Por Gustavo Blettler
En 1772 el matemático Joseph Luís Lagrange, encontró una interesante peculariedad mientras trataba de establecer la interacción de la fuerza gravitatoria entre tres cuerpos.
Por Gustavo Blettler
En 1772 el matemático Joseph Luís Lagrange, encontró una interesante peculariedad mientras trataba de establecer la interacción de la fuerza gravitatoria entre tres cuerpos.
Descubrió que un objeto grande atrae gravitatoriamente a un segundo cuerpo menor en forma decreciente a la distancia y generan 5 puntos (en realidad áreas) en los cuales un tercer cuerpo (de masa despreciable respecto a los dos primeros, es decir muy pequeño) puede permanecer estacionario y mantener su posición relativa respecto a los dos cuerpos mayores; esto sucede porque el campo gravitatorio de los dos cuerpos mas grandes, mas la fuerza centrífuga se compensan entre si (algo parecido pasa cuando una botella queda flotando en el mismo lugar – sin desplazarse – en un remanso en el río, entre dos corrientes opuestas).
Estos 5 puntos de Lagrange, aparecen siempre que tengamos dos objetos conformando un sistema de dos cuerpos de masa diferente (se dan entre el sol y los planetas, los planetas y sus lunas, etc.) y un tercero de masa insignificante respecto a los dos primeros.Dos de estos puntos de Lagrange (L4 y L5) suelen citarse como puntos triangulares o puntos troyanos, pues es en estos puntos donde se encontraron gran cantidad de asteroides en el sistema Sol – Júpiter.
Estos asteroides troyanos se encuentran divididos en dos grupos: el campamento griego (L4) conformado por un ejercito de 1051 asteroides que precede a Júpiter en su orbita alrededor del sol y el campamento troyano (L5) en la retaguardia de Júpiter con 628 asteroides con nombres de guerreros troyanos. Júpiter, el díos más importante del Olimpo esta justo al medio, separado 60° de cada grupo como un mediador de ambos grupos antagónicos. Como al principio se nombraron los asteroides sin un orden muy claro, sucedió que ambos bandos quedaron con “infiltrados”, tal es el caso del asteroide “Aquiles” que aunque fue el más importante guerrero griego, terminó mezclado en el lado troyano y el caso de “Héctor” máximo paladín troyano que está ubicado en el campo griego. Curioso es el caso de la identidad del asteroide “Patroclo”, que no solo está en el ejercito equivocado (militaba en el ejercito griego junto a su amigo Aquiles, pero se lo clasificó en el lado troyano) sino que por estudios recientes se ha determinado que su densidad es menor que la del agua, lo que implicaría que podría ser un cometa escapado del cinturón de Kuiper, en lugar de un asteroide. Es decir que Patroclo es una especie de agente doble; ni troyano, aunque lo parezca, ni –aparentemente– asteroide.
Gustavo Blettler, especialista en Arqueoastronomía – AEA
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