Esta maravillosa nebulosa es un clásico en las giras telescópicas por la constelación de Sagitario.
Charles Messier, el astrónomo del siglo XVIII, catalogó la brillante nebulosa como M8.
El producto de dicho trabajo llevó años después su nombre: Catálogo de Objetos Messier.
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Meteorología: ¿Como se forman los rayos?
Por Mariano Andrés Peter

Rayos fotografiados cerca de un observatorio astronómico
Sin lugar a dudas los rayos son uno de los fenómenos naturales más espectaculares. Poseen una temperatura cinco veces superior a la superficie solar (30 mil grados centígrados).
Con su energía se podrían abastecer a unas 22 mil familias durante todo un año y su velocidad es de 100 mil km/seg.
Los antiguos creían que los rayos eran de origen divino y es lógico que pensaran así ya que se trata de un fenómeno natural que genera un gran despliegue de luz, sonido, puede provocar incendios forestales y aniquilar personas y animales.
Recién muchos siglos mas tarde se pudo descubrir que su origen no tenía nada que ver con los dioses y que en realidad todo se trataba de una descarga de energía eléctrica muy potente procedente de la atmósfera.
Radioastronomía: El misterio de la Señal Wow!
Por Mariano Andrés Peter

La famosa anotación en el margen de la hoja junto a la secuencia alfanumérica que muestra la intensidad de la señal
La búsqueda de inteligencia ET (SETI por sus siglas en ingles) a través de ondas de radio ha detectado decenas de posibles señales inteligentes en las últimas tres décadas. Pero de todas ellas ninguna ha generado tantas expectativas e intrigas como la ya famosa Señal Wow!
El día 15 de Agosto de 1977 a las 23:16 hs., el radiotelescopio Big Ear de la Universidad de Ohio, Estados Unidos, se encontraba escuchando el eco del Big Bang cuando de repente el procesador IBM 1130 comenzó a captar una señal treinta veces más intensa que el ruido de fondo, con una duración de 72 segundos y proveniente de la constelación de Sagitario.
Lamentablemente no fue grabada por las computadoras pero si se lograron imprimir los datos.
¿Vida en Marte? La historia del meteorito ALH84001
Por Mariano Andrés Peter

El meteorito marciano hallado en la Antártida en 1984
“Los cometas y el polvo cósmico transportarían la vida por el Universo”
sir Fred Hoyle.
Este mes se cumplen 14 años del famoso anuncio brindado por científicos de la NASA y el entonces Presidente Bill Clinton sobre este controvertido hallazgo. A continuación podrán leer este artículo que he preparado sobre el tema.
Su origen:
Hace 4600 millones de año se formo en Marte una pequeña roca áspera y de color gris.
Casi 1000 millones de años después (apenas un instante en tiempos astronómicos y geológicos) su interior fue invadido por pequeñas bacterias. Luego, hace unos 16 millones de años una poderosa colisión con un asteroide o cometa expulso a gran velocidad del planeta a esta roca y quedo vagando en el sistema solar por varios millones de años. Pero de repente hace 13 mil años se encontró con otro planeta en su camino, la Tierra.
En 1984 una expedición científica patrocinada por la NASA y el Museo Smithsoniano de Washington DC la halló en una región de la Antártida llamada Allan Hills, razón por la que fue catalogada como ALH84001.
Carl Sagan y los Asteroides
Por Alberto Anunziato
El reciente impacto de un asteoride o cometa en Júpiter es una buena ocasión para recordar a Carl Sagan, en especial su libro "Un punto azul pálido", que tenemos la fortuna de poder consultar en la Biblioteca de la AEA.

El Dr. Carl Sagan
En el cap.19 Sagan plantea, entre distintas posibilidades de terraformación de cuerpos celestes, la posibilidad de que la raza humana llegue a poblar los asteroides. Pero el cap.18 es revelador acerca de la amenaza que pende sobre nuestro planeta:
"Por término medio, una vez cada pocos cientos de años la Tierra es alcanzada por un objeto de unos setenta metros de diámetro; la energía liberada a consecuencia de la colisión equivale a la explosión del arma nuclear más potente que nunca se haya lanzado. Cada diez mil años nos golpea un objeto de doscientos metros, que podría provocar serias consecuencias climáticas regionales, y cada millón de años se produce el impacto de un cuerpo de más de dos kilómetros de diámetro, equivalente a casi un millón de megatones de TNT, una explosión que desencadenaría una catástrofe global, eliminando a una porción significativa de la especie humana (a menos que se tomaran precauciones sin precedentes). Un millón de megatones de TNT corresponden a cien veces la potencia explosiva de todas las armas nucleares que hay sobre el planeta, detonadas de forma simultánea. Y, dejando pequeña incluso a esa hecatombe, dentro de unos cien millones de años cabe esperar un suceso similar al del cretáceo-terciario, el impacto de un mundo de diez kilómetros de diámetro o aun mayor. La potencia destructiva latente en un asteroide cercano de grandes dimensiones pone en ridículo a cualquier artefacto que pueda inventar la especie humana".
