En un futuro lejano, una vez que la energía oscura haya separado incluso a los átomos, aún pueden surgir nuevas estructuras a partir de las cenizas de la destrucción.

Hay un solitario rayo de esperanza en uno de los futuros más violentos de nuestro universo. Incluso después que la energía oscura –la misteriosa entidad que acelera la expansión del Universo- haya separado a las galaxias, planetas y átomos, puede haber un renacimiento.

Un nuevo modelo del futuro del Universo, conocido como “quasi rip” (“casi desgarramiento”), propone que pueden surgir nuevas estructuras, como el fénix, desde las cenizas, ofreciendo una forma de rencarnación cósmica. “Nuestro universo tiene una posibilidad de ser reconstruido desde las cenizas después del terrible desgarro”, dice Hao Wei del Instituto de Tecnología de Beijing en China, el líder del equipo tras la idea del “quasi rip”.
Aunque nadie sabe exactamente lo que es la energía oscura, el destino final del Universo depende de su distribución en el espacio, y si cambiará conforme evolucione el Universo. La mayoría cree que la densidad permanecerá constante, con la expansión acelerándose continuamente al mismo ritmo que lo hace ahora. Lo que esto implica para el futuro sería una lenta “muerte térmica” en que las galaxias se alejarían unas de otras, y las estrellas agotarían su combustible y luego se apagarían. Aunque el espacio-tiempo mismo permanecería, el Universo sería frío, oscuro y sin rasgos distintivos.

Sin embargo, esta no es la única manera en que podría comportarse la energía oscura. Las explosiones estelares, o supernovas, proporcionan la principal evidencia de la energía oscura. Las observaciones de éstas, junto con otras mediciones de las propiedades actuales de la energía oscura, indican que su densidad es muy cercana a una constante, pero no se puede asegurar si está cambiando o si puede cambiar en el futuro.

" />