Lanzadas en 1977 para realizar un largo viaje por los planetas exteriores, la buena suerte hizo que las sondas gemelas Voyager tomaran la dirección del movimiento del Sol relativo a las estrellas cercanas. Treinta y cinco años más tarde , la Voyager 1 parece a punto llegar a la frontera entre la heliosfera solar y el espacio interestelar.
Lanzadas en 1977 para realizar un largo viaje por los planetas exteriores, la buena suerte hizo que las sondas gemelas Voyager tomaran la dirección del movimiento del Sol relativo a las estrellas cercanas. Treinta y cinco años más tarde , la Voyager 1 parece a punto llegar a la frontera entre la heliosfera solar y el espacio interestelar.
La heliosfera es el reino del Sol definido por la influencia del viento solar y del campo magnético solar. ¿Cómo se puede saber, sin embargo, cuando una sonda cruza la frontera hacia el espacio interestelar? Una pista podría ser un aumento repentino en la detección de rayos cósmicos. Las partículas de alta energía atraviesan el espacio interestelar aceleradas por supernovas distantes de nuestra galaxia, pero normalmente son desviadas o ralentizadas por la heliosfera. Este gráfico cubre un período de 12 meses (septiembre de 2011 a septiembre de 2012) y muestra el espectacular aumento de la tasa de detección de partículas de rayos cósmicos por la sonda Voyager 1 en los últimos meses. Actualmente, la Voyager 1 se encuentra a 18 millones de kilómetros (17 horas luz, 122 unidades astronómicas) del Sol. Pronto será la primera sonda procedente de la Tierra que penetre en el reino de las estrellas.
Fuente: LIADA