Zona radiante de una lluvia de meteoros

Basta con observar el calendario anual de lluvias de meteoros para percatarnos que las lluvias con más alta Tasa Horaria Zenital están servidas para el disfrute del observador del hemisferio norte. Algunas ni siquiera son visibles desde nuestra ubicación geográfica (las Eta Acuáridas y las Perseidas, éstas coinciden con las vacaciones estivales boreales y son por lo tanto muy observadas), otras lo son (como las Leónidas), pero el radiante se presenta bajo en el horizonte, lo que hace que la tasa de meteoros observados no llegue ni a acercarse al máximo teórico (la Tasa Horaria Zenital es un valor calculado en base a una altura zenital con una visibilidad perfecta y para un observador que pueda observar estrellas hasta una magnitud de 6,5). Durante el máximo de las Gemínidas el radiante no estuvo nunca a más de  25° de altura sobre el horizonte, por lo que en vez de 120, la tasa no podría superar los 30, lo que en términos de visibilidad concreta es bastante menos.
Pero también es verdad que el hemisferio sur es mucho menos poblado que el hemisferio norte y hay una serie de lluvias meteoríticas cuya observación es imposible o muy difícil para los habitantes del hemisferio norte. Estas lluvias han sido pobremente estudiadas, por lo que presentan grandes desafíos para el observador austral. Una de ellas es la conocida como las Púppidas-Vélidas.

" />