El telescopio ‘Kepler’ detectó en torno a esta estrella de la Vía Láctea una presencia extraña que, según algunos astrónomos, podría ser una mega estructura creada por vida inteligente.
Hace poco se supo que el entorno de la estrella KIC 8462852 era un desbarajuste de objetos de distintos tamaños, que viajan a diferentes velocidades y no lo hacen en un plano más o menos fijo como en los sistemas planetarios comunes.
Esta extraña formación a 1.480 años luz de distancia desató las especulaciones sobre su naturaleza. Aunque la opción que se consideró más razonable para explicar lo observado por el telescopio espacial Kepler era la presencia de un buen número de cometas descarriados, algunos físicos plantearon la posibilidad de que aquellos objetos fuesen infraestructuras espaciales construidas por una civilización extraterrestre.
Antenas unidas
Para probar esa hipótesis, el Instituto SETI, dedicado a la búsqueda de señales de inteligencia fuera de la Tierra ha dirigido hacia esa estrella su Allen Telescope Array (ATA), una plantación de pequeñas antenas unidas entre sí por interferometría que suman sus fuerzas en la búsqueda de señales de radio extraterrestres. Si el ATA hubiese encontrado alguna señal, podríamos empezar a prepararnos para asumir que no somos los únicos seres high tech de la galaxia. Sin embargo, por ahora, no hay noticias de los hombrecillos verdes.
Los investigadores del SETI buscaron dos tipos de señales, según cuentan en una nota de prensa: transmisiones de banda estrecha, que podrían ser empleadas por sociedades inteligentes deseosas de contactar con otras civilizaciones similares, y señales de banda ancha, que podrían haber sido producidas por intensas microondas empleadas para propulsar cohetes para el mantenimiento de la megaestructura.
Por el momento, los resultados parecen descartar cualquiera de los dos tipos de señal, pero los buscadores de extraterrestres no se desaniman y avisan de que seguirán vigilando el entorno de KIC 8462852.
Fuente: El País