Imágen de la tercera y última ocultación del planeta Júpiter detrás de la Luna del 2012, captada por Germán Savor desde el Observatorio Galileo Galilei de César Fornari, ambos integrantes…
Autor: Webmaster AEA
Venera-D, el regreso de Rusia al planeta infernal

Aunque el programa de sondas planetarias ruso se encuentra actualmente congelado tras el fiasco de Fobos-Grunt, los planes de sondas rusas siguen adelante, aunque sea en la fase de diseño. Uno de estos proyectos es Venera-D, una misión para el estudio de Venus.
En principio se pensó en desarrollar una misión con varias sondas de superficie y globos parecidos a los de las históricas misiones VeGa de los años 80, pero finalmente el Instituto de Estudios Espaciales (IKI) y la empresa NPO Lávochkin han elegido un diseño más conservador que recuerda a las sondas soviéticas Venera. Según el último plan, la Venera-D estará formada por una única sonda de superficie de 100 kg que permanecería operativa durante dos o tres horas como mínimo en el infernal ambiente de Venus, además de un orbitador en órbita polar capaz de funcionar durante tres años. El orbitador tendrá un diseño similar al de la Fobos-Grunt, como la mayoría de sondas planetarias rusas de nueva generación.
El extraño caso del agujero negro de Andrómeda

Uno de los numerosos agujeros negros presentes en la vecina galaxia de Andrómeda, ha puesto patas arriba los modelos de emisión de rayos X al descubrirse que la luminosidad que emite puede llegar a superar aquella que le correspondería en función de su masa.
Una investigación, en la que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en España, ha establecido la masa de este objeto en unas diez veces la del Sol.
No obstante, algunos de sus registros de luminosidad exceden los límites establecidos por la física. El hallazgo ha sido publicado en la revista Nature.
Una serie de fórmulas matemáticas establece cuál debe ser la luminosidad máxima de un objeto cósmico en función de su masa –conocida como la luminosidad de Eddington–.
Por encima de este límite, por ejemplo, una estrella normal se descompondría. Para un agujero negro de masa una decena de veces superior a la del Sol, esta cifra es de 1×1032 vatios, un millón de veces mayor que la luminosidad del Sol.
Algunas fuentes cósmicas de rayos X alejadas de los centros de las galaxias brillan con luminosidades que superan esta cifra, y por ello se denominan fuentes de rayos X ultraluminosas –ULX por sus siglas en inglés–.
Tienen masas mayores que las de los agujeros negros normales pero menores que las de los agujeros negros supermasivos localizados en los centros de las galaxias.
Impacto en Rosario – 1932
Un posible “Micro Tunguska” de entrecasa
Por Edgardo Rolan Minniti Morgan
No hace mucho manifestamos “a medida que se avanza en la exploración del espacio próximo, se acentúa la certeza de que es poco lo que conocíamos realmente del mismo cuando se dejaban de lado las estructuras planetarias y satelitales visitadas por sondas, para penetrar en el ámbito de los cuerpos menores de nuestro sistema solar. La historia reciente es elocuente de ello”. Sí, hoy en base a un hecho extraño acaecido el 13 de Abril de 1932 en la ciudad de Rosario, podemos agregar algunos elementos de juicio que permitan ampliar el conocimiento adquirido hasta la fecha sobre esas estructuras, incorporando a las mismas un nuevo protagonista: los “Mini cometas” (O “Micro cometas”, si se prefiere extendiendo abusivamente el lenguaje).
Investigando para una relación de la astronomía en la ciudad de Santa Fe, en la que actuamos intensamente durante muchos años, sorpresivamente nos encontramos con un evento inesperado que fuera registrado por la crónica cotidiana como “un rayo” y olvidado a poco de dar vuelta la página de nuestra historia menor.
El análisis de los acontecimientos nos ha sorprendido profundamente; pues los mismos ponen en evidencia un fenómeno del cual no teníamos antecedentes a esa escala y solo existen dos posibilidades que lo puedan explicar, a nuestro limitado juicio:
– El impacto de un “Mini cometa” o “Micro cometa” (Trozo de hielo, pues no se registran impactos de objetos a nivel del suelo, ni lluvia de partículas sólidas).
– Una extraordinaria descarga eléctrica atmosférica “en seco” provocada por material en suspensión cargado electrostáticamente por efecto de las corrientes de chorro en altura; pues la precipitación de cenizas volcánicas probablemente asociadas por ese “efecto capacitor”, se acusa intensamente en la región.
Veamos algunos hechos anteriores antes de dedicarnos a lo elocuentemente expuesto en la prensa sobre el tema aludido.
El Universo podría resurgir de las cenizas tras el desgarramiento cósmico (2º Parte)
Wei y sus colegas se preguntaron si todos los desgarramientos eran desesperanzadores, o si había otra forma en que la energía oscura pudiese evolucionar que le permitiese a la materia resurgir de las ruinas. “El destino de nuestro universo es un tema recurrente de la filosofía y la religión”, dice Wei. “Así que, como cosmólogo, considerar este tema es muy natural”.
Todos los escenarios de desgarramientos mencionados en el artículo anterior suponen que la densidad de la energía oscura sólo puede aumentar. Pero el hecho de que parece estar aumentando justo cuando los humanos la comienzan a observar hace sospechar a los científicos. Si la densidad cambió una vez, ¿por qué no podría cambiar nuevamente? Tomando esto en cuenta, Wei y sus colegas consideraron un caso donde la densidad aumentaba durante un tiempo, y luego volvía a disminuir.
La primera etapa de este escenario más bien se parece a los otros desgarramientos, con la mayoría de las estructuras cohesionadas, desde galaxias a átomos, finalmente separándose. Sin embargo, antes que se desgarre el espacio-tiempo, la densidad de la energía oscura comienza a disminuir.
Eso haría que la expansión del Universo se acelere en una medida cada vez menor, por lo tanto, el cosmos debería alcanzar un punto donde los fragmentos residuales de materia se encuentran entre ellos y se agrupan de nuevo debido a la gravedad. Cuanto más grandes estos grupos de materia, más fuerte es la gravedad y es más probable que se adhiera más materia. A diferencia de todos los otros modelos de desgarramiento, los átomos y eventualmente las galaxias tienen la posibilidad de volver a formarse. “La fuerza de gravedad ‘pega’ las cenizas en nuevas estructuras, y el Universo puede ser reconstruido”, dice Wei.
Caldwell duda que esto ocurra. “Te encuentras en un universo frío y desolado. Habría mucha energía oscura alrededor, pero el átomo más cercano estaría muy lejos. Pasaría un tiempo extremadamente largo para que las partículas se encuentren unas con otras”.