Está en movimiento, vagando en solitario por el espacio y devorando todo lo que encuentre a su paso.
Normalmente, cuando nos referimos a un agujero negro supermasivo, solemos pensar en un «monstruo» espacial millones de veces más pesado que el Sol, instalado en el centro de una galaxia activa y devorando desde su cómoda y estática posición cualquier planeta, estrella o simple masa de gas se le acerque demasiado. ¿Puede haber algo más terrorífico en todo el Universo? Los científicos acaban de descubrir que sí: un agujero negro supermasivo en movimiento, vagando en solitario por el espacio y devorando todo lo que encuentre a su paso.