Caerá a la Tierra una de las chatarras espaciales más tóxicas

Se trata de una sonda espacial rusa que fracasó en su misión. Derribaría el domingo o lunes en el Océano Índico.
 

Una sonda que fracasó en su misión al satélite marciano Fobos, destinada a repintar los desvanecidos blasones espaciales de Rusia, se ha convertido en uno de los trozos de chatarra espacial más pesados y tóxicos de la historia.

Caerá a tierra dentro de unos días.

De acuerdo con el pronóstico más reciente de la agencia espacial Roscosmos, la sonda no tripulada Fobos-Tierra saldrá de la órbita terrestre el domingo o lunes y el cálculo medio indica que caerá al Océano Indico al norte de Madagascar.

Se trata de una sonda espacial rusa que fracasó en su misión. Derribaría el domingo o lunes en el Océano Índico.
 

Una sonda que fracasó en su misión al satélite marciano Fobos, destinada a repintar los desvanecidos blasones espaciales de Rusia, se ha convertido en uno de los trozos de chatarra espacial más pesados y tóxicos de la historia.

Caerá a tierra dentro de unos días.

De acuerdo con el pronóstico más reciente de la agencia espacial Roscosmos, la sonda no tripulada Fobos-Tierra saldrá de la órbita terrestre el domingo o lunes y el cálculo medio indica que caerá al Océano Indico al norte de Madagascar.

Añadió que la hora y el lugar precisos de su caída descontrolada sólo se pueden determinar más adelante y salvo que alguien lo vea, tal vez jamás se sepa dónde acabaron las piezas sobrevivientes.

Los especialistas coinciden en que difícilmente habrá riesgos graves.

Fobos-Tierra pesa 13,2 toneladas, que incluye 11 toneladas de combustible muy tóxico. Los expertos advierten que si el combustible se ha congelado, podría sobrevivir al reingreso a través de la atmósfera y generar una amenaza grave si cae sobre zonas pobladas.

Roscosmos insiste que el combustible se quemará a unos 100 kilómetros sobre la Tierra y no representará peligro alguno.

Es el tercer satélite que cae a Tierra en cinco meses, luego de un viejo satélite de investigaciones atmosféricas de la NASA en septiembre y uno científico alemán en octubre.

Fuente: www.lavoz.com.ar

Nuevo método para eliminar la basura espacial

Un sistema de deorbitado de residuos espaciales es el objetivo de un proyecto de investigación desarrollado en la ETSI de Aeronáuticos de la Universidad Politécnica de Madrid y financiado por la Agencia Espacial Europea. La iniciativa se suma a otras para evitar que las misiones espaciales colisionen contra los “escombros espaciales”.

Actualmente existen en el espacio más de 19.000 objetos de más de 10 centímetros y unos 500.000 entre uno y 10 centímetros, todos ellos procedentes de misiones espaciales anteriores puestas en órbita y que cuando dejan de tener una utilidad pasan a formar parte del censo de basura espacial. La mayoría se encuentran en órbita baja (LEO) entre 800 y 1000 km de la superficie de la Tierra, aunque también se concentran en torno a la altura geoestacionaria (GEO).

El coste de la eliminación de la basura espacial, principalmente trozos de lanzadores y satélites “muertos”, es muy elevado, pero su eliminación resulta necesaria para el futuro del espacio; las agencias espaciales son conscientes de la necesidad de atajar directamente este inconveniente y han comenzado a tomar medidas al respecto.

El proyecto Ion Beam Shepherd for Contactless Space Debris Removal (Eliminación de Basura Espacial con Chorros de Iones) pretende, mediante una apuesta ambiciosa pero potencialmente eficaz, resolver el acuciante problema de la basura espacial.

Al frente del proyecto se encuentran investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid. Los grupos de investigación: el Grupo de Dinámica Espacial y el Equipo de Propulsión Espacial y Plasmas, ambos adscritos a la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáuticos (ETSIA), han unido sus conocimientos para desarrollar una idea innovadora para el deorbitado activo de basura espacial, que ha sido financiada por la Agencia Espacial Europea (ESA), a través del Advanced Concepts Team, dentro del programa de proyectos ARIADNA.

Un sistema de deorbitado de residuos espaciales es el objetivo de un proyecto de investigación desarrollado en la ETSI de Aeronáuticos de la Universidad Politécnica de Madrid y financiado por la Agencia Espacial Europea. La iniciativa se suma a otras para evitar que las misiones espaciales colisionen contra los “escombros espaciales”.

Actualmente existen en el espacio más de 19.000 objetos de más de 10 centímetros y unos 500.000 entre uno y 10 centímetros, todos ellos procedentes de misiones espaciales anteriores puestas en órbita y que cuando dejan de tener una utilidad pasan a formar parte del censo de basura espacial. La mayoría se encuentran en órbita baja (LEO) entre 800 y 1000 km de la superficie de la Tierra, aunque también se concentran en torno a la altura geoestacionaria (GEO).

El coste de la eliminación de la basura espacial, principalmente trozos de lanzadores y satélites “muertos”, es muy elevado, pero su eliminación resulta necesaria para el futuro del espacio; las agencias espaciales son conscientes de la necesidad de atajar directamente este inconveniente y han comenzado a tomar medidas al respecto.

El proyecto Ion Beam Shepherd for Contactless Space Debris Removal (Eliminación de Basura Espacial con Chorros de Iones) pretende, mediante una apuesta ambiciosa pero potencialmente eficaz, resolver el acuciante problema de la basura espacial.

Al frente del proyecto se encuentran investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid. Los grupos de investigación: el Grupo de Dinámica Espacial y el Equipo de Propulsión Espacial y Plasmas, ambos adscritos a la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáuticos (ETSIA), han unido sus conocimientos para desarrollar una idea innovadora para el deorbitado activo de basura espacial, que ha sido financiada por la Agencia Espacial Europea (ESA), a través del Advanced Concepts Team, dentro del programa de proyectos ARIADNA.

Cada nueva misión espacial se enfrenta al peligro de colisión con estos “escombros espaciales”. “Aunque la probabilidad de impacto es aún suficientemente baja como para impedir la explotación del espacio como recurso, el verdadero problema está en el futuro, debido a la posibilidad de que los escombros colisionen entre sí y se descompongan en millares de trozos más pequeños, lo que puede iniciar una reacción en cadena que deje las órbitas comercialmente más atractivas completamente inutilizables durante décadas o siglos, efecto conocido como síndrome de Kessler”, explica Claudio Bombardelli, investigador principal del proyecto.

El síndrome de Kessler dibuja un escenario donde la sucesiva descomposición por colisión de los residuos más grandes, da lugar a una nube de pequeños residuos que bombardearía hasta la destrucción a cualquier objeto que se sitúe en esa órbita. Un panorama desalentador, que cada vez preocupa más a quienes tienen en el espacio su campo de investigación.

Junto al doctor Claudio Bombardelli completan el equipo investigador los catedráticos Jesús Peláez y Eduardo Ahedo, y los egresados de la UPM Mario Merino y Hodei Urrutxua. Su objetivo es conocer las actuaciones y la viabilidad de un sistema de deorbitado de objetos de gran tamaño mediante el empleo de un chorro de iones, eyectado desde una “nave pastor”.

Se trata de ejercer de forma continua una pequeña fuerza deorbitante sobre el residuo y acompañarlo en su trayectoria hasta la reentrada atmosférica o una “órbita cementerio” al final de su vida útil. “El empleo de un chorro de iones para transmitir un empuje axial constituye un uso alternativo y atractivo de los cohetes eléctricos, una tecnología emergente en propulsión espacial”, comenta el profesor Ahedo.

La baza de su sistema se encuentra en que permite transmitir el empuje necesario desde varios metros de distancia y con bajo riesgo de colisión con el objeto cuya órbita se quiere modificar. “Nuestro proyecto plantea la posibilidad de actuar sobre el residuo sin necesidad de entrar en contacto directo con él, evitando así el problema de la captura física de un cuerpo en estado de rotación incontrolado”, sostiene el profesor Peláez.

Otra de las ventajas que plantean es que el desarrollo del sistema es viable tecnológicamente hoy en día. Sus elementos primarios son propulsores iónicos que ya han sido probados en misiones espaciales científicas y en satélites comerciales. "La eliminación de residuos espaciales en órbita siempre ha sido considerada un reto excesivo para la tecnología actual. Uno de los objetivos de nuestro proyecto es reducir la complejidad de esta operación, de manera que se pueda llevar a cabo una primera misión demostrativa de deorbitado en un plazo de 10 años", avalan los investigadores.

Las investigaciones de la UPM incluyen el modelado físico y la simulación de la interacción del cuerpo libre con el chorro de plasma. En palabras de Claudio Bombardelli “hemos alcanzado resultados positivos, pero todavía queda mucho por hacer; mientras que los aspectos teóricos fundamentales han sido aclarados, queda pensar en el desarrollo ingenieril de nuestras ideas”.

Fuente de este artículo: NCYT
Fuente original: UPM

El Voyager 1 sigue su camino hacia las estrellas

Carl Sagan y el Voyager

PASADENA, California–Nave espacial de la NASA Voyager 1 ha entrado en una nueva región entre nuestro sistema solar y el espacio interestelar. Datos obtenidos de Voyager durante el último año revelan esta nueva región a ser una especie de purgatorio cósmica. En ella, el viento de partículas cargadas de transmisión fuera de nuestro sol se ha tranquilizado, campo magnético de nuestro sistema solar se acumularon y partículas de mayor energía desde dentro de nuestro sistema solar parecen ser fugas al espacio interestelar.

"Voyager nos dice ahora que estamos en una región de estancamiento en la capa más superficial de la burbuja alrededor de nuestro sistema solar," dijo Ed Stone, científico del proyecto Voyager en el Instituto de tecnología de California en Pasadena. "Voyager está mostrando que lo que está fuera es haciendo retroceder. No tenemos tiempo esperar a saber lo que es realmente como el espacio entre las estrellas".

Aunque la Voyager 1 es cerca de 11.000 millones de millas (18 millones de kilómetros) del sol, no es todavía en el espacio interestelar. En los últimos datos, la dirección de las líneas del campo magnético no ha cambiado, que indica que Voyager está todavía dentro de la heliosfera, la burbuja de partículas cargadas que el sol sopla sobre sí mismo. Los datos no revelan exactamente al Voyager 1 hacer allá del borde de la atmósfera solar en el espacio interestelar, pero sugieren que será en unos meses a unos años.

Los últimos hallazgos, descritos hoy en la American Geophysical Union otoño celebrada en San Francisco, provienen del instrumento de partículas cargadas de baja energía del Voyager, subsistema de rayos cósmicos y magnetómetro.

Carl Sagan y el Voyager

PASADENA, California–Nave espacial de la NASA Voyager 1 ha entrado en una nueva región entre nuestro sistema solar y el espacio interestelar. Datos obtenidos de Voyager durante el último año revelan esta nueva región a ser una especie de purgatorio cósmica. En ella, el viento de partículas cargadas de transmisión fuera de nuestro sol se ha tranquilizado, campo magnético de nuestro sistema solar se acumularon y partículas de mayor energía desde dentro de nuestro sistema solar parecen ser fugas al espacio interestelar.

"Voyager nos dice ahora que estamos en una región de estancamiento en la capa más superficial de la burbuja alrededor de nuestro sistema solar," dijo Ed Stone, científico del proyecto Voyager en el Instituto de tecnología de California en Pasadena. "Voyager está mostrando que lo que está fuera es haciendo retroceder. No tenemos tiempo esperar a saber lo que es realmente como el espacio entre las estrellas".

Aunque la Voyager 1 es cerca de 11.000 millones de millas (18 millones de kilómetros) del sol, no es todavía en el espacio interestelar. En los últimos datos, la dirección de las líneas del campo magnético no ha cambiado, que indica que Voyager está todavía dentro de la heliosfera, la burbuja de partículas cargadas que el sol sopla sobre sí mismo. Los datos no revelan exactamente al Voyager 1 hacer allá del borde de la atmósfera solar en el espacio interestelar, pero sugieren que será en unos meses a unos años.

Los últimos hallazgos, descritos hoy en la American Geophysical Union otoño celebrada en San Francisco, provienen del instrumento de partículas cargadas de baja energía del Voyager, subsistema de rayos cósmicos y magnetómetro.

Científicos informaron previamente que la velocidad externa del viento solar ha disminuido a cero en abril de 2010, marcando el inicio de la nueva región. Los administradores de la misión rodó la nave varias veces esta primavera y verano para ayudar a los científicos a discernir si el viento solar soplaba fuertemente en otra dirección. No fue así. Voyager 1 es surcando los mares celestes en una región similar al bache de la tierra, donde hay muy poco viento.

Durante el año pasado, magnetómetro del Voyager también detectó una duplicación en la intensidad del campo magnético en la región de estancamiento. Como coches acumulando en una autovía obstruido rampa, el aumento de la intensidad del campo magnético muestra que la presión hacia adentro desde el espacio interestelar es compactarlo.

Voyager ha sido la medición de partículas energéticas que se originan desde dentro y fuera de nuestro sistema solar. Hasta mediados de 2010, la intensidad de las partículas procedentes de dentro de nuestro sistema solar ha mantenido constante. Pero el año pasado, la intensidad de estas partículas energéticas ha venido disminuyendo, como si ellos son fugas al espacio interestelar. Las partículas son ahora la mitad tan abundantes como lo fueron durante los cinco años anteriores.

Al mismo tiempo, Voyager ha detectado un centesimal aumento en la intensidad de los electrones de alta energías de otros lugares de la galaxia difundir en nuestro sistema solar desde fuera, que es otra indicación de la frontera se aproximaba.

"Hemos estado usando el flujo de partículas cargadas energéticas al Voyager 1 como una especie de calcetín de viento para estimar la velocidad del viento solar," dijo Rob Decker, un co-investigador del instrumento de partículas cargadas de baja energía Voyager la Johns Hopkins University aplicada laboratorio de física en Laurel, MD. "hemos encontrado que las velocidades del viento son bajas en esta región y gust erráticamente. Por primera vez, el viento sopla incluso volver a nosotros. Evidentemente nos estamos viajando en territorio completamente nuevo. Científicos habían sugerido previamente que puede haber una capa de estancamiento, pero que no estábamos seguros de que existía hasta ahora."

Lanzado en 1977, Voyager 1 y 2 están en buen estado de salud. Voyager 2 es de 9 mil millones de km (15 millones) lejos del sol.

La nave espacial Voyager fueron construida por el Jet Propulsion Laboratory de la NASA en Pasadena, Calif., que sigue funcionando ambos. JPL es una división del California Institute of Technology. Las misiones Voyager son parte de la NASA Heliofísica sistema Observatorio, patrocinado por la División de Heliofísica de la dirección de misión de la ciencia en Washington. Para obtener más información acerca de la nave espacial Voyager, visite: http://www.nasa.gov/voyager

Nota original: http://www.jpl.nasa.gov/news/news.cfm?release=2011-372

Despega Curiosity, el vehículo explorador de Marte

Despegue del cohete AtlasV con la sonda espacial

La NASA comenzó un viaje histórico hacia Marte con el lanzamiento, el 26 de noviembre, del Laboratorio Científico de Marte (Mars Science Laboratory o MSL, por su sigla en idioma inglés), el cual transporta un explorador, del tamaño de un automóvil, llamado Curiosity (Curiosidad, en idioma español). El despegue desde la Estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral, a bordo del cohete Atlas V, se llevó a cabo a las 10:02 de la mañana, hora oficial del Este (7:02 de la mañana, hora oficial del Pacífico).
"Estamos muy entusiasmados por enviar el laboratorio científico más avanzado del mundo a Marte", dijo Charles Bolden, quien es el administrador de la NASA. "El MSL nos dirá las cosas fundamentales que necesitamos saber sobre Marte y, mientras avanza en sus actividades científicas, nosotros estaremos trabajando en las capacidades con las que debemos contar para una misión futura con seres humanos al Planeta Rojo y a otros destinos donde nunca hemos estado".
El cohete Atlas V, de la Alianza Unida para Lanzamientos, que transporta a la nave espacial denominada Laboratorio Científico de Marte (MSL, por su sigla en idioma inglés), la cual a su vez lleva en su interior al nuevo vehículo explorador llamado Curiosity (Curiosidad, en idioma español), despegó en horario en el primer intento de lanzamiento, a las 10:02 de la mañana (hora oficial del Este) del 26 de noviembre.
La misión será pionera en una tecnología de aterrizaje de precisión y en un aterrizaje mediante un sistema de grúa, cuyo propósito será colocar a Curiosity cerca del pie de una montaña, en el interior del cráter Gale, el 6 de agosto del año 2012. Durante una importante misión que llevará aproximadamente dos años, después del lanzamiento, el explorador investigará si la región alguna vez ofreció condiciones favorables para el desarrollo de vida microbiana, incluyendo a los componentes químicos fundamentales para la existencia de la vida.

Despegue del cohete AtlasV con la sonda espacial

La NASA comenzó un viaje histórico hacia Marte con el lanzamiento, el 26 de noviembre, del Laboratorio Científico de Marte (Mars Science Laboratory o MSL, por su sigla en idioma inglés), el cual transporta un explorador, del tamaño de un automóvil, llamado Curiosity (Curiosidad, en idioma español). El despegue desde la Estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral, a bordo del cohete Atlas V, se llevó a cabo a las 10:02 de la mañana, hora oficial del Este (7:02 de la mañana, hora oficial del Pacífico).
"Estamos muy entusiasmados por enviar el laboratorio científico más avanzado del mundo a Marte", dijo Charles Bolden, quien es el administrador de la NASA. "El MSL nos dirá las cosas fundamentales que necesitamos saber sobre Marte y, mientras avanza en sus actividades científicas, nosotros estaremos trabajando en las capacidades con las que debemos contar para una misión futura con seres humanos al Planeta Rojo y a otros destinos donde nunca hemos estado".
El cohete Atlas V, de la Alianza Unida para Lanzamientos, que transporta a la nave espacial denominada Laboratorio Científico de Marte (MSL, por su sigla en idioma inglés), la cual a su vez lleva en su interior al nuevo vehículo explorador llamado Curiosity (Curiosidad, en idioma español), despegó en horario en el primer intento de lanzamiento, a las 10:02 de la mañana (hora oficial del Este) del 26 de noviembre.
La misión será pionera en una tecnología de aterrizaje de precisión y en un aterrizaje mediante un sistema de grúa, cuyo propósito será colocar a Curiosity cerca del pie de una montaña, en el interior del cráter Gale, el 6 de agosto del año 2012. Durante una importante misión que llevará aproximadamente dos años, después del lanzamiento, el explorador investigará si la región alguna vez ofreció condiciones favorables para el desarrollo de vida microbiana, incluyendo a los componentes químicos fundamentales para la existencia de la vida.

"El vehículo de lanzamiento nos ha dado una gran inyección en nuestra trayectoria, y estamos camino a Marte", dijo Peter Theisinger, quien es el director del proyecto del Laboratorio Científico de Marte, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory o JPL, por su sigla en idioma inglés), de la NASA, en Pasadena, California. "La nave espacial está comunicada y se encuentra térmicamente estable y con energía positiva".
El Atlas V inicialmente transportó a la nave espacial hacia la órbita de la Tierra y luego, con un segundo impulso de la fase superior del vehículo, la colocó fuera de la órbita de la Tierra, en un viaje de 567 millones de kilómetros (352 millones de millas) hacia Marte.
Nuestra primera maniobra de corrección de la trayectoria tendrá lugar en aproximadamente dos semanas", expresó Theisinger. "Realizaremos controles de los instrumentos luego, en las próximas semanas, y continuaremos con meticulosos preparativos para el aterrizaje en Marte y también para las operaciones que llevaremos a cabo en la superficie".
Los ambiciosos objetivos científicos de Curiosity se encuentran entre las muchas diferencias que tiene la misión con los anteriores exploradores de Marte. El vehículo utilizará un taladro y una pala, colocados en el extremo de su brazo robot, con el fin de recolectar suelo y muestras de polvo del interior de las rocas. Luego, tamizará y formará parcelas con estas muestras y las colocará en instrumentos analíticos de laboratorio ubicados dentro del explorador. Curiosity transporta 10 instrumentos científicos con una masa total que es 15 veces más grande que la carga útil de los instrumentos científicos que hay en los vehículos exploradores de Marte Spirit (Espíritu, en idioma español) y Opportunity (Oportunidad, en idioma español). Algunas de las herramientas son las primeras de su clase en Marte; por ejemplo, un instrumento para lanzar rayos láser, el cual se usa para conocer la composición elemental de las rocas a distancia, y un instrumento destinado a la difracción de rayos X, el cual sirve para la identificación definitiva de minerales en las muestras de polvo.
Para poder transportar y soportar su carga científica, Curiosity es dos veces más largo y cinco veces más pesado que los vehículos exploradores Spirit u Opportunity. Debido a su masa de una tonelada, Curiosity es demasiado pesado como para utilizar bolsas de aire para amortiguar su aterrizaje; cosa que sí pudieron usar los anteriores exploradores de Marte. Parte de la nave espacial que transporta al Laboratorio Científico de Marte es un módulo de descenso impulsado mediante un cohete, el cual hará descender al vehículo explorador sobre cuerdas a medida que los motores del cohete controlan la velocidad del descenso.
El sitio de aterrizaje de la misión ofrece a Curiosity la posibilidad de trasladarse hacia capas de la montaña que se encuentran dentro del cráter Gale. A través de las observaciones llevadas a cabo desde la órbita, se ha podido identificar arcilla y minerales de sulfato en las capas más bajas, lo cual indica que en el pasado hubo humedad.
Las maniobras destinadas a efectuar un aterrizaje preciso a medida que la nave espacial vuela a través de la atmósfera marciana, antes de abrir su paracaídas, hacen que Gale sea un objetivo seguro para la primera vez que este explorador se posa en Marte. Esta innovación reduce el área tomada como objetivo a menos de un cuarto del tamaño que tenían los objetivos de aterrizaje previos en Marte. Sin eso, el terreno desparejo de los bordes del objetivo de Curiosity haría que el sitio fuera descartado debido a su peligrosidad.
Las innovaciones llevadas a cabo con el fin de hacer aterrizar una nave espacial más pesada con mayor precisión forman parte de los pasos del desarrollo de la tecnología necesaria para futuras misiones a Marte con seres humanos. Además, Curiosity transporta un instrumento que se utiliza para monitorizar el ambiente de radiación natural de Marte, lo que constituye una información importante para el diseño de futuras misiones a Marte que protejan la salud de los astronautas

Fuente: Ciencia@NASA

Tras perder su sonda marciana, Rusia está en la Luna

 

La Agencia Federal Espacial Rusa (Roscosmos) está dispuesta a concentrar sus esfuerzos en el estudio de la Luna en un futuro próximo.
El lanzamiento del aparato Luná-Glob, que se llevará a cabo con el fin de estudiar nuestro satélite desde la órbita y realizar varios experimentos en su superficie, está previsto para el año 2015. Asimismo, se está desarrollando el ingenio Luná-Resurs en colaboración con la Agencia espacial de la India.
"Vamos a ver una vez más cómo repartir los esfuerzos. Podría tener sentido empezar a dar pasos concretos hacia la Luna. En cuanto a Marte, podríamos apostar por la cooperación con nuestros socios, por ejemplo con Europa, que nos propone que participemos en el proyecto ExoMars", comentó el vicedirector de la Agencia Federal Espacial Rusa, Vitali Davýdov.

 

La Agencia Federal Espacial Rusa (Roscosmos) está dispuesta a concentrar sus esfuerzos en el estudio de la Luna en un futuro próximo.
El lanzamiento del aparato Luná-Glob, que se llevará a cabo con el fin de estudiar nuestro satélite desde la órbita y realizar varios experimentos en su superficie, está previsto para el año 2015. Asimismo, se está desarrollando el ingenio Luná-Resurs en colaboración con la Agencia espacial de la India.
"Vamos a ver una vez más cómo repartir los esfuerzos. Podría tener sentido empezar a dar pasos concretos hacia la Luna. En cuanto a Marte, podríamos apostar por la cooperación con nuestros socios, por ejemplo con Europa, que nos propone que participemos en el proyecto ExoMars", comentó el vicedirector de la Agencia Federal Espacial Rusa, Vitali Davýdov.

En su día la Agencia Espacial Europea (ESA) propuso a Roscosmos participar en el proyecto de exploración de Marte ExoMars, en el marco del cual se planea lanzar una misión al Planeta Rojo.
Este martes Roscosmos constató oficialmente la pérdida de la misión Fobos-Grunt, que despegó el 9 de noviembre y que no pudo encender sus motores de crucero y abandonar la órbita terrestre. El proyecto marciano ruso prácticamente ya no tiene posibilidades de continuar su misión. De hecho, especialistas de la agencia espacial, predicen que dentro de poco caerán en la Tierra fragmentos del Fobos-Grunt.
En una conferencia de prensa en el Centro de Control de Vuelos espaciales (TsUP, según sus siglas en ruso) de Koroliov, en la región de Moscú, los expertos explicaron que la llamada “ventana astronómica”, el período oportuno para la realización de la misión espacial, todavía no se ha cerrado, pero dijeron que la esperanza de que se pueda utilizar es ínfima. 
Según ellos existen dos “ventanas”, una óptima y una más prolongada, que durará hasta finales del mes en curso. La siguiente “ventana astronómica”, de acuerdo a la posición de los planetas en el espacio, se abrirá dentro de dos años, pero el Fobos-Grunt no podrá mantenerse en órbita durante tanto tiempo.
Ya en el arranque del próximo año los pedazos de la estación podrían caer en la Tierra. Anteriormente, los especialistas estimaron que no existe peligro para el planeta, puesto que todos los fragmentos de la sonda se desintegrarán durante su reentrada en la atmósfera. La posibilidad de que ésta caiga “en la cabeza de alguien” es casi nula, indican los expertos. El  área donde caerán de los pedazos de Fobos-Grunt sólo podrá determinarse con un día de anticipación.
Actualmente, el aparato, que sigue realizando su vuelo fuera de control, cambia la altura de su órbita de vez en cuando. Los expertos todavía no disponen de información telemétrica, por lo que no pueden entender exactamente qué le ocurre al aparato.
Según una de las versiones, el sistema de control del ingenio sigue funcionando. Los especialistas en balística sostienen que las baterías solares abiertas de Fobos-Grunt podrían proporcionar cierta fuerza de sustentación. Según su opinión, el aumento de la órbita de la estación podría aplazar la caída del ingenio en la Tierra hasta marzo de 2012.

Articulo completo en: http://actualidad.rt.com/ciencia_y_tecnica/cosmos/issue_32712.html