La sonda EPOXI de la NASA muy cerca del cometa Hartley 2

Un nuevo cometa se encuentra a tiro de una sonda de la NASA. Se trata de la misión EPOXI que acercándose hoy a poco más de 700 kilómetros del núcleo del cometa 103P/Hartley 2 pretende averiguar las propiedades térmicas de su superficie, identificar sus regiones activas originadas en la sublimación del hielo superficial y comprender mejor la transición de volátiles desde el interior hacia la superfície. Ya pueden disfrutar de las imágenes de esta aproximación en el siguiente enlace:

http://epoxi.umd.edu/

Un nuevo cometa se encuentra a tiro de una sonda de la NASA. Se trata de la misión EPOXI que acercándose hoy a poco más de 700 kilómetros del núcleo del cometa 103P/Hartley 2 pretende averiguar las propiedades térmicas de su superficie, identificar sus regiones activas originadas en la sublimación del hielo superficial y comprender mejor la transición de volátiles desde el interior hacia la superfície. Ya pueden disfrutar de las imágenes de esta aproximación en el siguiente enlace:

http://epoxi.umd.edu/

¿Por qué estudiar los cometas? Sospechamos que trajeron agua y otros volátiles a la Tierra. Nuestro planeta se formó en condiciones reductoras y de alta temperatura por su proximidad del Sol. Por eso, sus bloques constitutivos primigenios (próximos a las llamadas condritas de enstatita), no albergarían agua ni otros compuestos volátiles (p.e. materia orgánica) en su composición. Por ello, seríamos incapaces de explicar la riqueza en agua y volátiles de la corteza y el manto terrestre sin pensar en un enriquecimiento tardío de la Tierra de estos componentes. Esos materiales habrían llegado desde objetos ricos en agua y materia orgánica (asteroides condríticos y cometas más tarde: hace unos 4.000 M.A. en lo que se denomina el Gran Bombardeo), como consecuencia de la migración de los planetas gigantes. El impulso gravitatorio de Júpiter y Saturno en la región externa del cinturón de asteroides habrían producido las oleadas de objetos ricos en hielos y materia orgánica que enriquecieron en volátiles los planetas terrestres. Posiblemente nuestra existencia en la Tierra se la debamos a los objetos que hace unos cuatro mil millones de años dejaron su huella en forma de innumerables cráteres en la superfície de la Luna.

Josep María Trigo Rodriguez, científico español especialista en cometas, asteroides y meteoritos

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