Rusia ha dado marcha atrás sobre su intención de abandonar la Estación Espacial Internacional (ISS) en 2020, según han informado medios de comunicación rusos. Al parecer, el sector espacial del país sigue adelante con proyectos –como la creación de nuevos módulos– que implican su colaboración con este proyecto más allá de la fecha indicada.
Fuentes de la agencia espacial Roscosmos han asegurado que existe un 90 por ciento de probabilidad de que el Gobierno ruso acceda a mantener la participación en el proyecto. Por su parte, el director de Información de la Corporación Unificada de Ingeniería Espacial, Ígor Burenkov, ha explicado al diario Izvestia que los trabajos para fabricar nuevos módulos de la ISS «se desarrollan de acuerdo al calendario previsto».
Si estas labores, que cuentan con una financiación de más de 3.700 millones de euros, se suspendieran, la industria espacial podría enfrentarse a despidos masivos, reconocen las fuentes de Roscosmos. Éstas también apuntan a que Estados Unidos es el primer interesado en que Rusia siga siendo un aliado del proyecto.
«Cuando (los norteamericanos) se enteraron de que Rusia quería cerrar el proyecto en 2020, multiplicaron los contactos con los científicos rusos a los que propusieron importantes proyectos de investigación que van más allá de ese año», han indicado a los medios. «Los socios estadounidenses pretenden que los propios científicos rusos digan: la ISS será necesaria también después de 2020, no hay que hundirla», han añadido.
En mayo de 2014 el viceprimer ministro ruso, Dmitri Rogozin, anunció que Rusia dejaría de participar en la ISS en seis años. Estas declaraciones se produjeron después de que la NASA dijera que congelaba todos los proyectos de colaboración con Rusia excepto el de la estación espacial, como ‘castigo’ por el conflicto mantenido con Ucrania.
Fuente: Europa Press