donde el secretismo era absoluto por razones de seguridad nacional. Los cosmódromos eran también bases militares supersecretas y los cosmonautas eran todos pilotos de combate o pilotos de prueba de naves militares.

 

Lanzamiento de la cápsula Vostok 1

Los logros de este programa espacial son sorprendentes a saber: Puso en órbita al primer satélite artificial, el Spútnik 1, fue la primera Nación en lanzar un ser viviente al espacio, la perra Laika, construyó el primer laboratorio de estudios cósmicos, el Spútnik 3, las primeras naves que orbitaron, se posaron y fotografiaron la cara oculta de la Luna fueron las Lunik 1, 3 y 9, las primeras sondas espaciales en orbitar y descender en Marte y Venus fueron las Marsik y las Venera. El primer hombre y la primera mujer en el espacio fueron también rusos, la primera caminata espacial y el primer acoplamiento, la primera estación espacial, la Salyut 1, el récord de permanencia en el espacio a cargo del Dr. Valery Poliakov en la estación orbital Mir y la fabricación del transbordador Burán y del cohete Energya son solo algunos de los logros soviéticos en materia espacial.
Pero más allá de estos logros, el programa espacial soviético guarda muchos secretos, propios del hermético régimen comunista que gobernó Rusia con mano de hierro desde la revolución de 1917 hasta finales de 1991. A continuación los conoceremos:

 

Yuri Gagarin

Yuri Gagarin ¿el primer hombre en el espacio?

El día 12 de Abril de 1961, la Unión Soviética conmocionó al mundo al anunciar que había colocado al primer ser humano es el espacio. Se trataba del piloto y cosmonauta Yuri Gagarin quien logró esta hazaña a bordo de la nave Vostok 1. A su regreso, fue recibido y condecorado como héroe nacional por el Premier Nikita Kruchov, se realizó un desfile en su honor por las calles de Moscú y se lo envió en una gira mundial como representante de un comunismo vigoroso y ganador.
La razón de su elección residía en el atractivo de su imagen, era un hombre joven, atlético, de buena presencia y de origen humilde, a diferencia de Germán Titov (el otro candidato) que provenía de una familia acomodada. Gagarin era el hombre perfecto, sin embargo en años posteriores, el otrora héroe se volcó a la bebida y se dice que inclusive llego a arrojarle una copa con bebida en la cara del sucesor de Kruchov, Leonid Brezhnev tras una discusión durante una reunión.

 

Cápsula Vostok 1

Gagarin se estaba convirtiendo en un problema para las autoridades soviéticas y por esta razón los teóricos de conspiraciones afirman que no fue un accidente de aviación lo que acabo con su vida, que en realidad fue un atentado perpetrado por la KGB y fue identificado únicamente por un dedo, lo cual alimenta todavía más la idea de una conspiración para asesinarlo.
Fue el piloto y cosmonauta Anatoli Grushenko, quien luego de desertar a occidente en los años 80, reveló al mundo la verdad oculta tras décadas de encubrimiento. Yuri Gagarin no había sido el primer hombre en el espacio. La historia que contó y que conoceremos a continuación ha sido respaldada por documentación oficial que se ha podido obtener luego de la disolución del régimen comunista. Aún así, cuando los investigadores han tratado de entrevistar a los protagonistas para obtener más detalles, un velo de secreto ha vuelto a descender en la Rusia post soviética que al parecer todavía está decidida a conservar muchos de los secretos de su programa espacial.

Vladimir Ilyushin listo para despegar