Con el paso de las horas, aumentan los temores en torno a la suerte que pudo haber corrido el módulo de aterrizaje Schiaparelli que aterrizó el miércoles en Marte.
El módulo -cuya señal se perdió poco antes de tocar la superficie marciana- es parte del proyecto ExoMars, una misión conjunta de las agencias espaciales rusa y europea que se propone buscar vida en el Planeta Rojo.
Desde ayer, satélites en Marte han estado tratando de analizar qué pudo haber pasado con la sonda, sin éxito.
Lo que se sabe hasta ahora, es que el módulo de aterrizaje no se comportó como se esperaba en la parte final del descenso.
El principal temor es que el impacto del amartizaje haya destruido la sonda.
No obstante, la otra parte del programa que consistía en situar un orbitador en la órbita de Marte para analizar los gases de la atmósfera marciana, concluyó con éxito.
En los próximos días, la ESA continuará tratando de establecer contacto con Schiaparelli, antes de llegar a una conclusión sobre lo ocurrido.
Dar por perdido al robot supondría un duro golpe para la ESA, que ya sufrió una gran desilusión con el fracaso de la misión Beagle 2 a Marte en 2003, que también acabó sin éxito.
Fuente: BBC