La vida secreta de las erupciones solares

Hace ciento cincuenta años, un hombre en Inglaterra, llamado Richard Carrington, descubrió las erupciones solares.

Las manchas solares esbozadas por R. Carrington el 1 de septiembre de 1859. ©R. Astronomical Society. [Más información] Ocurrió a las 11:18 de la mañana despejada del jueves 1 de septiembre de 1859. Como en cualquier otro día soleado, el astrónomo solar de 33 años se encontraba ocupado en su observatorio privado proyectando una imagen del Sol sobre una pantalla y dibujando bosquejos de lo que veía. Esa mañana en particular, trazó la silueta de un enorme grupo de manchas solares. De pronto, frente a sus ojos, dos brillantes haces de luz blanca aparecieron sobre las manchas solares. Eran tan brillantes que apenas podía continuar mirando la pantalla.

Carrington dio un grito de aviso, pero para cuando llegó el primer testigo, unos minutos después, la primera erupción solar observada en la historia se estaba desvaneciendo.

Pero no sería la última. Desde entonces, los astrónomos han registrado miles de fuertes erupciones empleando instrumentos que van desde los más simples telescopios ubicados en observatorios de jardín hasta los más complejos espectrómetros localizados a bordo de avanzadas naves espaciales. Es posible que no exista otro fenómeno en astronomía que haya sido tan estudiado.

Hace ciento cincuenta años, un hombre en Inglaterra, llamado Richard Carrington, descubrió las erupciones solares.

Las manchas solares esbozadas por R. Carrington el 1 de septiembre de 1859. ©R. Astronomical Society. [Más información] Ocurrió a las 11:18 de la mañana despejada del jueves 1 de septiembre de 1859. Como en cualquier otro día soleado, el astrónomo solar de 33 años se encontraba ocupado en su observatorio privado proyectando una imagen del Sol sobre una pantalla y dibujando bosquejos de lo que veía. Esa mañana en particular, trazó la silueta de un enorme grupo de manchas solares. De pronto, frente a sus ojos, dos brillantes haces de luz blanca aparecieron sobre las manchas solares. Eran tan brillantes que apenas podía continuar mirando la pantalla.

Carrington dio un grito de aviso, pero para cuando llegó el primer testigo, unos minutos después, la primera erupción solar observada en la historia se estaba desvaneciendo.

Pero no sería la última. Desde entonces, los astrónomos han registrado miles de fuertes erupciones empleando instrumentos que van desde los más simples telescopios ubicados en observatorios de jardín hasta los más complejos espectrómetros localizados a bordo de avanzadas naves espaciales. Es posible que no exista otro fenómeno en astronomía que haya sido tan estudiado.

Después de tanto escrutinio, usted podría suponer que se sabe todo lo relacionado con las erupciones solares. Pero no podría estar más alejado de la realidad. Los investigadores anunciaron recientemente que las erupciones solares han estado guardando un secreto.

"Acabamos de descubrir que algunas erupciones solares son mucho más intensas de lo que se pensaba", dice el físico Tom Woods, de la Universidad de Colorado, quien dirige el equipo de investigación. "Las erupciones solares eran ya de por sí las explosiones más grandes en el sistema solar, y este descubrimiento las hace aún más grandes".

El SDO, por su sigla en idioma inglés (Solar Dynamics Observatory u Observatorio de Dinámica Solar, en idioma español), de la NASA, que fue lanzado en febrero de 2010, hizo el descubrimiento: alrededor de 1 de cada 7 erupciones solares experimentan "réplicas". Aproximadamente noventa minutos después de que se apaga, la erupción vuelve a la vida, produciendo un aumento adicional de radiación en el ultravioleta extremo.

"La llamamos 'erupción de fase tardía'", dice Woods. "La energía liberada en esta fase tardía puede exceder la energía de la erupción primaria por hasta un factor de cuatro".

¿Qué causa la fase tardía? Las erupciones solares ocurren cuando los campos magnéticos de las manchas solares estallan, un proceso conocido como "reconexión magnética". Se cree que la fase tardía ocurre cuando algunos de los lazos magnéticos de las manchas solares se regeneran. Un diagrama preparado por Rachel Hook, de la Universidad de Colorado, quien es integrante del equipo, muestra cómo sucede esto.

La energía adicional liberada durante la fase tardía puede tener un gran efecto sobre la Tierra. Las longitudes de onda en el ultravioleta extremo son particularmente eficientes para calentar y para ionizar la atmósfera superior de la Tierra. Cuando la atmósfera de nuestro planeta es calentada por la radiación en el ultravioleta extremo, se hincha, lo cual acelera el deterioro orbital de satélites en órbita baja. Además, la acción ionizante del UV (ultravioleta) extremo puede alterar las señales de radio y trastornar la operación normal del Sistema de Posicionamiento Global (Global Positioning System o GPS, por su sigla en idioma inglés).

El SDO pudo realizar este descubrimiento debido a su habilidad única para monitorizar la emisión solar en el ultravioleta extremo en alta resolución, las 24 horas del día, los 7 días a la semana. Con esa clase de escrutinio, es difícil mantener un secreto, incluso uno tan viejo como éste.

Fuente: NASA

Una estrella con brazos en forma de espiral

Durante más de cuatrocientos años, los astrónomos han utilizado sus telescopios con el fin de estudiar la gran variedad de estrellas que existen en nuestra galaxia. Se han catalogado millones de soles lejanos. Hay estrellas enanas, estrellas gigantes, estrellas en explosión, estrellas binarias y, hasta el momento, se podría suponer que se ha visto ya todo tipo de estrella que exista en la Vía Láctea.

Es por eso que un descubrimiento reciente resulta tan sorprendente. Investigadores que utilizaban el telescopio Subaru, en Hawái, encontraron una estrella con brazos en forma de espiral.

El nombre de la estrella es SAO 206462. Se trata de una estrella joven, localizada a más de cuatrocientos años luz de la Tierra, en la constelación de Lupus, el lobo. SAO 206462 atrajo la atención por su disco circumestelar; o sea, un disco ancho de polvo y gas que yace alrededor de la estrella. Los investigadores tenían la gran sospecha de que en el interior del disco, el cual tiene un ancho que es cerca de dos veces la órbita de Plutón, descubrirían nuevos planetas.

Cuando observaron con mayor detenimiento a SAO 206462, no hallaron nuevos planetas, sino brazos. Los astrónomos han visto brazos en forma de espiral con anterioridad; se encuentran comúnmente en las galaxias espirales donde cientos de millones de estrellas conviven en forma de espiral alrededor de un núcleo central. Encontrar un caso indiscutible de brazos en forma de espiral alrededor de una estrella individual es, sin embargo, algo sin precendentes1.

La presencia de estos brazos podría ser un indicador de que hay planetas que están formándose en el interior del disco.

Durante más de cuatrocientos años, los astrónomos han utilizado sus telescopios con el fin de estudiar la gran variedad de estrellas que existen en nuestra galaxia. Se han catalogado millones de soles lejanos. Hay estrellas enanas, estrellas gigantes, estrellas en explosión, estrellas binarias y, hasta el momento, se podría suponer que se ha visto ya todo tipo de estrella que exista en la Vía Láctea.

Es por eso que un descubrimiento reciente resulta tan sorprendente. Investigadores que utilizaban el telescopio Subaru, en Hawái, encontraron una estrella con brazos en forma de espiral.

El nombre de la estrella es SAO 206462. Se trata de una estrella joven, localizada a más de cuatrocientos años luz de la Tierra, en la constelación de Lupus, el lobo. SAO 206462 atrajo la atención por su disco circumestelar; o sea, un disco ancho de polvo y gas que yace alrededor de la estrella. Los investigadores tenían la gran sospecha de que en el interior del disco, el cual tiene un ancho que es cerca de dos veces la órbita de Plutón, descubrirían nuevos planetas.

Cuando observaron con mayor detenimiento a SAO 206462, no hallaron nuevos planetas, sino brazos. Los astrónomos han visto brazos en forma de espiral con anterioridad; se encuentran comúnmente en las galaxias espirales donde cientos de millones de estrellas conviven en forma de espiral alrededor de un núcleo central. Encontrar un caso indiscutible de brazos en forma de espiral alrededor de una estrella individual es, sin embargo, algo sin precendentes1.

La presencia de estos brazos podría ser un indicador de que hay planetas que están formándose en el interior del disco.

"Los modelos realizados por computadora, más detallados, nos han mostrado que la fuerza gravitacional de un planeta que se encuentre dentro de un disco circumestelar es capaz de perturbar el gas y el polvo creando brazos en forma de espiral", dice Carol Grady, una astrónoma de Eureka Scientific, Inc., que es una compañía con oficinas centrales en el Centro Goddard para Vuelos Espaciales, de la NASA. "Ahora, por primera vez, estamos observando estas estructuras tan dinámicas".

Grady mostró la imagen a sus colegas, el 19 de octubre, en una conferencia que se llevó a cabo en el centro Goddard, bajo el título Indicadores de Planetas.

Los modelos teóricos muestran que un solo planeta inmerso dentro del disco circumestelar puede producir un brazo en forma de espiral a cada lado del disco. No obstante, las estructuras ubicadas alrededor de SAO 206462 no forman un par de brazos idénticos, lo cual sugiere la presencia de dos mundos nunca antes vistos, cada uno correspondiente a un brazo distinto.

La investigación de Grady forma parte de un estudio internacional, de cinco años de duración, sobre estrellas recién nacidas y planetas, para el cual se utilizó el telescopio Subaru. Siendo operado por el Observatorio Astronómico Nacional de Japón, Subaru explora el firmamento desde su ubicación, a casi 4.267 metros (14.000 pies) sobre el nivel del mar, en la cumbre del volcán Mauna Kea, en Hawái. Desde allí tiene una vista inmejorable de innumerables estrellas jóvenes y sus discos formadores de planetas a través de la Vía Láctea.

"Lo que estamos descubriendo es que una vez que estos sistemas alcanzan edades de algunos millones de años (lo cual representa a la juventud, en el caso de una estrella), sus discos comienzan a mostrar toda clase de formas distintas", dice John Wisniewski, quien es un colaborador en la Universidad de Washington, en Seattle. "Hemos visto anillos, terrones, huecos; y ahora estructuras en forma de espiral. Muchas de estas estructuras podrían haber sido causadas por el movimiento de planetas en el interior de los discos".

Sin embargo, no se trata de un caso cerrado. El equipo de investigadores advierte que ciertos procesos no relacionados con los planetas también podrían dar origen a estas estructuras. Hasta tanto se obtenga más evidencia (o hasta que puedan ser detectados los planetas), los investigadores no podrán tener certeza alguna.

Cualquiera sea la causa de los brazos, su existencia es indudable y el gran catálogo de estrellas tiene ahora un tipo más. Manténgase en contacto con Ciencia@Nasa para obtener futuras actualizaciones sobre el tema.

Fuente: NASA

Las cenizas volcánicas nuevamente en el cielo de Entre Ríos

Los restos del volcán Puyehue volvieron a la capital entrerriana, aunque en esta oportunidad presentan una densidad menor que la vez pasada y no se presentan partículas que caigan a la superficie.

Al promediar el mediodía de este jueves, se comenzó a observar en el cielo de Paraná la presencia de cenizas del volcán chileno Puyehue, que entró en erupción en el vecino país hace aproximadamente 5 meses. Si bien no era espesa, bastaba con ojear el sol para notar como la luz se disfumaba por el fenómeno.

Esta no es la primera vez que los restos del volcán llegan a esta zona. El pasado mes de octubre, fue más notoria la presencia de las cenizas que hasta obligaron a la empresa Líneas Aéreas de Entre Ríos a cancelar sus vuelos.

El volcán chileno Puyehue emitió desde junio pasado cenizas que afectaron a todo el territorio argentino de acuerdo a la orientación de los vientos. Si bien en las últimas semanas no presentaba actividad, los restos depositados en el suelo, sobre todo en zonas patagónicas, son a menudo levantados por ráfagas y trasladados a otras regiones.

Los restos del volcán Puyehue volvieron a la capital entrerriana, aunque en esta oportunidad presentan una densidad menor que la vez pasada y no se presentan partículas que caigan a la superficie.

Al promediar el mediodía de este jueves, se comenzó a observar en el cielo de Paraná la presencia de cenizas del volcán chileno Puyehue, que entró en erupción en el vecino país hace aproximadamente 5 meses. Si bien no era espesa, bastaba con ojear el sol para notar como la luz se disfumaba por el fenómeno.

Esta no es la primera vez que los restos del volcán llegan a esta zona. El pasado mes de octubre, fue más notoria la presencia de las cenizas que hasta obligaron a la empresa Líneas Aéreas de Entre Ríos a cancelar sus vuelos.

El volcán chileno Puyehue emitió desde junio pasado cenizas que afectaron a todo el territorio argentino de acuerdo a la orientación de los vientos. Si bien en las últimas semanas no presentaba actividad, los restos depositados en el suelo, sobre todo en zonas patagónicas, son a menudo levantados por ráfagas y trasladados a otras regiones.

Siguen las demoras en Ezeiza y Aeroparque

Las operaciones internacionales están afectadas por la presencia de los desechos del volcán chileno. También hay demoras en los servicios del Aeroparque Metropolitano. Prevén que los problemas se extiendan durante el resto del día.

Nuevamente la presencia de cenizas volcánicas del Puyehue complica algunos vuelos en el Aeroparque Metropolitano y en Ezeiza.

Según un comunicado de la empresa LAN “se encuentran afectadas sus operaciones en el aeropuerto internacional de Ezeiza” debido a “reportes oficiales que indican la presencia de ceniza volcánica en el espacio aéreo de Buenos Aires emanadas por la erupción del volcán Puyehue”.

También hay demoras en los servicios del Aeroparque Metropolitano. En principio, los inconvenientes estaban previstos hasta el mediodía, pero fuentes de la ANAC aseguran que continuarán durante el día.

Los últimos inconvenientes se registraron a mediados del mes pasado, cuando la presencia de ceniza afectó toda la región metropolitana y generó demoras en la termina aérea de la Capital Federal y también al aeropuerto internacional de Ezeiza, con cancelaciones y retrasos.

Fuente: El Once

Mercurio es un planeta más extraño de lo que se creía

Sólo seis meses después de entrar en órbita en torno a Mercurio, la sonda espacial Messenger ha demostrado a los científicos que es un planeta más extraño de lo que se creía.

Lo descubierto hasta ahora por varios equipos de investigación, que se han ocupado de aspectos distintos del planeta, pone en tela de juicio las teorías actuales sobre la formación de Mercurio.

La composición de su superficie difiere de manera importante respecto a la de los otros planetas rocosos. Su campo magnético es diferente a cualquier otro del sistema solar. Hay grandes extensiones de llanuras volcánicas que rodean la región polar norte del planeta y cubren más de un 6 por ciento de la superficie de Mercurio.

El material de la superficie se parece más a lo que se podría esperar si Mercurio se hubiera formado a partir de bloques de construcción planetaria similares a los que formaron a sus primos rocosos, pero menos oxidados, tal vez reflejando ello una proporción variable de hielo en las etapas iniciales de acreción de los planetas.

Sólo seis meses después de entrar en órbita en torno a Mercurio, la sonda espacial Messenger ha demostrado a los científicos que es un planeta más extraño de lo que se creía.

Lo descubierto hasta ahora por varios equipos de investigación, que se han ocupado de aspectos distintos del planeta, pone en tela de juicio las teorías actuales sobre la formación de Mercurio.

La composición de su superficie difiere de manera importante respecto a la de los otros planetas rocosos. Su campo magnético es diferente a cualquier otro del sistema solar. Hay grandes extensiones de llanuras volcánicas que rodean la región polar norte del planeta y cubren más de un 6 por ciento de la superficie de Mercurio.

El material de la superficie se parece más a lo que se podría esperar si Mercurio se hubiera formado a partir de bloques de construcción planetaria similares a los que formaron a sus primos rocosos, pero menos oxidados, tal vez reflejando ello una proporción variable de hielo en las etapas iniciales de acreción de los planetas.

Las mediciones de la superficie de Mercurio por los espectrómetros de rayos X y de rayos gamma de la Messenger también revelan una abundancia sustancialmente más alta de azufre y potasio de lo que se predijo.

Ambos elementos se vaporizan a temperaturas relativamente bajas. Por lo tanto, su abundancia descarta varias hipótesis que hasta ahora gozaban de bastante aceptación y que indicaban que Mercurio experimentó varias épocas de temperaturas extremadamente altas hacia el inicio de su historia.

"La mayoría de las ideas previas sobre la química de Mercurio no concuerdan con lo que se ha medido en la superficie del planeta", subraya Larry Nittler del Instituto Carnegie, uno de los científicos que han analizado los datos reunidos por la Messenger en estos meses.

Durante décadas, los científicos han debatido si Mercurio tenía depósitos volcánicos en su superficie. Tres sobrevuelos de la Messenger respondieron a esa pregunta de manera afirmativa, pero la distribución global de los materiales volcánicos no fue bien delimitada. Los nuevos datos obtenidos desde la órbita muestran grandes llanuras volcánicas que rodean la región del polo norte de Mercurio. Estas llanuras continuas y muy lisas cubren más del 6 por ciento de la superficie total de Mercurio.

James Head de la Universidad Brown, en Estados Unidos, cree que los depósitos son típicos de las inundaciones de lava, como los que se encuentran en la Formación Basáltica del Río Columbia en la Tierra, que tienen unos pocos millones de años de antigüedad.

Los científicos también han descubierto zonas de fumarolas, con longitudes de hasta 25 kilómetros, que parecen ser la fuente de algunas de las enormes coladas de lava muy caliente que se desperdigaron por la superficie de Mercurio y erosionaron el sustrato, tallando valles y creando estructuras geológicas en forma de lágrima en el terreno subyacente.

La Messenger reveló una inesperada clase de accidentes geográficos sobre Mercurio, y estos sugieren que un proceso geológico no reconocido previamente es el responsable de su formación.

Las imágenes recogidas durante los sobrevuelos de Mercurio hechos por la Mariner 10 y por la Messenger mostraron que los suelos y los picos montañosos centrales en algunos cráteres de impacto son muy brillantes y tienen un color azulado que destaca bastante con respecto a las tonalidades de otras áreas del planeta.

Estos depósitos se consideraron inusuales porque no se han encontrado cráteres de características similares en la Luna. Pero sin imágenes de mayor resolución, los depósitos brillantes de los cráteres no pasaron de ser una anécdota.

Fuente: NASA

La Casa Blanca niega el contacto con alienígenas

La Casa Blanca aseguró que todavía "no hay evidencias" de que exista vida fuera de nuestro planeta, ni de que una "presencia extraterrestre" haya contactado con "algún miembro de la raza humana", según publicó en su página web.
En dos iniciativas distintas, un grupo de 17.000 ciudadanos han mostrado su inquietud por el conocimiento del Gobierno sobre la vida más allá de la Tierra y le han pedido que haga público "inmediatamente" qué sabe sobre la existencia y las comunicaciones con seres extraterrestres.
En un intento por acercarse a sus ciudadanos, el Gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, lanzó en septiembre la página web "We the people", en la que anima a expresar inquietudes, peticiones y preguntas y donde se han colgado la dos solicitudes de información sobre la vida extraterrestre.

La Casa Blanca aseguró que todavía "no hay evidencias" de que exista vida fuera de nuestro planeta, ni de que una "presencia extraterrestre" haya contactado con "algún miembro de la raza humana", según publicó en su página web.
En dos iniciativas distintas, un grupo de 17.000 ciudadanos han mostrado su inquietud por el conocimiento del Gobierno sobre la vida más allá de la Tierra y le han pedido que haga público "inmediatamente" qué sabe sobre la existencia y las comunicaciones con seres extraterrestres.
En un intento por acercarse a sus ciudadanos, el Gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, lanzó en septiembre la página web "We the people", en la que anima a expresar inquietudes, peticiones y preguntas y donde se han colgado la dos solicitudes de información sobre la vida extraterrestre.

 

Los firmantes piden que se abran al público "todos los archivos de todas las agencias y documentos militares relacionados con este fenómeno" y que se trate el asunto en audiencias públicas en el Congreso con "aquellos cuyas voces han sido silenciadas por juramentos de secreto inconstitucionales".
La respuesta viene de Phil Larson, asesor de la división de política espacial y comunicaciones de la Oficina de Política de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca.
"El Gobierno de Estados Unidos no tiene evidencia de que exista vida fuera de nuestro planeta o de que una presencia extraterrestre haya contactado con un miembro de la raza humana", asegura Larson.
Por ello, agrega, "no hay información creíble que sugiera que se haya ocultado a ojos del público cualquier evidencia".
Larson aclara que eso no significa que el asunto de la vida fuera de nuestro planeta no sea un tema discutido o explorado. De hecho, hay numerosos proyectos en los que se está trabajando para entender si puede existir vida fuera de la Tierra.
Como ejemplos cita la misión del telescopio Kepler de la NASA, cuyo objetivo es detectar desde el espacio planetas con condiciones similares a la Tierra en los que podría darse potencialmente vida o la próxima misión a Marte "Mars Science Laboratory".
Larson señala que científicos y matemáticos han analizado con "visión estadística" la cuestión y han concluido que entre los trillones de estrellas del Universo es posible que exista un planeta diferente al nuestro que albergue vida.
No obstante, las posibilidades de contactar con ellos, "especialmente con los inteligentes", son "extremadamente pequeñas" debido a las grandes distancias.
Larson enfatizó que eso es "especulativo" y, basándose en la información de la que disponen, concluyó: "El hecho es que no tenemos evidencias creíbles de presencia extraterrestre aquí en la Tierra".

Fuente: EFE