
Recientemente, un equipo de astrónomos de la Universidad de Bonn, en Alemania, y el Instituto Max Planck para la Radioastronomía (también en Bonn) cree haber encontrado la explicación más convincente para este enigma.
Por lo general, las estrellas no se forman aisladamente, sino en grupos dentro de nubes de gas y polvo (nebulosas). Estas "salas de parto" estelares producen muy a menudo sistemas binarios. Dicho de otro modo, prácticamente todas las estrellas recién nacidas tienen una compañera.
Pero ¿por qué, entonces, sólo la mitad de todas las estrellas observables en el cielo son binarias, en vez de casi todas?
Por regla general, las estrellas no permanecen en el mismo lugar donde se crearon, sino que tienden a dispersarse. Ahora bien, los lazos gravitacionales que unen a las parejas o a los tríos no pueden romperse tan fácilmente como para que las estrellas que los integran se separen del mismo modo en que lo hacen de sus vecinas.
