Objetos de Espacio Profundo: Los Cúmulos Estelares

Por Mariano Andrés Peter

Imágen panorámica de la constelación de Tauro y las Pleyades a la derecha

Cúmulos Estelares: Son agrupaciones o concentraciones de estrellas unidas todas por la gravedad.
A simple vista se los puede apreciar como débiles manchas de luz en el cielo nocturno.
Los cúmulos estelares se dividen en dos tipos, abiertos y globulares.

Por Mariano Andrés Peter

Imágen panorámica de la constelación de Tauro y las Pleyades a la derecha

Cúmulos Estelares: Son agrupaciones o concentraciones de estrellas unidas todas por la gravedad.
A simple vista se los puede apreciar como débiles manchas de luz en el cielo nocturno.
Los cúmulos estelares se dividen en dos tipos, abiertos y globulares.

 

 Imágen del cúmulo abierto NGC 290

Los cúmulos abiertos, también conocidos como cúmulos galácticos, tienen forma irregular y están formados por cientos o miles de estrellas unidas gravitacionalmente luego de su formación y así pueden permanecer por cientos de millones de años más antes de dispersarse.
Algunos cúmulos abiertos como las Pléyades en Tauro, son lo suficientemente grandes y luminosos como para ser apreciados a simple vista.
Otros cúmulos grandes como la Colmena en Cáncer se ven mejor con binoculares o con oculares de bajo aumento y gran campo visual.
Los cúmulos pequeños y compactos como el Joyero en la Cruz del Sur, requieren de oculares de mayor aumento para poder apreciarlos en detalles.
La presencia visual de un cúmulo abierto esta determinada por su concentración de estrellas, además de la distribución y magnitud individual de sus estrellas. Los cúmulos compactos formados por estrellas débiles cerca del límite de resolución del telescopio aparecen nebulosos y por otro lado puede ser difícil distinguir los cúmulos grandes abundantes de las estrellas del fondo.

 

Omega Centauri, el cúmulo globular más grande captado desde el Observatorio de Oro Verde

En contraste, los cúmulos globulares son enormes concentraciones esféricas de cientos de miles o millones de estrellas viejas, formadas antes que tomara forma el disco galáctico.
Están ubicados en un halo que esférico alrededor de la Vía Láctea, pero desde nuestra perspectiva parecen concentrados alrededor del centro galáctico en las constelaciones de Sagitario y Ofiuco.
Se han catalogado unos 150 cúmulos globulares, pero son pocos los que pueden apreciarse a simple vista.
Con prismáticos pueden observarse como manchas de luz en el cielo, con telescopios de 100 a 150 mm quedan bien definidos.
El mayor cúmulo globular es Omega Centauri, visible desde el hemisferio sur.
Posee unas 10 millones de estrellas y un diámetro 150 años luz. Se ubica a una distancia de 17 mil años luz de la Tierra y se cree que es el remanente del núcleo de una pequeña y antigua galaxia que fue absorbida por la Vía Láctea hace mucho tiempo.
Los grandes cúmulos globulares están entre los objetos celestes más hermosos para la observación.
La aglomeración de estrellas es tal que si nuestro sistema solar se encontrara en un cúmulo globular, no existirían las noches oscuras ya que el cielo permanecería siempre iluminado por las estrellas del cúmulo con un brillo similar al de nuestro Sol.

Mariano Andrés Peter, coordinador gral. del Observatorio de Oro Verde – AEA

Formación de agua en planetas extrasolares

Cómo se forma el agua donde están naciendo planetas terrestres
1 de Enero de 2010 en Astronomía por Jaime García | Sin comentarios

17 de diciembre de 2009

En un estudio que ayuda a explicar los orígenes del agua en la Tierra, astrónomos de la Universidad de Michigan (UMich) han encontrado que el vapor de agua puede formarse espontáneamente en las zonas habitables de los sistemas planetarios, y que desarrolla una capa para proteger a otras moléculas de agua y orgánicas de la dañina radiación estelar.

Las moléculas orgánicas como los azúcares y aminoácidos son los precursores de la vida.

Cómo se forma el agua donde están naciendo planetas terrestres
1 de Enero de 2010 en Astronomía por Jaime García | Sin comentarios

17 de diciembre de 2009

En un estudio que ayuda a explicar los orígenes del agua en la Tierra, astrónomos de la Universidad de Michigan (UMich) han encontrado que el vapor de agua puede formarse espontáneamente en las zonas habitables de los sistemas planetarios, y que desarrolla una capa para proteger a otras moléculas de agua y orgánicas de la dañina radiación estelar.

Las moléculas orgánicas como los azúcares y aminoácidos son los precursores de la vida.

Los hallazgos se publican en la edición del 18 de diciembre de 2009 de la revista Science.

“Cuando se está cerca de una estrella, la radiación es destructiva para la mayor parte de las moléculas. Pero hemos sido capaces de demostrar que el agua podía formarse lo bastante rápido para actuar como escudo de la radiación para sí misma y para otras moléculas”, dijo Ted Bergin, profesor asociado en el Departamento de Astronomía de la UMich.

Bergin y Thomas Bethell, investigador posdoctorando en astronomía, llevaron a cabo un análisis computacional para llegar a esta conclusión.

Determinaron que la serie de reacciones químicas necesarias para que se crease el vapor de agua sólo se activan a temperaturas superiores a 300 Kelvin. Estas temperaturas sólo están presentes relativamente cerca de una estrella, en las áreas donde se formarían planetas terrestres. Más lejos, a la distancia de Júpiter, los gases están demasiado fríos para que se forme vapor de agua.

Una vez que empieza a formarse el vapor de agua, según encontraron los científicos, éste se crea lo suficientemente rápido como para construir una cobertura similar a la capa de ozono de la Tierra, que actúa como una sombrilla para proteger a la vida que hay por debajo de la radiación solar. Esta “capa de ozono” astronómica de vapor de agua no sólo protege a las moléculas de agua que hay bajo ella, sino también a otras moléculas orgánicas.

“Hay una rica química orgánica que precede al nacimiento de las estrellas”, dijo Bergin. “Es más simple, pero similar a la química de la vida. El comportamiento del agua puede permitir que la química siga adelante. Sin la protección que proporciona el vapor de agua, esas moléculas orgánicas se destruirían”.

Es razonable que parte de esta agua y materia orgánica pudiera incorporarse a los mundos nacientes similares a la Tierra.

El artículo se titula “Formation and Survival of Water Vapor in the Terrestrial Planet-Forming Region”. Esta investigación está financiada por la NASA.

Más información en:

http://www.ns.umich.edu/htdocs/releases/story.php?id=7461

Jaime Garcia

Rusia desarrolla un nuevo plan para desviar asteroides peligrosos

Rusia contempla la posibilidad de enviar una nave espacial a un asteroide para desviar su trayectoria e impedir que choque con la Tierra, informo el miércoles el dire
Foto: En esta foto de archivo del martes 26 de diciembre del 2006, el director de la agencia espacial rusa, Anatoly Perminov, habla en una conferencia de prensa en Moscu. El miércoles 30 de diciembre del 2009, Perminov dijo que Rusia considera la posibilidad de enviar una nave espacial a un asteroide para desviar su trayectoria e impedir que choque con la Tierra (AP Foto/Ivan Sekretarev, Arch ctor del organismo espacial ruso, Anatoly Perminov.

Rusia contempla la posibilidad de enviar una nave espacial a un asteroide para desviar su trayectoria e impedir que choque con la Tierra, informo el miércoles el dire
Foto: En esta foto de archivo del martes 26 de diciembre del 2006, el director de la agencia espacial rusa, Anatoly Perminov, habla en una conferencia de prensa en Moscu. El miércoles 30 de diciembre del 2009, Perminov dijo que Rusia considera la posibilidad de enviar una nave espacial a un asteroide para desviar su trayectoria e impedir que choque con la Tierra (AP Foto/Ivan Sekretarev, Arch ctor del organismo espacial ruso, Anatoly Perminov.

Perminov dijo que la agencia espacial efectuará una reunión pronto para evaluar esa posible misión al asteroide Apophis.
Indicaron a la radioemisora Golos Rosi que invitarán a la NASA, la Agencia Espacial Europea, la agencia espacial china y otros organismos a sumarse al proyecto una vez que esté elaborado.
Cuando el asteroide de 270 metros (885 pies) fue descubierto en 2004, los astrónomos calcularon que las probabilidades de que hiciera impacto en la Tierra en su primer paso en el 2029 eran de hasta 1 en 37, pero desde entonces han ajustado el cálculo.
Otros estudios descartaron la posibilidad de un impacto en 2029, cuando se calcula que no se aproximará a menos de 29.450 kilometros (18.300 millas) de la superficie terrestre, aunque indicaron una ligera posibilidad de un impacto en encuentros subsiguientes.
En octubre, la NASA redujo las probabilidades de que Apophis pudiese hacer impacto en 2036 de 1 en 45.000 a 1 en 250.000 y agregaron que el encuentro siguiente en 2068 tendrá una probabilidad de impacto de 1 en 330.000.
Sin mencionar los cálculos de la NASA, Perminov dijo haber oído de un científico que Apophis se acerca y que podría impactar la Tierra. No recuerdo exactamente, pero me parece que podría hacer impacto para 2032, afirmo.
La vida de la gente está en juego. Deberíamos aportar varios cientos de millones de dólares y construir un sistema que permita prevenir una colisión, en vez de sentarnos a esperar que suceda y mate a cientos de miles de personas, aseguro Perminov.
Los expertos han conjeturado desde hace tiempo como prevenir impactos de asteroides.
Algunos propusieron enviar una sonda que circunde un asteroide peligroso para cambiar gradualmente su trayectoria. Otros sugirieron enviar una nave espacial para que choque con el asteroide y modifique su impulso, o destruirlo con armas nucleares.
Perminov no revelo detalles del proyecto pero dijo que la misión no requerirá explosiones nucleares.
Los cálculos indican que es posible crear una nave espacial con un propósito determinado, dentro del tiempo que tenemos, que ayudaría a evitar la colisión sin destruir el asteroide ni detonar ninguna carga nuclear, afirmo el funcionario. La amenaza de choque puede evitarse, sostuvo.
 

The Associated Press

Detectan un nuevo objeto en el cinturón de Kuiper

Muy pequeño objeto helado del Cinturón de Kuiper fue descubierto por el Hubble.

El Telescopio Espacial Hubble ha detectado un iceberg cósmico de un diámetro de unos 975 metros, que fue ubicado en el Cinturón de Kuiper, a unos 6.760 millones de kilómetros del Sol -región que es habitada por un grupo muy grande de cometas-. Este es el objeto más pequeño y más débil encontrado en Kuiper; y un poco evidencia que los cuerpos cometarios estarían siendo "formados" como consecuencias de las colisiones entre estos objetos gélidos y dentro del término de unos mil millones de años en las lejanías del Sistema Solar.

< Impresión artistica del cuerpo congelado en cuestión que se mueve delante de la estrella. La ocultación estelar resultante registró una variación de luz de 0,3 segundos de duración (curva de luz en línea amarilla). Imagen: NASA, ESA y de G. Bacon (STScI)

Muy pequeño objeto helado del Cinturón de Kuiper fue descubierto por el Hubble.

El Telescopio Espacial Hubble ha detectado un iceberg cósmico de un diámetro de unos 975 metros, que fue ubicado en el Cinturón de Kuiper, a unos 6.760 millones de kilómetros del Sol -región que es habitada por un grupo muy grande de cometas-. Este es el objeto más pequeño y más débil encontrado en Kuiper; y un poco evidencia que los cuerpos cometarios estarían siendo "formados" como consecuencias de las colisiones entre estos objetos gélidos y dentro del término de unos mil millones de años en las lejanías del Sistema Solar.

< Impresión artistica del cuerpo congelado en cuestión que se mueve delante de la estrella. La ocultación estelar resultante registró una variación de luz de 0,3 segundos de duración (curva de luz en línea amarilla). Imagen: NASA, ESA y de G. Bacon (STScI)

El objeto helado anterior más pequeño descubierto en Kuiper era de 48 kilómetros, cerca de 50 veces más grande que este nuevo objeto, así que esto es un salto enorme en escala, especialmente cuando se considera que este "bola de hielo" es de la 35ta. magnitud, increíblemente débil e invisible para ser visto directamente por el Hubble.

Un equipo dirigido por Hilke Schlichting del Instituto de Tecnología de California utilizó la técnica innovadora de estudiar las medidas hechas por los sensores de dirección fina del Hubble (Fine Guidance Sensors).

Los sensores de dirección ayudan al Hubble a señalar la dirección espacial correcta, lo que está mirando el telescopio. Establecen claramente las estrellas del campo de visión, miden exactamente su localización y triangulación para comprobar donde el telescopio está enfocando. Al hacer eso, hacen las medidas exactas de una estrella dada unas 40 veces por segundo.
 
El equipo de Schlichting sospechó que si algunos objetos no visibles del Cinturón de Kuiper pasarían delante de una de estas estrellas de calibración; crearía una disminución o caída en la luz de estas estrellas y un efecto de difracción mientras que la luz de las estrellas cruzaba por detrás (ocultación) del objeto.

Schlichting y sus colegas tenían la enorme tarea de procesar los últimos 4,5 años acumulados de las medidas del sensor de dirección, incorporando para ello 50.000 estrellas en la base de datos para este trabajo, buscando cualquier variación en alguna señal del orden de milisegundos de ocultación. Todo fue un muy duro trabajo, de encontrar el apagado y el re-encedido del brillo estelar en todas las observaciones registradas.

Finalmente, una sola señal de 0,3 segundos de duración fue encontrada.
De la longitud de la señal podría ser estimada su distancia al Sol y de la magnitud de la señal podría ser calculado el diámetro real de los objetos descubiertos.

“Me emocionó mucho encontrar esto en los datos,” dijo Schlichting. El equipo ahora planea ampliar su búsqueda con las medidas del sensor de dirección acumuladas desde que el Hubble fuera lanzado en 1990.

Fuente:
Smallest Kuiper Belt object discovered by Hubble – KEITH COOPER – ASTRONOMY NOW
Posted: December 17, 2009-
http://www.astronomynow.com/news/n0912/17kbo/
 

Impactantes revelaciones sobre lo que vieron Amstrong y Aldrin al pisar la Luna

 

La llegada del hombre a la luna, hace cuatro décadas, habría tenido como testigo inesperado a una nave extraterrestre, relata uno de los astronautas estadounidenses que protagonizó la hazaña en un libro de próxima publicación en Bolivia.
 
“Es el secreto mejor guardado por la NASA en medio siglo de carrera espacial”, dijo el sábado el periodista y escritor boliviano Eduardo Ascarrunz, autor de la novela histórica “El Salar de Maravilla” que contiene el relato del astronauta Edwin “Buzz” Aldrin sobre el supuesto encuentro con un ovni.
 
En una entrevista con Reuters, el autor dijo que obtuvo la revelación de Aldrin hace diez años, pero sólo se decidió a publicarla, con la aprobación del astronauta, cuando consideró que la opinión pública mundial estaba preparada para la novedad.

 

La llegada del hombre a la luna, hace cuatro décadas, habría tenido como testigo inesperado a una nave extraterrestre, relata uno de los astronautas estadounidenses que protagonizó la hazaña en un libro de próxima publicación en Bolivia.
 
“Es el secreto mejor guardado por la NASA en medio siglo de carrera espacial”, dijo el sábado el periodista y escritor boliviano Eduardo Ascarrunz, autor de la novela histórica “El Salar de Maravilla” que contiene el relato del astronauta Edwin “Buzz” Aldrin sobre el supuesto encuentro con un ovni.
 
En una entrevista con Reuters, el autor dijo que obtuvo la revelación de Aldrin hace diez años, pero sólo se decidió a publicarla, con la aprobación del astronauta, cuando consideró que la opinión pública mundial estaba preparada para la novedad.

Aldrin fue el segundo hombre que pisó la luna el 20 de julio de 1969, minutos después de que lo hiciera Neil Armstrong, en la histórica misión Apolo XI que completaba el también estadounidense Michael Collins.
 
Según la obra, que se refiere tanto al ovni como a una serie de visitas posteriores de Aldrin al salar de Uyuni, en el altiplano boliviano, los astronautas reportaron al centro de control de la NASA en Houston, Estados Unidos, que una supuesta nave “semiesférica” los escoltaba al llegar a la Luna.
 
“Aquí estamos los tres… ellos están aquí, debajo de nuestra nave… hemos encontrado unos visitantes”, dijo Armstrong a Houston, recibiendo como respuesta el pedido de que sea más preciso, relató Aldrin.
 
Se produjo luego el siguiente diálogo, de acuerdo con el testimonio del astronauta:
 
Aldrin: “Te estoy diciendo que aquí afuera hay otra nave espacial. Ellos están al otro lado del cráter”.
 
Houston: “¿Ustedes han conseguido filmar?”
 
Aldrin: “Ningún filme por el momento, las cámaras están fotografiando otros objetivos. Ellos están ahí abajo, están acercándose a la Luna junto a nosotros, viéndonos”.
 
Houston: “¿Que los están viendo?”
 
Aldrin: “Sí, no estamos solos”.
 

 

Con la revelación de Aldrin, “el 20 de julio de 1969 tiene un significado más importante aún que el hecho de haber logrado que el hombre posase sus pies en la luna: ese día, a la hora del descenso, Armstrong, Aldrin y Collins constataron que los seres humanos coexistimos con otras criaturas en el Universo”, dijo Ascarrunz.
 
Agregó que la NASA probablemente impuso el secreto para evitar que el suceso “echara sombra al superobjetivo de la misión Apolo XI: llegar a la Luna antes que su gran contendor en la carrera espacial, la entonces Unión Soviética”.
 
ASTRONAUTA EN EL SALAR
El autor reveló que obtuvo el relato de Aldrin cuando ubicó al astronauta -por intermedio del periodista estadounidense Bo García y de una funcionaria de la embajada del país norteamericano en La Paz- para que confirmara que había identificado al salar de Uyuni como el origen de un destello que observó desde la Luna.
 
“Una vez pasada la parafernalia de los héroes del espacio, Aldrin estableció que el punto refulgente resultó ser el salar de Uyuni, que visitó luego y donde conoció a un sabio aymara-quechua que le dijo haber seguido el viaje a la Luna desde el medio del inmenso plato de sal y por una radio portátil”, dijo.
 
Ascarrunz indicó que Aldrin le confesó haber visitado varias veces el salar a partir de la década de 1970, en algunos casos acompañado por su padre, para conversar largamente con el sabio andino e incluso hospedarse en la cueva prehistórica que éste utilizaba como vivienda.
 
“Enterado de las visitas periódicas de Buzz Aldrin al salar, le pedí, Bo García mediante, que me hiciera partícipe de sus relatos al sabio. Lo hizo, en cinco cuartillas”, dijo el autor, mostrando copias de los mensajes de correo electrónico que intercambió con Aldrin.
 
Añadió que “gracias a esa anécdota, tomó cuerpo ‘El Salar de Maravilla’, que en lo fundamental aspira a ser la punta del iceberg del destape de la cultura andina, guardada, con más celo que la NASA, durante casi quinientos años en el entorno del salar”.
 
El salar, de 12.000 kilómetros cuadrados de extensión y a casi 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar, es conocido como una de las principales atracciones turísticas de la empobrecida Bolivia y como el mayor reservorio mundial de litio.
 
El Gobierno izquierdista boliviano, presidido por Evo Morales, ha dicho que impulsa planes para explotar e industrializar el litio, fabricando baterías que se espera se convertirán a corto plazo en piezas clave de los automóviles.

JG//Reuters