La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) anunció que en 2015 podrían lanzarse satélites argentinos desde el sur de la Provincia de Buenos Aires, con un costo muy bajo. Se trata de estructuras segmentadas y pequeñas que se coordinarán en el espacio a través de un lanzador muy preciso, el Tronador II.
A partir del 2015, Argentina podría lanzar varios satélites al año desde una estación que se construirá en el sur de la Provincia de Buenos Aires. Según se informó en Tiempo Argentino, serán satélites de estructura segmentada que se pondrán en órbita con lanzadores de extrema precisión construidos en el país. El proyecto pertenece a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y se basa en el lanzamiento de partes con instrumental autónomo que irán "ensamblándose" unas con otras en el espacio, ya no de satélites completos como se hace habitualmente. Esto permitirá abaratar costos y dar una respuesta inmediata a las investigaciones de alto interés socioeconómico relacionadas con el clima, el medioambiente y la utilización de los recursos naturales.
Cabe destacar que en la actualidad, desarrollar un satélite y ponerlo en órbita es un proceso de seis años como mínimo en cualquier país. En este contexto, Argentina estará en condiciones de enviar al espacio instrumentos de observación de la Tierra en pocos meses, para estudiar los diferentes fenómenos climáticos. La base de lanzamiento estará en Puerto Belgrano, cerca de Bahía Blanca. Los lanzadores contarán con una gran precisión para ubicar los instrumentos de investigación en sus respectivas órbitas.
La CONAE se ha propuesto crear pequeños satélites capaces de trabajar en conjunto pese a estar separados. Se calcula que para el 2015 se concretará el primer lanzamiento.
La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) anunció que en 2015 podrían lanzarse satélites argentinos desde el sur de la Provincia de Buenos Aires, con un costo muy bajo. Se trata de estructuras segmentadas y pequeñas que se coordinarán en el espacio a través de un lanzador muy preciso, el Tronador II.
A partir del 2015, Argentina podría lanzar varios satélites al año desde una estación que se construirá en el sur de la Provincia de Buenos Aires. Según se informó en Tiempo Argentino, serán satélites de estructura segmentada que se pondrán en órbita con lanzadores de extrema precisión construidos en el país. El proyecto pertenece a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y se basa en el lanzamiento de partes con instrumental autónomo que irán "ensamblándose" unas con otras en el espacio, ya no de satélites completos como se hace habitualmente. Esto permitirá abaratar costos y dar una respuesta inmediata a las investigaciones de alto interés socioeconómico relacionadas con el clima, el medioambiente y la utilización de los recursos naturales.
Cabe destacar que en la actualidad, desarrollar un satélite y ponerlo en órbita es un proceso de seis años como mínimo en cualquier país. En este contexto, Argentina estará en condiciones de enviar al espacio instrumentos de observación de la Tierra en pocos meses, para estudiar los diferentes fenómenos climáticos. La base de lanzamiento estará en Puerto Belgrano, cerca de Bahía Blanca. Los lanzadores contarán con una gran precisión para ubicar los instrumentos de investigación en sus respectivas órbitas.
La CONAE se ha propuesto crear pequeños satélites capaces de trabajar en conjunto pese a estar separados. Se calcula que para el 2015 se concretará el primer lanzamiento.
El físico Alberto Ridner, gerente de gestión tecnológica de la CONAE y a cargo del proyecto del desarrollo de satélites de estructura segmentada, explicó que la información espacial es muy valiosa, pero que en todo el mundo recién está disponible mucho tiempo después de que surge un problema o una situación que se necesita estudiar. "Supongamos que brota una plaga que afecta las exportaciones de trigo y tenemos una cámara que nos permite detectar dónde se originó y proceder a las acciones de fumigación o de control. Actualmente, deberíamos esperar cinco años para poner ese instrumento en órbita. Tanto tiempo después, ese problema ya no existe o generó grandes pérdidas. Por eso es importantísimo tener instrumentos de investigación funcionando en pocos meses", señaló.
"La tecnología espacial es costosa, pero multiplica varias veces la inversión realizada", remarcó Ridner. Y aclaró que los datos satelitales no sólo son útiles en situaciones de emergencia, sino que cotidianamente permiten hacer predicciones de cosechas, saber qué conviene producir y advertir cuáles son las zonas más adecuadas para la pesca, entre otros usos posibles.
EL LANZADOR
Para que todos los elementos queden en el lugar preciso y puedan funcionar armoniosamente, se debió desarrollar un lanzador que tuviera una precisión extrema: el Tronador II.
El ingeniero Juan Cruz Gallo, gerente general y técnico de VENG, la empresa principal en el desarrollo del Tronador II, aseguró que "este lanzador será diez veces más preciso que los que existen actualmente, porque tendrá la capacidad de poner cada segmento en órbita con un margen de error bajo, de forma que todos los instrumentos funcionen en conjunto como una constelación, sea que estén a metros o kilómetros de distancia entre sí. Pensemos que estos satélites serán ubicados en una órbita a 600 o 700 kilómetros de la superficie y se estarán desplazando a unos 7,5 kilómetros por segundo, y en esas condiciones habrá que inyectar a otro instrumento dentro de una órbita determinada, con un pequeño margen de error".