La sonda lunar LADEE supera en orbita terrestre problemas técnicos

La sonda lunar Explorador de la Atmósfera y Polvo Lunar (LADEE, por sus siglas en inglés) ya se encuentra en órbita elíptica alrededor de la Tierra tras superar una serie de problemas técnicos relacionados con su sistema de posicionamiento.

   Según informa la NASA, después de su lanzamiento –el pasado viernes– el sistema de posicionamiento de la sonda dejó de funcionar al parecer, debido a un aumento en la corriente eléctrica. En cualquier caso, los ingenieros determinaron que no había ningún problema con las ruedas de reacción, necesarias para conducir y estabilizar el sistema diseñado para salvaguardar las ruedas.

La sonda lunar Explorador de la Atmósfera y Polvo Lunar (LADEE, por sus siglas en inglés) ya se encuentra en órbita elíptica alrededor de la Tierra tras superar una serie de problemas técnicos relacionados con su sistema de posicionamiento.

   Según informa la NASA, después de su lanzamiento –el pasado viernes– el sistema de posicionamiento de la sonda dejó de funcionar al parecer, debido a un aumento en la corriente eléctrica. En cualquier caso, los ingenieros determinaron que no había ningún problema con las ruedas de reacción, necesarias para conducir y estabilizar el sistema diseñado para salvaguardar las ruedas.

"Los límites que causaron el apagón de las ruedas fueron desactivados poco después y la protección contra los fallos de la rueda de reacción se reactivó selectivamente", indican desde la NASA, añadiendo que los ingenieros evaluarán ahora cómo gestionar el sistema de protección contra fallos.

   La agencia espacial añade que la trayectoria de LADEE es buena y que actualmente se encuentra a 162.000 millas (260.000 kilometros) de altitud. La sonda alcanzó su punto más alejado a la Tierra este martes, a las 9:30 horas y alcanzará su punto más cercano este viernes, 13 de septiembre, a las 9.38 horas, instante en el que está previsto que se impulse su órbita mediante la quema del motor.

   LADEE realizará otras dos órbitas elípticas alrededor de la Tierra hasta entrar en la órbita lunar, prevista para el próximo 6 de octubre, una de las fases más críticas de la misión, que busca recoger información sobre la composición de la atmósfera lunar y determinar la procedencia del polvo que envuelve el satélite, según ha subrayado la agencia espacial.

Fuente: Europa Press

¿El Lémur una gran ayuda para Vuelos Espaciales de larga duración?

El siguiente salto para la humanidad será cuando enviamos seres humanos, al espacio profundo. Pero nuestra biología es un gran factor limitante.

Utilizando técnicas de propulsión actuales, un viaje a Marte tendrá un mínimo de seis meses, mientras que un viaje a los límites exteriores del sistema solar se necesitarán años. Aun suponiendo algunos avances de tecnología de propulsión, viajar a nuestra estrella más cercana llevará una o dos generaciones.

Para esquivar la condición humana en el espacio profundo, muchas ideas de ciencia ficción se han lanzado – crio-sueño prolongado para exploradores espaciales.
Entrar en una especie de animación suspendida durante el viaje.

Pero el efecto de la criogenia en la fisiología humana es poco conocida y hay mucho debate en torno a la idea de "congelar la distancia de años luz".

Sin embargo, la ayuda puede de la mano de un pequeña primate, llamado Cheirogaleus medius – el lémur enano de cola gorda, que vive en Madagascar.

Es uno de los primates más pequeños del mundo y tiene un talento sorprendente: es el único primate conocido que puede hibernar.

El siguiente salto para la humanidad será cuando enviamos seres humanos, al espacio profundo. Pero nuestra biología es un gran factor limitante.

Utilizando técnicas de propulsión actuales, un viaje a Marte tendrá un mínimo de seis meses, mientras que un viaje a los límites exteriores del sistema solar se necesitarán años. Aun suponiendo algunos avances de tecnología de propulsión, viajar a nuestra estrella más cercana llevará una o dos generaciones.

Para esquivar la condición humana en el espacio profundo, muchas ideas de ciencia ficción se han lanzado – crio-sueño prolongado para exploradores espaciales.
Entrar en una especie de animación suspendida durante el viaje.

Pero el efecto de la criogenia en la fisiología humana es poco conocida y hay mucho debate en torno a la idea de "congelar la distancia de años luz".

Sin embargo, la ayuda puede de la mano de un pequeña primate, llamado Cheirogaleus medius – el lémur enano de cola gorda, que vive en Madagascar.

Es uno de los primates más pequeños del mundo y tiene un talento sorprendente: es el único primate conocido que puede hibernar.

Por lo tanto, es el primo genético más cercano a los seres humanos que hiberna. Curiosamente, hiberna durante los períodos cálidos cuando su hábitat se encuentra en su periodo más seco.

Normalmente, los mamíferos que hibernan entran latencia durante los períodos de congelación, invierno, hace justo lo contrario.

los investigadores de la Universidad de Duke estudiaron los talentos de hibernación de C. medius para llegar a un fascinante conclusión.
Estudiar el estado letárgico de estos pequeños primates puede ayudar al tratamiento de ataque, accidente cerebrovascular. También podría proporcionar una pista tentadora al problema exploración espacial humana de largo duración.

"Es el pariente genético más cercano a los seres humanos que hiberna y por lo tanto es más probable que se proporciona información útil para entender las cosas como lo que es la capacidad de inducir estados de hibernación en los seres humanos", dijo el psiquiatra Andrew D. Krystal, director de Duke laboratorio del sueño de la escuela de medicina, en una entrevista con el diario Los Angeles Times .

"Si queremos viajar a algún punto en el espacio exterior que se llevó 100 años, ¿cómo podríamos hacerlo?", Dijo Krystal. "Tendríamos que inducir un período de hibernación que permita a una persona que no tenga que funcionar durante un periodo de tiempo con el fin de llegar allí y sobrevivir y regresar."

"Hay todo tipo de posibilidades interesantes que se abren que suenan un poco a ciencia ficción", dijo Krystal. "Pero creo que fundamentalmente estamos motivados por las aplicaciones médicas. Esta es la visión a largo plazo de por qué estamos haciendo esto”.

Fuente: LA Times

Sulfatos en un cráter de Marte revelan que pudo ser un lago

Los científicos de la Agencia Espacial Europea (ESA) han hallado montículos en el interior de varios cráteres de la región marciana de Arabia Tierra. Concretamente, el análisis de la estructura que se encuentra en el cráter de Becquerel, el más grande de la zona, revela que está compuesto por capas de sulfatos de colores claros que podrían indicar que una vez albergó agua en su interior.

   Según han detallado, los sulfatos habitualmente se producen en la Tierra por la evaporación del agua, por lo que la presencia de estos materiales en abundancia, señalan que el cráter fue una vez un gran lago que se evaporó entre 3.500 y 3.800 millones de años atrás.

   Así, el cráter, producido por el impacto de un meteorito, habría estado una vez cubierto por estos residuos y la erosión del viento los habría conducido a otros puntos de la región que también albergan este tipo de material en la superficie. Como resultado, habrían quedado restos de estos sulfatos en el interior del cráter, en forma de montículo, que el viento no habría podido arrastrar.

Los científicos de la Agencia Espacial Europea (ESA) han hallado montículos en el interior de varios cráteres de la región marciana de Arabia Tierra. Concretamente, el análisis de la estructura que se encuentra en el cráter de Becquerel, el más grande de la zona, revela que está compuesto por capas de sulfatos de colores claros que podrían indicar que una vez albergó agua en su interior.

   Según han detallado, los sulfatos habitualmente se producen en la Tierra por la evaporación del agua, por lo que la presencia de estos materiales en abundancia, señalan que el cráter fue una vez un gran lago que se evaporó entre 3.500 y 3.800 millones de años atrás.

   Así, el cráter, producido por el impacto de un meteorito, habría estado una vez cubierto por estos residuos y la erosión del viento los habría conducido a otros puntos de la región que también albergan este tipo de material en la superficie. Como resultado, habrían quedado restos de estos sulfatos en el interior del cráter, en forma de montículo, que el viento no habría podido arrastrar.

Lo que ha llamado la atención de la agencia espacial es la disposición de las capas de sedimentos a lo largo de la superficie de la zona, que están distribuidas siguiendo un patrón regular. Los científicos apuntan a que esta formación podría deberse a los "significativos cambios" de clima que sufre el planeta, debido a la inclinación de su eje de rotación.

   De este modo, las variaciones de la climatología de la zona afectarían visiblemente al modo en que los sedimentos se depositan sobre la superficie marciana.

   Por otra parte, los residuos de color negro que se observan en los alrededores del cráter, procederían, según los investigadores, de una erupción volcánica que se produjo en otro lugar y habrían sido arrastrados hasta ahí por el viento.

Fuente: Europa Press

Un nuevo modelo del manto revela pistas sobre los volcanes hotspot

Científicos de la Universidad de California Berkeley, en Estados Unidos, han detectado canales previamente desconocidos de ondas sísmicas que se mueven lentamente en el manto superior de la Tierra, un descubrimiento que ayuda a explicar los volcanes 'hotspot' o puntos calientes que dan a luz a cadenas de islas como Hawai y Tahití.

   A diferencia de los volcanes que emergen de las zonas de colisión entre las placas tectónicas, los de puntos calientes se forman en el medio de las placas. La teoría prevaleciente de cómo se forman volcanes en mitad de las placas es que se eleva verticalmente un único afloramiento de roca caliente y flotante como un penacho desde las profundidades del manto de la Tierra, la capa que está entre la corteza terrestre y el núcleo, y lo transfiere para alimentar a las erupciones volcánicas.

   Sin embargo, algunas cadenas de volcanes 'hotspot' no se explican fácilmente por este simple modelo, lo que sugiere que una interacción más compleja entre las columnas y el manto superior está en juego, según apuntan los autores del estudio, publicado este jueves en la revista 'Science Express'. Los canales recién descubiertos de ondas sísmicas de baja rotación proporcionan una importante pieza del rompecabezas en la formación de estos volcanes 'hotspot'.

   La formación de los volcanes en los bordes de las placas está estrechamente vinculada con el movimiento de las placas tectónicas que se crean cuando el magma caliente empuja sube a través de fisuras en las dorsales oceánicas y se solidifica. Cuando las placas se alejan de las crestas, se enfrían, se endurecen y se vuelven más pesadas, con el tiempo se hunden hacia abajo en el manto en las zonas de subducción.

   Pero los científicos han notado grandes extensiones del fondo marino que son mucho más calientes de lo esperado en este modelo de placa tectónica de refrigeración. Se ha sugerido que las franjas responsables de este vulcanismo 'hotspot 'también podrían desempeñar un papel en la explicación de estas observaciones, pero no estaba del todo claro cómo se producía.

Científicos de la Universidad de California Berkeley, en Estados Unidos, han detectado canales previamente desconocidos de ondas sísmicas que se mueven lentamente en el manto superior de la Tierra, un descubrimiento que ayuda a explicar los volcanes 'hotspot' o puntos calientes que dan a luz a cadenas de islas como Hawai y Tahití.

   A diferencia de los volcanes que emergen de las zonas de colisión entre las placas tectónicas, los de puntos calientes se forman en el medio de las placas. La teoría prevaleciente de cómo se forman volcanes en mitad de las placas es que se eleva verticalmente un único afloramiento de roca caliente y flotante como un penacho desde las profundidades del manto de la Tierra, la capa que está entre la corteza terrestre y el núcleo, y lo transfiere para alimentar a las erupciones volcánicas.

   Sin embargo, algunas cadenas de volcanes 'hotspot' no se explican fácilmente por este simple modelo, lo que sugiere que una interacción más compleja entre las columnas y el manto superior está en juego, según apuntan los autores del estudio, publicado este jueves en la revista 'Science Express'. Los canales recién descubiertos de ondas sísmicas de baja rotación proporcionan una importante pieza del rompecabezas en la formación de estos volcanes 'hotspot'.

   La formación de los volcanes en los bordes de las placas está estrechamente vinculada con el movimiento de las placas tectónicas que se crean cuando el magma caliente empuja sube a través de fisuras en las dorsales oceánicas y se solidifica. Cuando las placas se alejan de las crestas, se enfrían, se endurecen y se vuelven más pesadas, con el tiempo se hunden hacia abajo en el manto en las zonas de subducción.

   Pero los científicos han notado grandes extensiones del fondo marino que son mucho más calientes de lo esperado en este modelo de placa tectónica de refrigeración. Se ha sugerido que las franjas responsables de este vulcanismo 'hotspot 'también podrían desempeñar un papel en la explicación de estas observaciones, pero no estaba del todo claro cómo se producía.

"Necesitábamos una visión más clara de cómo sube el exceso de calor y cómo se comporta en el manto superior", dijo la principal autora del estudio, Barbara Romanowicz, profesora de Ciencias Terrestres y Planetarias e investigadora en el Laboratorio Sismológico de la UC Berkeley. "Nuestro nuevo descubrimiento ayuda a cerrar la brecha entre los procesos de profundidad en el manto y el fenómeno que se observa en la superficie de la tierra, como los puntos calientes", subraya.

   Los investigadores utilizaron una nueva técnica que toma los datos en forma de onda de los terremotos en todo el mundo y, a continuación, analizaron los movimientos individuales en los sismogramas para crear un modelo informático del interior de la Tierra. La tecnología es similar a una tomografía computarizada.

   El modelo reveló canales llamados "dedos de baja velocidad" porque los investigadores detectaron que las ondas sísmicas viajaron inusualmente lentas. Los dedos se extendieron en las bandas de medición alredeor de 600 millas de ancho (965 kilómetros) y 1.200 millas de distancia (1.930 kilómetros), y se trasladaron a una profundidad de entre 120 a 220 millas (193 a 354 kilómetros) por debajo del lecho marino.

   Las ondas sísmicas viajan típicamente a velocidades de 2,5 a 3 millas (3,7 a 4,8 kilómetros) por segundo a esas profundidades, pero los canales mostraron un porcentaje de desaceleración de la velocidad sísmica media del 4 por ciento. "Sabemos que la velocidad sísmica está influenciada por la temperatura y se estima que la desaceleración que estamos viendo podría representar un aumento de temperatura de hasta 200 grados Celsius", dijo el autor principal del estudio Scott, French, estudiante graduado en Ciencias Terrestres y Planetarias en la UC Berkeley.

La formación de canales, similar a los que se revelan en el modelo de la computadora, se ha propuesto teóricamente que afecta a las columnas del manto de la Tierra  pero nunca antes se había fotografiado en una escala global. También se observa que los dedos se alinean con el movimiento de la placa tectónica suprayacente, una prueba más de "canalización" de las columnas de material, dijeron los investigadores.

"Creemos que las columnas contribuyen a la generación de puntos de acceso y el flujo de calor alto, acompañados de complejas interacciones con la parte superior del manto superficial", dijo French. "La naturaleza exacta de esas interacciones necesita más estudio, pero ahora tenemos una idea más clara que puede ayudarnos a entender la 'fontanería' del manto de la Tierra responsable de islas volcánicas de puntos calientes como Tahití, La Reunión y Samoa", concluye.

Fuente: Europa Press

Los grandes desiertos oceánicos actúan como sumideros de CO2

Una investigación prueba que los grandes desiertos oceánicos actúan como sumideros de CO2. Investigadores de la Universidad de Oviedo han concluido que estás inmensas superficies de agua absorben más dióxido de carbono del que producen.

   El proyecto CARPOS (Flujos de CARbono mediados por el Plancton en ambientes Oligotróficos Subtropicales: una aproximación lagrangiana) ha sido financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, y en el han participado científicos de las Universidades de Vigo (coordinación) y Oviedo y el Instituto Español de Oceanografía ha estudiado cuál es el comportamiento de estos grandes desiertos oceánicos en la zona subtropical.

   La prestigiosa revista PLOS One acaba de publicar parte de los resultados del proyecto en un artículo firmado por investigadores de la Universidad de Oviedo.

   Los científicos han abordado el análisis de los consumos y emisiones de CO2 con una aproximación lagrangiana, es decir, realizando todas las mediciones del experimento en la misma masa de agua, en vez de en puntos distintos del océano.

Una investigación prueba que los grandes desiertos oceánicos actúan como sumideros de CO2. Investigadores de la Universidad de Oviedo han concluido que estás inmensas superficies de agua absorben más dióxido de carbono del que producen.

   El proyecto CARPOS (Flujos de CARbono mediados por el Plancton en ambientes Oligotróficos Subtropicales: una aproximación lagrangiana) ha sido financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, y en el han participado científicos de las Universidades de Vigo (coordinación) y Oviedo y el Instituto Español de Oceanografía ha estudiado cuál es el comportamiento de estos grandes desiertos oceánicos en la zona subtropical.

   La prestigiosa revista PLOS One acaba de publicar parte de los resultados del proyecto en un artículo firmado por investigadores de la Universidad de Oviedo.

   Los científicos han abordado el análisis de los consumos y emisiones de CO2 con una aproximación lagrangiana, es decir, realizando todas las mediciones del experimento en la misma masa de agua, en vez de en puntos distintos del océano.

El equipo marcó mediante boyas de deriva equipadas con diversos sensores oceanográficos una gran masa de agua a la que siguió durante días para tomar muestras a diferentes profundidades a lo largo de diez días para conocer cómo crecían las algas y otros organismos microbianos, decisivos en la captación y emisión del dióxido de carbono.

DIEZ EXPERIMENTOS

   El equipo investigador de CARPOS trabajó en la región subtropical a una distancia de 10 días de navegación de la costa de la península ibérica en una campaña que duró dos meses. Los investigadores desarrollaron un total de 10 experimentos con alrededor de 400 mediciones en total. Las muestras tomadas se conservaron en botellas de 2 litros para ir observando la tasa de crecimiento de las algas, los cambios en la concentración de oxígeno y otros parámetros significativos.

   El análisis de todos los datos obtenidos ha permitido concluir a los investigadores que los estos desiertos oceánicos, que suponen alrededor del 70 por ciento de la superficie de agua del planeta, muestran un pequeño superávit de captación de CO2 respecto a la cantidad de gas que emiten.

Fuente: Europa Press