Día 10/01/2011

La mayor parte del agua de la Luna podría proceder de los cometas que "apedrearon" nuestro satélite poco después de su formación. Esa es la conclusión de un grupo de astrofísicos, dirigidos por James Greenwood, de la Universidad Wesleyan de Conneticut, tras analizar numerosas muestras de roca lunar traídas a la Tierra por las misiones Apolo y comprobar algunas variaciones de los isótopos de hidrógeno de un mineral llamado apatita. La investigación se publica esta semana en Nature Geoscience.
Según los investigadores, el agua presente en las muestras traídas a casa por los astronautas del programa Apolo es diferente de la que se encuentra en la Tierra y tiene, sin embargo, las mismas propiedades químicas que las de tres cometas conocidos.
"Si los cometas aportaron la mayor parte del agua de la Luna -afirma Greenwood- resulta ineludible el hecho de que también la Tierra tuvo que recibir una importante aportación cometaria a sus océanos. Lo cual puede terminar de resolver una de las grandes cuestiones de nuestro campo de estudio, el origen de los océanos de la Tierra".