La misión de la NASA chocará con Dimorphos el próximo día 27 de septiembre.
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha explicado cuál ha sido la contribución europea al histórico experimento.
Durante la madrugada del 27 de septiembre (aún día 26 en Estados Unidos), exactamente a las 01:14, hora española, a misión DART, de la NASA (Prueba de Redirección de Doble Asteroide) chocará frontalmente con Dimorphos, una ‘mini luna’ de apenas 160 metros de diámetro que orbita alrededor de un asteroide mayor, Didymos, de unos 400 metros. El objetivo del impacto será tratar de cambiar, de forma medible, la órbita del pequeño asteroide.
Se trata de la primera prueba de ‘defensa planetaria’ ensayada por la humanidad en toda su historia. Según la NASA, ha llegado la hora de averiguar si somos, o no, capaces de desviar un asteroide que estuviera en ruta directa de colisión con la Tierra. El impacto de DART contra la pequeña roca espacial será monitorizado por un pequeño satélite europeo, LICIACubesat, de apenas 14 kg de peso, fabricado por la Agencia Espacial Italiana (ASI). La pequeña nave ha viajado acoplada a DART desde su lanzamiento, en noviembre de 2021, hasta hace apenas unos días, cuando se separó de la misión principal para dirigirse, ya por sus propios medios, a su punto de observación, situado a unos 55 km de Dimorphos.
Más tarde, en 2024, otra nave europea, Hera, actualmente en construcción, será lanzada de nuevo de nuevo hacia el mismo doble asteroide para tomar datos precisos de su masa y composición. Al mismo tiempo, medirá el cráter dejado por DART y ayudará a convertir este experimento en un auténtico método a gran escala de defensa contra asteroides.
Este jueves, la Agencia Espacial Europea (ESA) ha llevado a cabo una sesión informativa para destacar el papel jugado por Europa en esta importante misión, en la que, de una forma u otra, han participado más de 20 países.
Defensa planetaria
Según explicó Tom Statler, científico del programa en la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA, esta es una tarea que nos incumbe a todos. «El programa de Defensa Planetaria pretende localizar todos los asteroides que sean potencialmente peligrosos». Pero no solo eso. Una vez localizados, «habrá que ver qué podemos hacer con ellos. Y eso es precisamente lo que hará la misión DART».
Según Statler, se trata de un experimento «emocionante» durante el que se «harán dos test en uno. El primero, comprobar si la tecnología es correcta, cosa que se probará en esta misión. Y el segundo y más importante, ver lo que se pretende hacer surte efecto».
Nancy Chabot, por su parte, líder de coordinación de DART, explica que el impacto se producirá a 6,1 km por segundo, y que DART , de 570 kg de peso, usará sus propias cámaras para localizar el punto de impacto, algo que no se podrá controlar desde tierra. En el último tramo de su viaje, en efecto, DART dependerá casi exclusivamente de su capacidad para ver y procesar las imágenes que haga de Didymos y Dimorphos para guiar la nave espacial hacia el asteroide, especialmente durante las últimas cuatro horas antes del impacto. A partir de ese momento, en efecto, cualquier instrucción enviada desde la Tierra tardaría más tiempo en llegar a la nave que la nave al asteroide, por lo que DART deberá navegar por sí mismo e impactar con Dimorphos sin ninguna intervención humana.
Durante los días que quedan hasta el 26 de septiembre, la nave llevará a cabo tandas de observación cada cinco horas, gracias a las cuales el equipo de tierra ejecutará tres maniobras de corrección de trayectoria, reduciendo más y más en cada una el margen de error. Tras la tercera y última maniobra, que tendrá lugar el 25 de septiembre, unas 24 horas antes del impacto, los técnicos conocerán la posición del objetivo con un margen de solo 2 km. A partir de ahí, DART estará totalmente solo para guiarse de forma autónoma hasta su colisión final con la pequeña luna del asteroide.
¿Qué veremos justo antes del impacto?
Las imágenes de Dart irán mostrando el doble asteroide cada vez más grande, hasta que Dimorphos ocupe todo el campo de visión.
Según explica Statler, «DART lo irá mostrando todo en tiempo real. La última hora será espectacular. Veremos perfectamente a Didymos y a Dimorphos. Media hora antes, las imágenes se centrarán en el objetivo, Dimorphos. En los minutos anteriores, Dimorphos se irá haciendo más y más grande a medida que la nave se acerque. Veremos fotos incluso a pocos cm de distancia. Es todo muy excitante».
Mientras, y desde su ventajosa posición, LICIACubesat lo observará todo, desde la colisión al cráter producido por ella, los materiales expulsados y, por supuesto, la posible variación de la órbita del asteroide. Simone Pirotta, líder del proyecto LICIACube de la Agencia Espacial Italiana, explica que las imágenes que haga la pequeña nave, de apenas 14 kg, podrán verse en la Tierra unas 24 horas después del impacto. «Tendremos imágenes muy interesantes del impacto en sí, de la polvareda que sin duda levantará (la pluma), pero otros datos tardarán semanas en comprobarse».
¿En qué momento se podrá decir que la misión DART ha tenido éxito? Para Statler, «saberlo exactamente es difícil, habrá que revisar los datos y compararlos con los de los telescopios terrestres que también estarán observando. Esperamos saber algo en un par de días, después de revisar los datos. Pero podríamos tardar incluso varias semanas en saberlo todo con precisión».
España, por supuesto, no se ha quedado fuera de esta misión. Como uno de los tres colaboradores principales de la Agencia Espacial Europea, nuestro país ha contribuido con el sistema de comunicaciones, y un novedoso sistema de control de navegación que permitirá conocer siempre con exactitud la posición de la nave con respecto a su objetivo y tener siempre claro «hacia dónde volar». El sistema, por primera vez, será completamente autónomo gracias al desarrollo de nueva tecnología.
Más tarde, en octubre de 2024, otra nave europea, Hera, será lanzada rumbo a Didymos y Dimorphos, a los que llegará en diciembre de 2026. Su objetivo será aportar mucha más información tanto sobre el impacto y sus consecuencias como sobre el propio asteroide: su forma, su masa, su composición… Hera podrá observar los efectos del impacto con gran detalle. Comparando después sus datos con los obtenidos en tiempo real por DART, tendremos mucha más información sobre el evento y el éxito de la misión.
Fuente: ABC