Los llamados 'agujeros de gusano', esos túneles en el espacio-tiempo que han sido predichos sólo en la teoría, podrían existir en realidad y ser grandes, estables y atravesables, asegura un grupo internacional de científicos.
Un estudio de la Universidad Karl von Ossietzky en Alemania sostiene que es posible detectar esos túneles en el universo, aunque el método para lograrlo sería más complicado del que se requiere para encontrar agujeros negros.
Un objeto todavía 'inexistente'
Los llamados 'agujeros de gusano', esos túneles en el espacio-tiempo que han sido predichos sólo en la teoría, podrían existir en realidad y ser grandes, estables y atravesables, asegura un grupo internacional de científicos.
Un estudio de la Universidad Karl von Ossietzky en Alemania sostiene que es posible detectar esos túneles en el universo, aunque el método para lograrlo sería más complicado del que se requiere para encontrar agujeros negros.
Un objeto todavía 'inexistente'
La física relativista supone que estos agujeros, llamados en realidad Puentes de Einstein-Rosen, cuya existencia fue predicha sólo con ecuaciones matemáticas, tienen una entrada y salida conectadas por un 'pasillo' o túnel donde la materia podría viajar de un extremo a otro.
Actualmente hay diferentes teorías sobre los tipos de 'agujeros de gusano'. Algunos investigadores creen que pueden permitir el viaje por el espacio, es decir llevar a un punto distante del Universo, mientras otros creen que permitirían el viaje en el tiempo e incluso a universos paralelos.
Además existen teorías que aseguran que de existir, estos agujeros serían inestables, pequeños y podrían cerrarse muy bruscamente, eliminando todo lo que esté dentro del túnel.
Sin embargo, un grupo liderado por el físico alemán Burkhard Kleihaus llegó a la conclusión de que en realidad estos agujeros, creados tras el Big Bang, podrían ligar puntos lejanos del Universo y aunque originalmente eran pequeños podrían haber aumentado considerablemente su tamaño debido a la expansión del Universo.
No obstante, los investigadores ven un problema en esta hipótesis: para que un objeto como una nave espacial pueda atravesar el pasillo y la curvatura del espacio-tiempo en la entrada del agujero debe ser muy 'suave' o de lo contrario la nave podría ser desgarrada por la gravedad. Y si la curvatura es 'suave', entonces los futuros viajeros tardarían muchísimo tiempo en llegar al extremo opuesto, incluso cientos de años luz.
Un gran trabajo por comprobar
Los físicos actuales han admitido en varias ocasiones la importancia de la investigación de Kleihaus, pero recalcan que su teoría exige una comprobación práctica que sólo puede hacerse a través de las observaciones astronómicas y hasta ahora esto ha sido excepcionalmente difícil.
Y es que los 'agujeros de gusano' están ocultos por nebulosas, estrellas u otros objetos espaciales que los hacen parecer a agujeros negros. No obstante, el grupo internacional de Kleihaus propuso un innovador método para detectarlos.
Para ello, se centran en el comportamiento del objeto Sagitario A* (Sgr A*, en la foto), que se encuentra en el centro de la Vía Láctea y suele ser considerado como un agujero negro supermasivo, pero según ellos podría ser en realidad un 'agujero de gusano'. Esta teoría podría ser comprobada mediante observaciones del gas y la materia absorbida por el agujero: si es un agujero negro, el material desaparecerá sin emitir ninguna radiación, pero si lo hace entonces los astrónomos podrían suponer que se trata de un verdadero túnel interespacial.
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http://actualidad.rt.com/ciencia_y_tecnica/cosmos/issue_37477.html