En sistemas binarios integrados por una estrella y un agujero negro, éste puede extraer material de su compañera. Ese material forma un disco que rota con notable rapidez alrededor del agujero negro y arroja "chorros" de material hacia fuera, en dirección perpendicular al disco.

La mayoría de las veces, los chorros muestran un flujo continuo de material, pero de vez en cuando los chorros desaparecen y se expulsan "balas" ultraveloces de gas ionizado, al parecer desde una región ubicada justo por fuera del borde exterior del horizonte de eventos del agujero negro, la frontera más allá de la cual nada puede escapar. Uno de esos estallidos puede producir tanta energía en una hora como la que el Sol emite en cinco años.

Hasta no hace mucho, no había sido posible determinar el momento exacto del "disparo" de una de esas "balas".

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