Cosmos, estreno en Argentina el martes 11 de marzo a las 22 hs. por Nat Geo
«Cosmos es lo que siempre ha sido, lo que siempre es y lo que siempre será…» El eco del inmortal Carl Sagan deja paso a la voz severa de Neil DeGrasse Tyson. El corpulento director del Planetario Hayden de Nueva York asume la misión casi imposible de suceder a su legendario mentor, en los 13 nuevos capítulos de la serie que fue algo así como el Big Bang de la divulgación científica.
Neil deGrasse Tyson es director del Planetario del Museo de Historia Natural de Nueva York
«No he intentado meterme en los zapatos de Carl Sagan, porque me quedan demasiado grandes», asegura DeGrasse, que sin embargo exhibe una maestría y un movimiento singular ante las cámaras (fruto también de su querencia por el jazz). «Digamos que he creado unos zapatos a mi medida y he evitado a toda costa que el nuevo Cosmos parezca una secuela. Espero que al menos una parte de los 400 millones de espectadores que siguieron a Carl se sumen a la aventura».
El espíritu de Sagan sigue vivo en su tercera esposa, Ann Druyan, productora de la serie orginal, que ha tardado 18 años en convencer a propios y extraños de la necesidad imperiosa de proyectar el legado de Cosmos en el siglo XXI.
«La visión de Carl sigue muy viva, y ahora más que nunca necesitamos esa ciencia integradora de la que él fue pionero y por la que tanto le criticaron en su momento. Carl tenía una larguísima trayectoria, con 600 papers científicos a sus espaldas, antes de llevar la astronomía a las masas. Y sus colegas sin embargo se echaron sobre él por el simple hecho de salir en la televisión, y por atreverse a mezclar la astronomía con la física, con la biología o con la antropología», recuerda Druyan.
La viuda de Sagan asegura que el espíritu intrépido del creador de Cosmos se mantiene de principio a fin en las 13 nuevas entregas, con un mensaje si cabe más apremiante: «En tiempos de Carl, la amenaza era la Guerra Fría y las armas nucleares. Ahora es aún más grave: estamos jugando con el futuro de la Tierra. En vez de aprovechar al máximo este plácido periodo interglacial, estamos llenando la atmósfera de CO2 y acelerando el cambio climático».
Neil DeGrasse recoge el envite y anticipa que el nuevo Cosmos entrará a trapo en cuestiones como el calentamiento global y el diseño inteligente. «Pero no lo haremos echando sermones ni fustigando a los escépticos. Nos limitaremos a presentar los hechos y a dejar que la gente piense por sí misma». La Fox y National Geographic arropan la nueva serie que llegará a las pantallas el 17 de marzo en más de medio centenar de países, incluyendo España. El productor y animador Seth MacFarlane ha sido también vital para lograr la multimillonaria financiación del nuevo Cosmos, que cuenta con la partipación de Brannon Baga (Star Trek) y del director de fotografía Bill Pope (The Matrix), artífice del salto de los efectos visuales, a la altura de cualquier superproducción de Hollywood.
En el primer capítulo, el capitán Neil DeGrasse Tyson nos invita a revisar el famoso calendario cósmico de Carl Sagan y a encontrar nuestro lugar en el Universo, en los últimos segundos de la última hora del último día. A bordo de una nave ficticia, el astrofísico nos transporta a todos los planetas del Sistema Solar y de ahí a la Vía Láctea, a la vecina Andrómeda y a la posibilidad de los universos múltiples. De vuelta a la Tierra, revivimos la historia de Giordano Bruno, quemado en la hoguera por aventurar que el Sol era una estrella.
La viuda de Carl Sagan, Ann Druyan, y el astrofísico Neil DeGrasse Tyson. FOX
En otra nueva y fulgurante incursión en el tiempo, nos remontamos al misterio del origen de la vida, al advenimiento de los reptiles y a la huella de la humanidad en un planeta frágil. «Todo está profundamente conectado, y ese mensaje integrador de Carl Sagan está muy presente de principio a fin», adelanta Neil DeGrasse Tyson, con una larga trayectoria como divulgador en los tiempos duros de George W. Bush. «Es cierto que hubo entonces una hostilidad contra los científicos y una guerra declarada a ciertos aspectos de la ciencia que no encajaban en la plantaforma republicana».
Los tiempos han cambiado, aunque el programa espacial sigue sufriendo recortes. «Obama dice que en 20 años estaremos en Marte, pero yo no veo sinceramente el movimiento suficiente para alcanzar esa meta», admite DeGrasse, 56 años, autor de libros como El cielo no es el límite o el reciente Crónicas del espacio. «De todos modos, debemos dejar atrás esa obsesión por mandar naves tripuladas», advierte el astrofísico. «Por mucho que critiquemos a la NASA, lo cierto es que nunca ha habido una actividad espacial como la que tenemos ahora. Tenemos una nave camino de Mercurio, hemos estado ya varias veces en Marte con robots, vamos a llegar pronto a un cometa, y avanzamos también hacia Plutón. Por primera vez tenemos prácticamente todo el Sistema Solar a nuestro alcance, y eso es ya un avance».
La viuda de Carl Sagan no duda que algún día seremos capaces de romper los confines del Sistema Solar y adentrarnos al menos en nuestra galaxia, por más que ahora parezca impensable: «En el futuro seremos capaces de viajes interestelares como los que virtualmente recreamos en la serie. Pero hay dos mensajes que Carl tuvo siempre muy presentes y en los hemos querido reincidir. El primero: nada es para siempre en el Cosmos. Y el segundo, y si cabe más apremiante: por muchos mundos que seamos capaces de descubrir, este maravilloso planeta en el que vivimos no es desechable».
Unidos por el destino
Neil DeGrasse Tyson estaba aún estudiando en un instituto en el Bronx cuando recibió una inesperada invitación: el profesor Carl Sagan le invitaba a pasar unas horas con él en la Universidad de Cornell. Aquella cita marcó para siempre su adolescencia, aunque llegado el momento, prefirió marcharse a estudiar Física a Harvard y aplazar su cita con la Astronomía. Más de cuatro décadas después, con su propia trayectoria como comunicador y astrofísico, DeGrasse ha vuelto a cruzar el camino con su viejo mentor a través de su viuda, Ann Druyan, que no dudó en elegirle a él entre media docena de finalistas: «Por su vínculo personal con Carl, por su peso como científico y por su aplomo como comunicador, hemos encontrado a la persona ideal para pilotar el nuevo Cosmos».
Fuente: ABC
Por fin llego el día. No aguantaba más la espera… Por dios que emoción!!!!