El trabajo está basado en las pesquisas analizadas por el ‘detective’ Donald Olson, un astrónomo y profesor de física de la Universidad Estatal de Texas. Este experto buscó el momento exacto que el pintor quiso inmortalizar desde su habitación de hotel en la ciudad de Le Havre (Francia).
Su investigación se basó en la fugacidad de la luz y el color conseguido por Monet, en ese momento y lugar específico. Y es que, siempre ha existido cierta confusión acerca del momento exacto Monet que estaba tratando de representar cuando pintó el sol de color naranja vibrante sobre un cielo gris y brumoso.
Algunos historiadores del arte, incluso han afirmado que la pintura representa una puesta de sol, no un amanecer.
Pero Olson, experto en resolver este tipo de incógnitas astronómicas, ha conseguido resultados observando fotografías históricas de Le Havre para reconstruir la vista sureste que Monet habría tenido desde su habitación. Finalmente, halló que el sol en la pintura tiene lugar unos 20 o 30 minutos después de su salida.
Luego calculó cuando correspondió esa hora con la marea alta y la única vez que grandes veleros podrían haber entrado en un puerto tan poco profundo como el de la localidad francesa. La investigación llegó a 19 fechas posibles.
Para reducir más sus opciones, Olson miró los informes meteorológicos históricos y descartó días de tormenta. La curva de los penachos de humo en el lado izquierdo de la pintura insinúa que el viento soplaba del este, dejando Olson con sólo dos opciones: 13 de noviembre 1872 y 25 de enero de 1873.
Con la ayuda del historiador de arte Géraldine Lefebvre, el astrónomo pudo saber que la fecha de creación del cuadro era 1872, tal y como constata el «72» pintado junto a la firma de Monet. «Conocer los detalles de la escena del puerto en esta pintura sólo aumenta nuestra admiración por la habilidad del artista en la representación de esta salida del sol», ha indicado el investigador.
Fuente: Europa Press
