En 2006 en Estados Unidos, un granjero del estado Misuri encontró un meteorito, pero su valor solo pudo ser precisado por la ciencia recientemente. 
El geoquímico Randy Korotev de la Universidad de Washington, junto con sus colegas, estudió el cuerpo celeste y lo calificó como un palasito. Este tipo de meteoritos tienen la base de hierro y níquel y numerosos encajes de cristales de olivina. Lleva el nombre de su descubridor, el científico ruso de procedencia alemana Peter Pallas, quien en 1772 encontró una muestra de este meteorito cerca de la ciudad de Krasnoyarsk, en Siberia.
Los palasitos son meteoritos bastante raros; anteriormente en EE.UU. solo se habían hallado 19 muestras de esta roca cósmica.
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Los rayos cósmicos podrían surgir del agujero negro de la Vía Láctea
Los rayos que penetran el espacio cósmico emanan de dos 'burbujas' que se extienden por nuestra galaxia como las alas de una mariposa. Estas burbujas fueron 'infladas' por una inmensa expulsión de energía producto de un cataclismo generado por un agujero negro. Y todo esto ocurrió 'recientemente': hace solo 24 millones de años, según la escala temporal cósmica.
Esta hipótesis ha sido planteado por un Yákov Istómin, científico colaborador del Instituto de Física de la Academia de Ciencias de Rusia.
Los rayos cósmicos fueron descubiertos en 1912 y se sabe que son corrientes de partículas cargadas, en general, protones de muy alta energía (10 elevado a 20 electrón-voltios). Este valor supera en 100 mil millones de veces la energía alcanzada con los choques de partículas en el Gran Colisionador de Partículas. ¿En dónde se originaban estos rayos? La ciencia todavía no lo ha podido explicar.
Estrellas fragmentadas por agujeros negros

Unos astrofísicos han encontrado nuevas evidencias de agujeros negros despedazando estrellas, un fenómeno largamente buscado que, entre otras cosas, proporciona una nueva ventana a la relatividad general.
El estudio lo han llevado a cabo principalmente Glennys Farrar y Sjoert van Velzen del Centro para la Cosmología y la Física de Partículas de la Universidad de Nueva York, y también ha contado con la colaboración de Linda Ostman de la Universidad Autónoma de Barcelona en España, y Nidia Morrell del Observatorio Las Campanas en Chile, entre otros científicos.
Más pruebas del pasado cálido y húmedo de Marte

El meteorito marciano hallado en la Antártida en 1984
Por primera vez, se ha conseguido determinar a ciencia cierta la temperatura de la superficie del Marte primigenio. Y los resultados concuerdan con la idea de que en el pasado lejano Marte fue más cálido y húmedo que en la actualidad.
Mediante el análisis de minerales de carbonato en un meteorito de cuatro mil millones de años que se originó cerca de la superficie de Marte, el equipo de Woody Fischer y John Eiler, del Instituto Tecnológico de California (Caltech), e Itay Halevy, ahora en el Instituto Weizmann de Ciencia en Israel, ha determinado que los minerales se formaron a una temperatura de alrededor de 18 grados centígrados.
Astrónomos reconstruyen la historia de un agujero negro

Stephen Hawking apostó contra la existencia de tal objeto en Cygnus X-1
Tres equipos de astrónomos han logrado determinar la masa, la rotación y la distancia a la Tierra de un agujero negro especialmente famoso, Cygnus X-1, y con esos parámetros han reconstruido su historia. El objeto tiene casi 14,8 veces la masa del Sol, gira 800 veces por segundo y está a 6.070 años luz de aquí. Fue identificado como candidato a agujero negro hace casi cuatro décadas, pero entonces el gran especialista Stephen Hawking no estaba convencido y, en 1974, apostó con un colega y amigo, el físico teórico estadounidense Kip Thorne, a que no se trataba de tal objeto. Perdió. En 1990, cuando ya se habían hecho más observaciones de Cygnus X-1, el físico británico aceptó la derrota. Fue una de las varias apuestas que Hawking y Thorne han hecho sobre cuestiones científicas.