Quizás el paso de los siglos borre de la cultura cotidiana historias como la de Jasón, el héroe mitológico griego. Pero allí están las estrellas, para recordarnos que los antiguos habitantes de la Tierra gestaron grandes epopeyas y estas quedaron impresas para siempre.
Jasón era hijo de Esón, rey de Yolco. Esón tenía un medio hermano, Pelias quien lo había destronado. Jasón, cuando tuvo edad suficiente, decidió reclamar el trono de su padre al que tenía legítimo derecho.
Para poder acceder al trono en Yolco, Jasón debía cruzar un río. Cuando intenta hacerlo, una anciana le pide su ayuda para el mismo cometido y él la cruza en sus brazos. Esta anciana no es otra que Hera que a partir de entonces es su protectora. Al llegar a la otra orilla, Jasón nota que ha perdido una sandalia. De todas formas decide presentarse ante Pelias quien al verlo recuerda un viejo augurio que le fuera vaticinado: «Un hombre con una sandalia acabará con tu vida y te arrebatará el trono».
Pelias elabora un macabro plan para deshacerse de Jasón. Lo envía a una misión suicida que consiste en robar el vellocino de oro que se encuentra en el lejano país de la Cólquide.
Jasón era un hombre débil, sin recursos para la batalla, indeciso, totalmente sobrepasado por la misión que le tocaba. Pero igualmente y debido a que no tenía más opciones, decidió aceptarla, bajo la protección de tres diosas, Hera, Atenea y Afrodita.
Atenea es quien lo ayuda a obtener la nave que necesitaba para la misión: Argo. Sus tripulantes, los argonautas. En esta nave Jasón vive mil aventuras y finalmente obtiene, con la ayuda de Medea, la que fuera posteriormente su esposa, el vellocino de oro.
Luego de muchas aventuras, Jasón muere mientras dormía al lado de Argo cuando un madero se desprende y lo aplasta.
Argo, la nave mitológica, se dibuja en el cielo y es muy visible en el verano del hemisferio sur. Ésta es la única constelación descrita por Claudio Ptolomeo que no se reconoce en la actualidad. Por su gran tamaño (unos 1.884 grados cuadrados, más que ninguna otra), fue dividida en varias constelaciones menores por Nicolas-Louis de Lacaille en el siglo XVIII: estas son Carina (la Quilla), Puppis (la Popa), Vela (la Vela). Esta última ocupa el lugar que correspondería al mástil de la nave.
Carina (La Quilla) es la que nos desvela en esta ocasión.
Canopo, la segunda estrella más brillante del firmamento, se encuentra en Carina. Merece especial atención Eta Carinae, una de las estrellas más masivas de la galaxia que se encuentra dentro de la Nebulosa de Carina (NGC 3372). Épsilon Carinae e Ípsilon Carinae son estrellas dobles observables con un pequeño telescopio. También en Carina se localiza una de las cefeidas más prominentes, l Carinae o HD 84810, que muestra una oscilación en su brillo desde magnitud 3,28 a 4,18 a lo largo de un período de 35,54 días.
Dado que la Vía Láctea atraviesa Carina, la constelación contiene varios cúmulos abiertos como NGC 2516 y IC 2602, este último conocido como las «Pléyades del Sur».
NGC 2516 es un cúmulo abierto. Ocasionalmente es conocido como el Pesebre del Sur, por su similitud con el cúmulo M44. Está formado por más de 100 estrellas, la más brillante de ellas una gigante roja cerca del centro de magnitud aparente +5. Es un cúmulo muy joven, con una edad de tan sólo 150 millones de años. Fue descubierto por el astrónomo Nicolas Louis de Lacaille en 1751.
IC 2602, también conocido como Cúmulo Theta Carinae o Pléyades del sur también es un cúmulo abierto. Fue descubierto por Nicolas Louis de Lacaille en 1751 desde Sudáfrica. El cúmulo se encuentra a una distancia de 479 años luz de la tierra, y puede ser visto a simple vista. Las pléyades del sur (IC 2602) tiene en general una magnitud visual de 1.9, un 70% más débil que las Pléyades de Tauro, y contiene alrededor de 60 estrellas. Theta Carinae, la estrella más brillante dentro del cúmulo abierto, es una estrella de tercera magnitud, con una magnitud de +2.74. Todas las demás estrellas dentro del cúmulo son de quinta magnitud en adelante. Como su contraparte del norte en Tauro, las pléyades del sur abarcan una gran área del cielo, aproximadamente 50 minutos de arco (arcominutos), así que es mejor observado con prismáticos largos, o con telescopios con ocular gran angular. Se piensa que el cúmulo tiene la misma edad que el cúmulo abierto IC 2391, que tiene una edad límite de agotamiento de Litio de 50 millones de años.
La noche del 19 al 20 de enero de 2015, luego de una larga charla guiso de arroz y vino de por medio, decidimos retratar esta sección de nuestro firmamento. Quien mejor que Germán Savor para obtener la toma y realizar el tratamiento de la misma. Fueron varias tomas de alta exposición utilizando un teleobjetivo de 100 mm. Colaboraron Rafael Hasenauer, Mari Echeverria, Milton Blumhagen y Walter Elias.
Desde mi punto de vista, una de las más hermosas imágenes de esta región del cielo que he tenido oportunidad de ver.