El sueño de mandar al hombre a Marte no solo supone un sinfín de desafíos técnicos y de financiación, sino también un reto para la salud de los exploradores.
El plan de la NASA prevé un viaje de ida y vuelta de al menos 16 meses. ¿Cómo afectará al cuerpo humano una estancia tan larga en el espacio? ¿Qué reacciones fisiológicas y psicológicas puede producir un confinamiento en una cápsula metálica durante meses? A estas preguntas tratará de responder una misión que comienza hoy, con dos protagonistas muy especiales: Scott y Mark Kelly. Son astronautas experimentados y hermanos gemelos, un caso único en la historia aeroespacial que los convierte en la pareja ideal para investigar y comparar el impacto de la vida espacial en los humanos.
Scott despegará este viernes del cosmódromo de Baikonur (Kazajstán) a las 20.42, hora española, junto a sus colegas rusos Mikhail Kornienko y Gennady Padalka, con destino a la Estación Espacial Internacional (EEI). La estancia habitual en este complejo que orbita alrededor de la Tierra es de entre 120 y 180 días, pero Kelly y Kornienko permanecerán un año. Con ello batirán el récord de estancia entre los muros de la EEI y será la más larga para cualquier astronauta de la NASA.
Durante su aventura, Kelly y Kornienko realizarán cientos de experimentos, algunos relativos a la evolución de su salud: cómo afecta la ingravidez, el confinamiento o la radiación cósmica. En el caso del estadounidense, la gran ventaja para los investigadores es que tendrán un espejo ideal en su hermano Mark, que permanecerá en la Tierra y que se someterá a las mismas pruebas.
«Una pregunta habitual es: ¿las enfermedades o los comportamientos se deben a nuestra naturaleza, a los genes, o se adquieren por el entorno en el que crecemos o las actividades que realizamos? -explica Craig Kundrot, uno de los científicos que lideran el Programa de Investigación Humana de la NASA-. Con Scott y Mark Kelly podemos estudiar a dos personas con la misma genética en condiciones muy diferentes».
Múltiples experimentos
La ciencia ya conoce algunos efectos de la estancia prolongada en el espacio -pérdida de volumen muscular y de hueso, dificultades de equilibrio-, pero los investigadores confían en que la duración de esta misión y la posibilidad de cotejar los resultados entre gemelos aporte muchas más claves.
Ambos recibirán, por ejemplo, inyecciones de virus benignos para comprobar cómo reacciona el sistema inmunológico en diferentes condiciones y se tomarán muestras periódicas de sangre y orina para ver las diferencias fisiológicas por la dieta, el estrés o la ingravidez de la vida espacial.
Otros experimentos podrían ser muy útiles para viajes más ambiciosos, como los cambios en el ADN y el ARN, las implicaciones en procesos relacionados con el envejecimiento, como el recorte de los telómeros, en la extremidad de los cromosomas, o los efectos sobre los microorganismos -sobre todo bacterias- que habitan en el tracto digestivo y que son fundamentales en la digestión, pero también en el desarrollo de enfermedades. También se estudiarán los efectos en el sistema cardiovascular y en la circulación de fluidos, que tienen consecuencias como pérdida de visión.
Comparar los resultados de los experimentos también será un reto técnico. Scott deberá tener en cuenta el calendario de entrada y salida de naves de la EEI para tomar sus muestras de sangre con precisión milimétrica. Contará con una centrifugadora que separa los glóbulos blancos (que contienen ADN) de los rojos, y colocará la muestra en la nave con destino a la Tierra. Cuando aterrice en Kazajstán, la estará esperando un avión para trasladarla sin retraso a Houston. En menos de 24 horas, la muestra tomada en el espacio se cotejará con la de su hermano.
Fuente: ABC