El lanzamiento del cohete estaba paralizado a causa de la falta de acuerdo para aprobar los presupuestos. Esta situación podría tener consecuencias graves para el programa espacial.
La crisis que en Estados Unidos ha impedido al Congreso aprobar los presupuestos, y que parece haber llegado a su fin este mismo lunes, ha convertido al descomunal cohete Falcon Heavy, de la compañía Space X, en un caro edificio de 70 metros de alto incapaz de alzar el vuelo. El cierre del gobierno había dejado en sus casas al personal no esencial de la NASA y de las fuerzas aéreas del país, y por ello Space X no ha podido llevar a cabo el primer lanzamiento desde Cabo Cañaveral, Florida. Lo previsible es que la situación se desbloqueé rápidamente, puesto que los legisladores de EE.UU. han llegado a un acuerdo provisional para extender el gasto gubernamental hasta el 8 de febrero.
El súpercohete Falcon Heavy no solo será el cohete más potente en operación, sino también el más potente desde el Saturno V de la NASA, que llevó a los astronautas del programa «Apollo» hasta la Luna. Está diseñado para posibles vuelos tripulados humanos, tal vez de vuelta a la Luna, como ordenó el presidente Donald Trump, o incluso para ir a Marte en el futuro.
Un gran impacto para el programa espacial
El lanzamiento estaba programado para finales de este mes, y ya había sufrido retrasos después de las pruebas de ignición estática realizadas hace unos días. Hasta ahora, la crisis política había afectado a la actividad del Ala Espacial 45, de la USAF (Fuerzas Aéreas de EE.UU.), hasta el punto en que se ha afirmado, en The Verge, que esta unidad iba a ser incapaz de continuar con los lanzamientos.
Esto podría haber tenido un impacto fundamental en todos los lanzamientos programados desde Cabo Cañaveral, la base de Vandenberg e incluso para las misiones de reabastecimiento de la Estación Espacial Internacional (ISS, en inglés).
Múltiples lanzamientos de satélites comerciales también se habrían visto afectados, lo que habría supuesto importantes pérdidas para muchas compañías. Los trabajos con el Telescopio Espacial James Webb (JWST) también podrían haberse visto retrasados.
Un gran cohete reutilizable
Tal como ha informado Space.com, los empleados no esenciales de la NASA estaban de permiso, lo que significa que sus trabajos estaban suspendidos y que no cobraban su sueldo. Sin embargo, aquellos cuyo trabajo es esencial para la seguridad del personal, como aquel que está en la ISS, han seguido trabajando.
Una de las actividades afectadas más visibles ha sido la paralización de las redes sociales y la retransmisión de eventos desde la NASA. Sin embargo, este martes se han recuperado estas actividades y se ha retransmitido un paseo espacial en la ISS.
Sea como sea, si todo va bien, el Falcon Heavy será esencial para continuar con los planes espaciales de la Luna y Marte y marcará un antes y un después porque, en teoría, es reutilizable. Los tres bloques de cohetes de la primera etapa, que se encienden cuando el cohete despega desde la Tierra, tienen capacidad de aterrizar de nuevo en la superficie para ser usados más adelante.
El cohete Falcon Heavy tiene una altura de 70 metros y está diseñado para lanzar cargas útiles de hasta 57 toneladas métricas en el espacio. Musk, fundador y CEO de SpaceX, anunció a principios de este mes que se lanzará un Tesla Roadster en el primer Falcon Heavy, y que se enviará en una trayectoria dirigida a la órbita de Marte. Sin embargo, Musk también ha dicho públicamente que hay una «buena posibilidad» de que algo salga mal durante el lanzamiento inaugural y que la carga del cohete no llegue a su destino.
Fuente: ABC