Hace falta un salto tecnológico increíble para que el hombre pueda pisar Marte

El exdirector del Madrid Deep Space Communications Complex (MDSCC) de la NASA, Carlos González, ha asegurado que "hace falta un salto tecnológico increíble" para que el hombre pueda llegar a pisar Marte. "No quiero parecer pesimista pero estamos lejos de algo así", ha apuntado.

   Esta es la línea de pensamiento que mantendrá próximamente durante la charla que impartirá en la Semana Mundial del Espacio (WSW), que en España se celebra a partir del 4 de octubre. En este evento, González tiene previsto crear un foro de debate con la audiencia sobre la posibilidad de realizar un viaje tripulado a Marte en el 2033, como ha prometido el Presidente de Estados Unido, Barack Obama.

   "La idea es estimular los conocimientos y la imaginación de los asistentes a todas las pegas que yo voy a poner", ha indicado el experto, que ha explicado que esta actividad va dirigida a estudiantes de Bachillerato o Universidad y adultos en general.

   Precisamente, la principal "pega" que pone el científico es que "si es verdad que en el espacio hay once dimensiones", una opinión que, según ha explicado, es "casi unánime a todos los científicos que estudian el Universo", se necesita una tecnología muy superior a la que maneja hoy en día.

   A su juicio, los avances realizados hasta ahora han permitido obtener una información del planeta rojo que sería "imposible", "salvo que la tecnología de radio estuviera a un nivel razonable y se consiguiera captar alguna emisión de Marte", ha apuntado en una entrevista a Europa Press.

   Pero, a pesar de todo, no cree que el hombre esté preparado para viajar a otro planeta sin antes "encontrar alguna tecnología más de las que ahora se conocen".

   Lo que sí cree factible actualmente es el turismo espacial "a nivel de órbita terrestre". "¿Por qué no? ¿Un hotel en órbita? Seguro, es cuestión de tiempo y dinero", ha indicado.

El exdirector del Madrid Deep Space Communications Complex (MDSCC) de la NASA, Carlos González, ha asegurado que "hace falta un salto tecnológico increíble" para que el hombre pueda llegar a pisar Marte. "No quiero parecer pesimista pero estamos lejos de algo así", ha apuntado.

   Esta es la línea de pensamiento que mantendrá próximamente durante la charla que impartirá en la Semana Mundial del Espacio (WSW), que en España se celebra a partir del 4 de octubre. En este evento, González tiene previsto crear un foro de debate con la audiencia sobre la posibilidad de realizar un viaje tripulado a Marte en el 2033, como ha prometido el Presidente de Estados Unido, Barack Obama.

   "La idea es estimular los conocimientos y la imaginación de los asistentes a todas las pegas que yo voy a poner", ha indicado el experto, que ha explicado que esta actividad va dirigida a estudiantes de Bachillerato o Universidad y adultos en general.

   Precisamente, la principal "pega" que pone el científico es que "si es verdad que en el espacio hay once dimensiones", una opinión que, según ha explicado, es "casi unánime a todos los científicos que estudian el Universo", se necesita una tecnología muy superior a la que maneja hoy en día.

   A su juicio, los avances realizados hasta ahora han permitido obtener una información del planeta rojo que sería "imposible", "salvo que la tecnología de radio estuviera a un nivel razonable y se consiguiera captar alguna emisión de Marte", ha apuntado en una entrevista a Europa Press.

   Pero, a pesar de todo, no cree que el hombre esté preparado para viajar a otro planeta sin antes "encontrar alguna tecnología más de las que ahora se conocen".

   Lo que sí cree factible actualmente es el turismo espacial "a nivel de órbita terrestre". "¿Por qué no? ¿Un hotel en órbita? Seguro, es cuestión de tiempo y dinero", ha indicado.

Sobre la importancia del hallazgo de vida en Marte, González ha explicado que "sería la respuesta de que la vida no es tan rara ni tan accidental".

   "Hay científicos que opinan que la vida se creó en Marte antes que en la Tierra, por ser más pequeño se enfrió antes y sus posibilidades empezaron más pronto, y los hay, incluso, que creen que la vida en la Tierra proviene de Marte cuando nuestro Sistema Solar era joven y muy activo y algún meteorito de Marte pudo haber traído algún virus hasta nosotros", ha explicado.

POCO CONOCIMIENTO DE LA REALIDAD

   Por otra parte, González ha criticado que en España hay "poco conocimiento de la realidad de la investigación", aunque ha reconocido que "existe la creencia general de que si se es un buen investigador hay que salir al extranjero porque aquí se dedica muy poco dinero a la investigación y, por extensión, a los investigadores".

   En este sentido, ha señalado que eventos como la WSW "son fenomenales" pero "llegan a poca gente". "Hay que darle más difusión", ha dicho.

   En cuanto al hecho de que no se le dé a la ciencia la importancia que debería es para el experto "parte de la idiosincrasia" española. "Este país ha creado grandes científicos que luego han tenido que irse a desarrollar su trabajo a otros países. Asimismo, han salido grandes inventos que luego han patentado y usado otros países porque el inventor en España está un poco denostado. Luego en los concursos internacionales de inventores siempre obtenemos puestos de relevancia pero no existe un organismo que se ocupe de ayudar a esos genios que, acaban, buscando financiación privada y, a menudo, abandonan porque se tienen que autofinanciar", ha denunciado.

   En este sentido, ha destacado que en España existe un Centro de Astrobiología del que, según ha indicado "estoy seguro casi nadie sabe nada". Como dato también desconocido, ha explicado que la primera Estación de Seguimiento en España se terminó el año 1965 justo a tiempo para recibir la primera fotografía que envió la sonda 'Mariner 4' desde Marte. "Fuimos los únicos en recibir dicha foto", ha concluido.

Fuente: Europa Press

Una misión espacial tripulada por humanos buscará vida en una luna de Júpiter

La agencia espacial danesa Copenhagen Suborbitals ha lanzado un ambicioso proyecto que a muchos les puede parecer poco realista, el plan llamado 'Objetivo Europa'.

'Objetivo Europa', es un plan para enviar una misión espacial tripulada por humanos, solo de ida, sin retorno, a la menor de las cuatro lunas de Júpiter, Europa, con el fin de encontrar vida extraterrestre en sus mares, informa el sitio web The Verge. 

La agencia espacial danesa Copenhagen Suborbitals ha lanzado un ambicioso proyecto que a muchos les puede parecer poco realista, el plan llamado 'Objetivo Europa'.

'Objetivo Europa', es un plan para enviar una misión espacial tripulada por humanos, solo de ida, sin retorno, a la menor de las cuatro lunas de Júpiter, Europa, con el fin de encontrar vida extraterrestre en sus mares, informa el sitio web The Verge. 

El ingeniero y exempleado de la NASA Kristian Von Bengtson, fundador de la Copenhagen Suborbitals, ha proyectado una peculiar nave espacial para hacer realidad su plan de viaje al satélite natural helado Europa.

Según Bengtson, el punto de partida de 'Objetivo Europa' es puramente teórico y un grupo de voluntarios (ingenieros, diseñadores, exespecialistas de la NASA, científicos y otros expertos) realizarán investigaciones y determinarán si dicha misión es posible. En un futuro este plan contará con fases más avanzadas, como la creación de prototipos, pruebas de aptitud y finalmente un lanzamiento tripulado, si se llega a la conclusión de que la misión es realizable, declara 'Objetivo Europa' en su web oficial.  

Además para lograr su objetivo, Von Bengtson tendrá que tener en cuenta un gran número de inconvenientes de tipo técnico. Primero deberá superar la fuerza de atracción de Júpiter, lo que requiere grandes cantidades de combustible. Segundo, proteger toda la electrónica a bordo de la nave de las partículas cargadas de radiación del campo magnético del planeta, que es algo sumamente costoso. En tercer lugar, superar la distancia hasta el satélite, al cual se planea llegar en 600 días, cuando a la sonda de la NASA Galileo le tomó seis años llegar a Júpiter. Cuarto, el racionamiento de alimentos para la tripulación. Y el último objetivo principal sería encontrar la forma de perforar una capa de hielo de unos 10 kilómetros de grosor, para llegar al interior del océano e intentar encontrar formas de vida orgánica.  

Fuente: Actualidad Espacial

Inesperado final de la misión Deep Impact

 

Después de casi 9 años en el espacio que incluyen un impacto sin precedentes un día 4 de Julio y su posterior acercamiento a un cometa, otro sobrevuelo adicional a otro cometa, y el envío de aproximadamente 500.000 imágenes de objetos celestes, la misión Impacto Profundo (Deep Impact) de la NASA ha terminado.

 

Después de casi 9 años en el espacio que incluyen un impacto sin precedentes un día 4 de Julio y su posterior acercamiento a un cometa, otro sobrevuelo adicional a otro cometa, y el envío de aproximadamente 500.000 imágenes de objetos celestes, la misión Impacto Profundo (Deep Impact) de la NASA ha terminado.

El equipo del este proyecto del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, ha pronunciado a regañadientes el final de la misión, después de ser incapaz de comunicarse con la nave durante más de un mes. La última comunicación con la sonda fue el 8 de Agosto. Deep Impact tiene una gran historia de viajes de investigación a cometas, recorriendo alrededor de 7,58 mil millones de kilómetros.  “Deep Impact ha sido una nave espacial fantástica de larga duración que ha producido mucho más datos de lo que se había planeado”, dijo Mike A’Hearn. “Ha revolucionado nuestro conocimiento de los cometas y de su actividad”.

Leer la nota completa en http://rastreadoresdecometas.wordpress.com/

La lunas en planetas alienígenas no alcanzarían para acoger vida

Un estudio elaborado por científicos de Antioquia (Colombia) ha determinado que las lunas alrededor mundos distantes podrían ser demasiado pequeñas para albergar vida. El trabajo, que se publicará en 'Astrophysical Journal Letters', indica que estos cuerpos no pueden poseer campos magnéticos suficientemente fuerte como para proteger la vida extraterrestre de la radiación que circula a su alrededor.

   Actualmente, la búsqueda de la vida extraterrestre se concentra en aquellos lugares en los que pueda existir el agua líquida. Los mundos con mayores posibilidades se concentran en lo que los expertos han llamado 'zona habitable', regiones alrededor de las estrellas que están a temperaturas favorables para la existencia del líquido.

   Junto a estos planetas también se hallan satélites que se encuentran en esa zona propicia para la existencia de vida y, aunque hasta ahora se estudiaban como un candidato más a albergar vida, el nuevo estudio podría dejarlos sin posibilidades.

   El trabajo ha estudiado las lunas que alcanzan menos del doble de la masa de Marte, un tamaño que, según los autores no permitirían la presencia de formas de vida. "Sus campos magnéticos nos serían lo suficientemente potente como para proteger la vida de los rayos cósmicos emergentes desde el espacio profundo o la radiación intensa que fluye entre ellos y sus estrellas madre", ha apuntado uno de los autores,  Jorge Zuluaga.

   Este científico ha explicado a 'Space.com' que las lunas podrían tener otra fuente de campo magnético que podría emanar de los planetas gigantes que orbitan. Estos planetas están rodeados de magnetosferas –burbujas de plasma creadas por los vientos estelares que chocan contra los campos magnéticos de los planetas– que pueden ser enormes. Esta podría ser la única posibilidad para los satélites.

Un estudio elaborado por científicos de Antioquia (Colombia) ha determinado que las lunas alrededor mundos distantes podrían ser demasiado pequeñas para albergar vida. El trabajo, que se publicará en 'Astrophysical Journal Letters', indica que estos cuerpos no pueden poseer campos magnéticos suficientemente fuerte como para proteger la vida extraterrestre de la radiación que circula a su alrededor.

   Actualmente, la búsqueda de la vida extraterrestre se concentra en aquellos lugares en los que pueda existir el agua líquida. Los mundos con mayores posibilidades se concentran en lo que los expertos han llamado 'zona habitable', regiones alrededor de las estrellas que están a temperaturas favorables para la existencia del líquido.

   Junto a estos planetas también se hallan satélites que se encuentran en esa zona propicia para la existencia de vida y, aunque hasta ahora se estudiaban como un candidato más a albergar vida, el nuevo estudio podría dejarlos sin posibilidades.

   El trabajo ha estudiado las lunas que alcanzan menos del doble de la masa de Marte, un tamaño que, según los autores no permitirían la presencia de formas de vida. "Sus campos magnéticos nos serían lo suficientemente potente como para proteger la vida de los rayos cósmicos emergentes desde el espacio profundo o la radiación intensa que fluye entre ellos y sus estrellas madre", ha apuntado uno de los autores,  Jorge Zuluaga.

   Este científico ha explicado a 'Space.com' que las lunas podrían tener otra fuente de campo magnético que podría emanar de los planetas gigantes que orbitan. Estos planetas están rodeados de magnetosferas –burbujas de plasma creadas por los vientos estelares que chocan contra los campos magnéticos de los planetas– que pueden ser enormes. Esta podría ser la única posibilidad para los satélites.

Para explorar esta idea, los científicos modelaron planetas similares a Neptuno, Saturno y Júpiter en la zona habitable de una estrella similar al Sol con las lunas de la masa y el diámetro de la órbita de Marte. Los investigadores descubrieron que las lunas estarían protegidas por magnetosferas de sus planetas solo si estuvieran fuera de las zonas habitables. Es decir, "las opciones son estar en zona habitable o ser protegidas magnéticamente, pero nunca ambos", ha apuntado el científico.

   "Los entornos habitables podrían ser menos comunes en el universo de lo que se pensaba anteriormente", ha añadido Zuluaga.

INFLUENCIA DE LAS MAREAS

   El problema al que se enfrentan estas lunas tiene que ver en parte con las mareas. Los planetas gigantes pueden ejercer una increíble fuerza de gravedad en sus satélites, la suficiente como para desencadenar un aumento de temperatura o su vulcanismo. Si los satélites están demasiado cerca, el calentamiento de la marea es demasiado para el agua líquida en su superficie, como ocurre en Venus. Sin embargo, si las lunas están demasiado lejos ya no estarían protegidas por la magnetosfera de los planetas.

   Pero los científicos han precisado que las lunas aún podrían ser protegidas si los planetas gigantes que orbitan difieren en la composición de los del Sistema Solar. Por ejemplo, un planeta como Neptuno que se compone casi totalmente de elementos pesados, en lugar de tener casi la mitad de su masa de hidrógeno como Neptuno, tendría alguna posibilidad de defensa hacia las lunas habitables.

   "Se acaba de raspar la punta del iceberg y hay otros factores a considerar y estudiar en profundidad", ha apuntado Zuluaga, quien ha añadido que ahora deben descubrir la primera luna lejana y detectar los primeros campos magnéticos de los planetas gigantes extrasolares para recoger algo de apoyo observacional a estos hallazgos.

Fuente: Europa Press

Erupciones solares podrían haber causado fallos en satélites de comunicación

Varias erupciones solares de alta velocidad podrían ser las causantes de los últimos fallos registrados en dos satélites de comunicación, según han informado científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) que están llevando a cabo una investigación para comprender mejor los trastornos que pueden sufrir estos aparatos ante una tormenta solar.

   El Sol genera erupciones solares, eyecciones de masa coronal y otros fenómenos meteorológicos espaciales, que pueden enviar partículas altamente energizadas hacia la Tierra. Algunas tormentas solares han llegado a perturbar los sistemas de comunicaciones y satélites.

   Por ello, los expertos han observado las 26 fallas halladas en ocho satélites geoestacionarios que opera la empresa Inmarsat. Estos satélites geoestacionarios orbitan a la misma velocidad que la rotación de la Tierra, lo que significa que siempre se encuentra sobre el mismo lugar del el planeta.

Varias erupciones solares de alta velocidad podrían ser las causantes de los últimos fallos registrados en dos satélites de comunicación, según han informado científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) que están llevando a cabo una investigación para comprender mejor los trastornos que pueden sufrir estos aparatos ante una tormenta solar.

   El Sol genera erupciones solares, eyecciones de masa coronal y otros fenómenos meteorológicos espaciales, que pueden enviar partículas altamente energizadas hacia la Tierra. Algunas tormentas solares han llegado a perturbar los sistemas de comunicaciones y satélites.

   Por ello, los expertos han observado las 26 fallas halladas en ocho satélites geoestacionarios que opera la empresa Inmarsat. Estos satélites geoestacionarios orbitan a la misma velocidad que la rotación de la Tierra, lo que significa que siempre se encuentra sobre el mismo lugar del el planeta.

A través de esta investigación publicada en 'Space Weather', los científicos encontraron que la mayoría de los problemas técnicos que se produjeron entre 1996 y 2012 coincidieron con electrones de alta energía durante la actividad de descenso en las fases del ciclo solar. Los investigadores creen que estas partículas cargadas pueden haberse acumulado en los satélites a través del tiempo a pesar de blindaje de protección.

   A su juicio, la acumulación causa una carga interna que daña los amplificadores de los satélites, que son necesarios para fortalecer y transmitir una señal de regreso a la Tierra. Además, advierten que este fenómeno se podría amplificar con los años, terminando con la 'vida' de algunos satélites.

   "Si el aparato tiene una misión de 15 años, es posible que se quede sin amplificadores redundantes", ha apuntado una de las autoras, Whitney Lohmeyer, quien ha apuntado que, "si una empresa ha invertido más de 200 millones de dólares en un satélite, necesita ser capaz de asegurar que funcione para ese período de tiempo". "Realmente hay que mejorar la forma de cuantificar y comprender el entorno del espacio, para mejorar también el diseño", ha señalado.

Fuente: Europa Press