Un equipo de astrónomos ha detectado signos de formación de un nuevo sistema planetario en observaciones realizadas en la estrella HD169142. El trabajo, con participación del CSIC, ha sido publicado en dos artículos en ‘The Astrophysical Journal’.
Según han explicado los expertos, los planetas se forman a partir de discos de gas y polvo que giran en torno a las estrellas jóvenes. Una vez formada la «semilla» del planeta –una pequeña acumulación de polvo–, este agrega material y produce un surco en el disco con la forma de su órbita.
Esta etapa de transición entre el disco original y el sistema planetario, difícil de estudiar y aún poco conocida, es, precisamente, lo que los científicos han observado en la estrella. «Aunque en los últimos años se han descubierto más de 1.700 exoplanetas, solo en contados casos se ha obtenido imagen directa y todavía no se ha logrado una imagen de un planeta en formación», ha apuntado la investigadora del CSIC, Mayra Osorio. Según ha indicado, «en HD169142 podrían estarse viendo las semillas de gas y polvo que más tarde se convertirán en planetas».
HD169142 es una estrella joven, con dos veces más masa que el Sol y cuyo disco se extiende unos 37.500 millones de kilómetros. Según los investigadores, el sistema presenta una orientación inmejorable para el estudio de los planetas en formación ya que se ve su disco de frente.
El primero de los trabajos explora el disco de HD169142 con el radiotelescopio Very Large Array, que permite detectar granos de polvo de varios centímetros. Los resultados, combinados con datos del infrarrojo, que trazan la presencia de granos de polvo microscópicos, muestran dos surcos en el disco, uno en la región interna –entre 0,7 y 20 Unidades Astronómicas (UA)– y otro más externo y menos desarrollado (entre las 30 y 70 UA).
«Esta estructura ya sugería que el disco está siendo modificado por dos planetas u objetos subestelares, pero además los datos desvelaron la existencia de un grumo de material en el surco externo, situado aproximadamente a la distancia de la órbita de Neptuno, que apunta a la existencia de un planeta en formación», ha señalado la investigadora.
COMPAÑEROS EN TORNO A HD169142
El segundo trabajo, en el que también participa el CSIC, se centró en rastrear, mediante observaciones en el infrarrojo con el Very Large Telescope, la existencia de algún objeto en los surcos del disco. Y hallaron una señal intensa en la cavidad interna, que podría corresponder a un planeta en formación o a una enana marrón.
Los datos en el infrarrojo no mostraron, sin embargo, la presencia del objeto en el surco externo que sugerían las observaciones en radio. Esto podría deberse a limitaciones técnicas y ha servido para acotar las características de un posible objeto: los investigadores calculan que un objeto con entre una décima y 18 veces la masa de Júpiter rodeado de una envoltura fría podría haber pasado desapercibido en la longitud de onda observada.
«En futuras observaciones podremos comprobar si el disco alberga uno o dos objetos. En cualquier caso, HD169142 constituye un objeto prometedor porque se trata de uno de los pocos discos de transición conocidos y nos está descubriendo el entorno en el que se forman los planetas», ha concluido Osorio.
Fuente: Europa Press