Ofrecen los primeros resultados de una iniciativa para detectar si el intrigante Oumuamua es en realidad un artefacto construido por una civilización extraterrestre.
Hace unas semanas, astrónomos de todo el mundo quedaban asombrados por la detección de un objeto procedente de más allá del Sistema Solar. El cuerpo, que se alejaba del Sol a gran velocidad, se paseaba por nuestro vecindario cósmico después de un largo viaje a través del espacio, quizás de millones de años de duración. Se trataba del primer visitante interestelar conocido y los científicos se apresuraron a observarlo. Descubrieron que tiene una curiosa forma alargada que recuerda a un puro, mide 400 metros de largo, luce un color oscuro y rojizo y contiene una gran cantidad de metales.
El peculiar objeto, bautizado como Oumuamua, es probablemente un asteroide, pero hay quien ha creído ver en él un posible artefacto construido por una civilización inteligente. Desde luego, su forma alargada no encaja con la mayoría de los asteroides conocidos, que tienen formas bastante más redondeadas. Entre los suspicaces se encuentra el millonario ruso Yuri Millner, impulsor de Breakthrough Listen, una gran iniciativa científica para buscar indicios de inteligencias extraterrestres, y de Breakthrough Starshot, el proyecto respaldado por Stephen Hawking para enviar micronaves a la estrella Alpha Centauri. Milner pidió a la Universidad de Harvard utilizar su telescopio Green Bank en West Virginia (EE.UU.) para rastrear cualquier posible señal de radio procedente del misterioso visitante. Ya tienen los primeros resultados, y como era de esperar, no parecen del todo emocionantes.
Tras rechazar las interferencias de la tecnología humana, el software intentó identificar cualquier señal que pudiera provenir del mismo Oumuamua, pero hasta ahora no ha encontrado ninguna. El bloque inicial de observaciones (el primero de los cuatro planificados) se realizó durante seis horas el pasado miércoles 13 de diciembre. Oumuamua fue observado a través de cuatro bandas de radio (correspondientes a cuatro de los receptores de radio disponibles en Green Bank, llamados L, S, X y C), abarcando miles de millones de canales individuales en el rango de 1 a 12 GHz.
Siguen los análisis
Además de las observaciones de calibración, el instrumento acumuló 90 TB de datos en bruto durante la observación de Oumuamua, grandes volúmenes de datos cuyo estudio aún llevará un tiempo.
Hasta ahora, los datos del receptor de banda S (que cubren frecuencias de 1.7 a 2.6 GHz) han sido procesados, y el análisis de las tres bandas restantes está en curso. Los responsables de Breakthrough han puesto a disposición del público los datos obtenidos, aunque advierten de que están almacenados en formatos especializados, y su análisis puede ser un desafío para los no expertos.
Breakthrough Listen tiene como objetivo estudiar un millón de estrellas, todo el plano galáctico y 100 galaxias cercanas en una amplia gama de bandas de radio y óptica en busca de señales de una tecnología extraterrestre, así que si Oumuamua falla, habrá muchos más lugares donde mirar. Mientras, y a falta de que se complete el análisis, el primer visitante interestelar se queda, de momento, en asteroide. Muy extraño, sí, pero solo una roca. Quizás la falta de noticias sean buenas noticias. Algunos científicos, como el propio Hawking, han advertido ya que tratar de contactar con una civilización extraterrestre puede ponernos en peligro, de la misma forma que los nativos sufrieron cuando Colón llegó a América.
Fuente: ABC