En astronomía se llama tránsito al evento en el cual un objeto pasa sobre el disco de otro objeto. Los hay de varios tipos: puede ser un satélite natural de Júpiter transitando sobre el disco del planeta, puede ser la Estación Espacial Internacional (ISS) pasando sobre el disco lunar, o un planeta pasando sobre el disco solar, entre otras combinaciones. En esta nota nos dedicaremos al tránsito del planeta Mercurio sobre el disco del Sol, el cual ocurrirá el próximo 9 de mayo de 2016.
Mercurio (junto a Venus) es un planeta con una órbita más interna (más cercana al Sol) que la de la Tierra, y gracias a esto los tránsitos de Mercurio sobre el Sol son posibles (cosa que no sucede con los planetas con órbitas externas a la de la Tierra, por supuesto). Los tránsitos de Mercurio no son muy frecuentes, aunque sí son mucho más frecuentes que los de Venus. El último tránsito de Mercurio ocurrió en noviembre de 2006, mientras que el próximo será en noviembre de 2019 (por cuestiones de mecánica orbital, siempre son en mayo o noviembre). Se pueden observar a razón de 13 o 14 tránsitos por siglo. Vale aclarar que aunque Mercurio gire alrededor del Sol una vez cada 88 días los tránsitos no son más frecuentes por la inclinación del plano de la órbita (7º), con lo que el pequeño planeta normalmente pasa o por encima o por debajo del disco solar (visto desde la Tierra) al momento de la conjunción inferior, no siendo visible.
Observación
Desde ya, y como en cada ocasión, debemos recordar que nunca debe observarse el Sol sin el filtro solar adecuado para tal actividad. No se debe improvisar ni tomar riesgos. Si no tiene el filtro adecuado, véalo por internet.
El siguiente mapa muestra las zonas de visibilidad del tránsito. Dentro del área marcada como «tránsito visible por completo» el evento podrá ser observado desde el comienzo (ingreso del planeta al disco solar) hasta el final (salida del planeta del disco solar) en un total de unas 7 ½ horas. Esta zona incluye a las provincias del norte y este de Argentina, y prácticamente todo el resto norte de Sudamérica, el Caribe, este de Estados Unidos y Canadá, entre otras regiones.
Las área dentro de la zona de «tránsito en progreso al amanecer» verán salir al Sol luego de comenzar el evento, con Mercurio ya dentro del disco solar. El área incluye a las provincia del oeste y sur de Argentina, Chile, México, oeste de Estados Unidos y Canadá, y gran parte del Océano Pacífico.
Al ser los momentos más interesantes del tránsito la entrada y la salida del disco solar, si es posible, se recomiendo estar en la zona de visibilidad completa, para así poder ver los dos eventos.
Para toda las áreas la recomendación es situarse en un lugar de observación que en lo posible tenga un buen horizonte este, libre de obstáculos, preferentemente alto (por ejemplo, la terraza de un edificio alto en la ciudad de Buenos Aires), y esperar que el día del evento el tiempo sea favorable y los cielos transparentes.
Horarios
Inicio 11:11 UT (08:11 ARG)
Máximo 14:58 UT (11:58 ARG)
Fin 18:42 UT (15:42 ARG)
Con un diámetro aparente de 12 segundos de arco, el planeta tarda unos 3 minutos y 12 segundos en ingresar (o salir) del disco solar. Se lo podrá observar como un pequeño disco oscuro sobre la superficie del Sol, distinguible de una mancha solar por ser perfectamente circular y de bordes más afilados (las manchas solares poseen una zona externa, menos oscura, denominada penumbra). Deberá observarse con atención, ya que el disco del planeta es pequeño, se necesitarían unos 158 discos de Mercurio para curbir el diámetro aparente del Sol (12 segundos de arco vs. 1900 segundos de arco). Con el paso del tiempo se lo verá avanzar sobre el disco hasta llegar al punto medio del evento a las 14:58 UT (11:58 ARG), para luego finalizar el evento algunas horas después, a las 18:42 UT (15:42 ARG).
El siguiente gráfico muestra la trayectoria de Mercurio sobre el disco solar con el pasar de las horas:
Al comenzar a baja altura sobre el horizonte para gran parte de la región (6º desde Buenos Aires) la detección del planeta sobre el disco puede verse dificultada por la turbulencia propia del horizonte.
¡Buenas observaciones!
Fuente: Enzo De Bernardini – Sur Astronómico